“Aquello que solo ves al detenerte” (Zenith), del profesor de meditación y monje budista Haemin Sunim, es un libro que ilumina el camino hacia la paz interior, la felicidad y el equilibrio en medio de las frenéticas exigencias de la vida moderna a través del “minfulness”.
Traducido a más de 35 idiomas, como el japonés, chino, tailandés, francés, inglés y, ahora, también al español, es el primer libro de este Sunim, que comenzó su andadura respondiendo personalmente o por correo electrónico a las dudas existenciales que las personas le hacían llegar.
“El amor es cálido y liberador. Es inocente, como un niño, sin agenda oculta”, dice el monje en su libro
Textos “simples, breves y directos” con los que nunca imaginó provocar la “avalancha” de respuestas que obtuvo en Twitter y Facebook, y que se han transformado en la base de su libro. “Mis seguidores compartían sus problemas diarios o preguntas conmigo, y traté de ayudarles tanto como pude. Estaba muy inspirado con sus preguntas y empecé a escribir consejos que terminaron convirtiéndose en una parte importante de mi libro”, explica el escritor de “Aquello que solo ves al detenerte”, que fue publicado en 2012 y se mantuvo 41 semanas en la lista de “best seller”.
Conocido en Corea con el seudónimo de “maestro sanador”, Sunim presenta a través de su libro una oportunidad para que encontrar algún momento de meditación y paz, con la que trata de “inspirar” a los lectores para que se “reconecten” con su lado más profundo.
“Si aprendemos a ser más conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos, nos volvemos más relajados, más felices y más sabios”
“Aquello que solo ves al detenerte” consta de 8 capítulos en los que se abordan diversos aspectos de la vida, desde la amistad, al trabajo y las aspiraciones, y cómo puede ser de ayuda en ellos el “mindfulness", una técnica que ayuda a “afrontar” emociones negativas, como la ira, la envidia o los desengaños, entre otras experiencias de la vida.
Sunim explica que “disminuir” la velocidad en la que vivimos el día a día es esencial para ser felices, porque ayuda a entrar en contacto con los lados más sanos y felices de nosotros mismos. Por ejemplo, al sonreír o tomar una respiración profunda, se puede recuperar la conexión con el cuerpo, la naturaleza y nuestro entorno social.
Cuando nos detenemos el mundo se ralentiza con nosotros revelándonos todo su valor y belleza
