Suena cruel, pero es un debate que se está dando en muchos lados y un pensamiento que se ha cruzado en la mente de unos cuantos. Si sos de los que te encanta cuidarte, más de una vez te habrás preguntado por qué tenés que hacer cola y sufrir recortes y retrasos en un hospital o sanatorio mientras pasean por el consultorio personas que parece no importarles nada su salud. Si te pasó, no lo consideres tan raro, porque es lo que ha pensado y decidido el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, que se encarga de la Sanidad Pública británica. Según informa ‘The Independent’ en una una noticia que disparó gran polémica, no operará a los pacientes obesos ni a los fumadores.
En concreto, se negará a practicar operaciones rutinarias a personas con un índice de masa corporal superior a 30. ¿Qué significa rutinaria? Operaciones que no pongan en riesgo la vida del paciente. Las cirugías que pueden ser pospuestas por el NHS incluyen los reemplazos de cadera o rodilla. Con ello, busca reducir selectivamente los gastos de la salud pública británica.
La medida intenta incitar a las prácticas saludables, por lo que dará a los pacientes la posibilidad de “reformarse” y rebajar un 10% de su masa corporal en un año para poder ser operados
También se aplicará a los fumadores. Aquellos pacientes que rechacen dejar este hábito tendrán que sumar un retraso de seis meses para poder operarse. Para entender que “lo han dejado”, la NHS establece un periodo mínimo de ocho semanas sin fumar.
Las reacciones no se han hecho esperar. Al fin y al cabo, ¿sólo los obesos y los fumadores son los pacientes que no cuidan de su salud? Por ahora, el Colegio Real de Cirujanos ha calificado la medida como “la más severa jamás vista” y otros analistas se preguntan si no es una medida que utiliza un “estigma” como el de fumador y obeso para hacer un recorte que beneficiará a la sanidad privada.
