
El cansancio mental es un problema creciente, que afecta a cada vez más personas. Hoy en día, en muchos países la gente vive con niveles de agotamiento psíquico y emocional sin antecedentes, y es uno los problemas que más se escuchan en los consultorios. Detectar los signos de alerta y buscar soluciones es clave para recuperar la energía necesaria para enfrentar el día con alegría y vitalidad.
Es importante recordar que la fatiga de tipo psicológico es uno de los primeros síntomas de que el estrés empieza a superarnos y es importante escuchar las señales del cuerpo.
Qué es el cansancio mental y cómo detectarlo
El cansancio mental o neblina mental es una experiencia física y anímica que puede ser intensa. Es algo que apaga las ganas y aparece al solo pensar en afrontar las tareas diarias que el trabajo, el hogar y las rutinas nos demandan. Los sentimientos de hastío, depresión y falta de energía se suman a la dificultad de concentrarse y resolver las cosas con la misma rapidez que lo hacíamos tiempo atrás. Por eso en muchos casos se habla de deterioro cognitivo transitorio y del famoso sindrome de Burnout.

El cansancio mental es una sensación de agotamiento que no necesariamente proviene del esfuerzo físico, sino de la sobrecarga emocional y psicológica. Suele aparecer después de largos períodos de estrés, preocupaciones constantes o multitareas. Este tipo de cansancio puede afectar la concentración, el ánimo y la capacidad de tomar decisiones.
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¿Cómo se detecta el cansancio mental? Los síntomas
Decaimiento, desinterés y apatía son algunos de los síntomas más frecuentes. El cansancio mental afecta el nivel de energía. Tenemos menos ganas y menos alegría al hacer las cosas.
Además, puede generar malestar físico: el agotamiento mental, al ser fruto de un flujo de pensamiento continuo y a veces ansioso, puede generar dolor de cabeza, dolores musculares, mareos, problemas de visión, etc. A su vez, al sentirnos cansados nos ponemos más sedentarios y el cuerpo se va endureciendo.
Otros signos de alerta:
- Falta de concentración: Cuando el cerebro está agotado, es más difícil mantener el enfoque en tareas diarias. Puedes sentir que te distraes con facilidad o que tu mente se bloquea.
- Irritabilidad: La fatiga mental puede generar una mayor sensibilidad emocional. Es común sentirse más frustrado o molesto ante situaciones que normalmente no te afectarían tanto.
- Falta de motivación: Las actividades que antes disfrutabas pueden perder su atractivo. El cansancio mental puede hacerte sentir como si estuvieras "en piloto automático", sin ganas de realizar tareas cotidianas.
- Trastornos del sueño: El agotamiento mental puede interferir con la calidad del sueño. Puedes experimentar insomnio o despertarte con la sensación de no haber descansado lo suficiente.
- Bruxismo: el apretar los dientes durante la noche genera dolores de cabeza y contracturas musculares, además de problemas dentales.
- Problemas de memoria: La mente sobrecargada puede afectar la memoria a corto plazo, lo que hace que olvides detalles importantes o que se te dificulten las tareas que requieren recordar información.

Los síntomas del desgaste y agotamiento laboral suelen ir en ascenso. Es importante conocerlos y actuar sobre ellos.
Qué hacer si te siente agotado mentalmente
Detectar el cansancio mental es el primer paso para abordarlo. Aquí algunas acciones que te ayudarán a recuperarte:
- Practicar la meditación o mindfulness: Esto ayuda a reducir el estrés y permite que la mente se relaje.
- Tomar descansos frecuentes: Realizar pausas durante el día es vital para evitar el agotamiento.
- Priorizar el sueño: Dormir lo suficiente es esencial para recuperar la energía mental.
- Desconectar de las pantallas: Pasar tiempo lejos de los dispositivos electrónicos puede ayudar a reducir el estrés mental.
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Cansancio mental: soluciones y prevención
Se puede evitar el cansancio mental revisando hábitos, aprendiendo a poner límites y cuidando la salud psíquica, física y emocional en distintos planos.
Compartimos una serie de consejos para descansar la mente y resetear las ganas cuando el agotamiento se siente cada vez más seguido.

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- Es importante dejar de sobrepensar y controlar la ansiedad: la solución más común para relajar la mente y aliviar el cansancio mental es controlar los pensamientos (puedes probar técnicas de programación neurolinguística) y aprender que la mayoría de los problemas que "vemos" a nuestro alrededor no lo son.
- Ordena la agenda y acota las horas de trabajo. Es clave dar espacio al ocio, la desconexión, las actividades “improductivas”.
- Haz actividad física: es clave mover el cuerpo y sumarse a algún tipo de deporte o clase que nos obligue a apagar las pantallas y conectar con otras cosas.
- Prueba haciendo mindfulness: es una disciplina que practica cada vez más gente. Se dice que es una manera de pasar del “doing mode” al “being mode”. Pasar del modo acción al modo ser. Bajar un cambio, disminuir la velocidad y sumergirse en tiempos más emocionales.
- Haz meditación: hay aplicaciones o tutoriales en YouTube o en plataformas de podcasts en las que de manera gratuita y en cualquier lugar puedes apagar un rato la cabeza entregándote a un rato de meditación. Los beneficios de esa pausa están probados científicamente y el impacto en la salud es rápido y notable.
- Aliméntate bien: el desgaste físico que sentimos al transitar días cargados de horarios y actividades generan al final del día un gran agotamiento. Comer sano y respetar los horarios es muy importante para reducir el cansancio mental.
- Duerme mejor: busca maneras de lograr un descanso reparador. Puedes leer: Cómo dormir bien: técnicas para un buen descanso.
- Intenta aumentar tus niveles de serotonina: hay maneras de hacerlo de manera natural.
- Hacer meditación o yoga también ayuda mantener el equilibrio mente y cuerpo y es una excelente herramienta para combatir el estrés y equilibrar los niveles de cortisol.
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