Más de una vez, cuando arranca el verano o nos vamos de vacaciones o de paseo, nos exponemos al sol sin protección y volvemos a casa colorados, doloridos, insolados. ¿Qué hacer ante una quemadura de solo? ¿Cómo aliviar el ardor y el dolor? ¿Cómo se cura y cuánto demora?
Es importante entender que cuando nos quemamos con el sufrimos un daño. El cuerpo capta ese daño e inicia una respuesta inmune, enviando sangre para responder al sitio del ataque. Esa respuesta inmune da lugar a la inflamación, lo que hace que la piel quemada se hinche y enrojezca.
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En el marco de la 25ª Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel que organiza la Sociedad Argentina de Dermatología, la Dra Ana De Pablo, miembro del Comité Coordinador, comparte con Buena Vibra algunas medidas de prevención y cuidado para pieles que sufren la exposición al sol de manera peligrosa.
La incidencia del cáncer de piel ha aumentado un 38%, lo que supone un incremento de casi el 10% anual
Qué hacer si te quemaste con el sol
Las quemaduras solares -que incluyen el enrojecimiento de la piel hasta formas más severas, con ampollas- son respuesta a una exposición “no controlada, excesiva, de una piel sensible” al sol u otra fuente de radiación ultravioleta (RUV), como podrían ser, por ejemplo, las camas solares.
La Sociedad Argentina de Dermatología trabaja de manera permanente alertando a la comunidad sobre los daños irreparables que genera el sol en nuestra piel: no se trata solamente de estar al sol y disfrutar de la vitamina D: se trata de generar conciencia y evitar daños severos que afectan nuestra salud.
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Qué hacer con una quemadura solar
- Cuando nos exponemos al sol de forma no controlada, el enrojecimiento produce una sensación de calor local (si es muy extenso, la persona puede tener fiebre, escalofríos) y, en grados más molestos, puede acompañarse de picazón, ardor y dolor.
- Con el correr de los días, la piel comenzará a descamarse y puede quedar con cambios en la pigmentación (dependiendo de la intensidad del cuadro inicial), persistiendo manchas más oscuras o mas claras que la piel de base.
- Para disminuir la temperatura de la piel, se pueden hacer compresas frías con té de manzanilla (no abusar ya que reseca la piel), o con una mezcla de agua y leche, y geles refrescantes con aloe vera.
- Es fundamental humectar la piel para mejorar la sensación de tensión local y compensar esa inflamación intensa.
Si la superficie es muy grande, y hay síntomas asociados (escalofríos, dolor de cabeza por el golpe de calor, fiebre, intensa picazón) es conveniente consultar con un médico para ver la posibilidad de aplicar medicación (antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos; corticoides locales)
- Una vez que la sensación inicial de calor ó ardor haya mejorado (generalmente luego de las primeras 48 hs.), hay que continuar con la humectación- la piel se descamará en forma intensa, puede lastimarse incentivando el rascado y así generar una infección secundaria.
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- Deben emplearse cremas y emulsiones con vitamina A, E, ácido hialurónico, ceramidas, caléndula, karité, entre otros. La piel que ya sufrió enrojecimiento debe evitar volver a exponerse al sol para que el nuevo contacto no genere manchas o decoloraciones.
Hay que recordar que estas quemaduras son una respuesta de la piel al daño producido por la radiación ultravioleta. La repetición de estos enrojecimientos aumenta y acumula el daño, que en el tiempo puede desencadenar lesiones en la piel, hasta el desarrollo del cáncer cutáneo
Algunos “mitos” vinculados al sol
- Tomar sol aumentando paulatinamente el tiempo de exposición sólo evita quemaduras, pero no disminuye los riesgos de enfermar la piel.
- Disminuir la potencia de los protectores solares con el paso de los días también es perjudicial para la salud.
- Exponerse a camas solares para broncearse rápido “sin ponerse rojo ni sufrir” hará que la piel sufra en el futuro.
- Disminuir los cuidados frente al sol en la vida adulta “porque la piel es más resistente” es peligroso. La reacción a nivel de las células es igual a lo largo de toda la vida. Tener una piel más oscura nos protege de la irritación aguda, pero no de la agresión de largo plazo.
- Las quemaduras solares, especialmente ante de los 18 años de edad, aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel potencialmente grave (melanoma).
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Cómo curar aliviar una quemadura de sol
Mucha gente se pregunta cómo quitar el ardor de una quemadura de sol porque son realmente dolorosas. Para disminuir la temperatura de la piel, se pueden hacer compresas frías con té de manzanilla (no abusar ya que reseca la piel), o con una mezcla de agua y leche, y geles refrescantes con aloe vera.
Es fundamental humectar la piel para mejorar la sensación de tensión local y compensar esa inflamación intensa. Si la superficie es muy grande, y hay síntomas asociados (escalofríos, dolor de cabeza por el golpe de calor, fiebre, intensa picazón) es conveniente consultar con un médico para ver la posibilidad de aplicar medicación (antiinflamatorios, analgésicos, antihistamínicos; corticoides locales).
Una vez que la sensación inicial de calor ó ardor haya mejorado (generalmente luego de las primeras 48hs.), deben emplearse cremas y emulsiones con vitamina A, E, ácido hialurónico, ceramidas, caléndula, karité, entre otros.
La piel que ya sufrió enrojecimiento debe evitar volver a exponerse al sol para que el nuevo contacto no genere manchas o decoloraciones.
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¿Cuánto dura una quemadura de sol?
Depende de la intensidad de la quemadura.
¿Qué hacer si tenemos ampollas?
En este caso se recomienda consultar al médico para tratamiento específico para cada caso.
Si sufriste daños en la piel debido a la exposición al sol o a una fuente de radiación ultravioleta (RUV) podés acceder a chequeos gratuitos de la piel en más de 200 centros de salud del país. A partir del 13 de noviembre, estará habilitada la línea gratuita de consultas: 0800-999–0723.
- Fuente: Dra. Ana de Pablo, vocera de la Sociedad Argentina de Dermatología.
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