6 maneras de deshacerse de la energía negativa y volverse positivo

Business people high fiving at meeting in cafe

En un mundo donde se considera que estar hiperagendado y mostrar constantemente preocupación, sobrecarga laboral y estrés es propio de alguien exitoso, no deberíamos sorprendernos por estar rodeados de energías negativas que contaminan nuestro espacio.

Donde vayamos hay gente ofuscada, estresada, quejándose, haciendo cosas que le perjudican a él y a los demás o intentando minarnos la moral con sus críticas y argumentos limitantes. Y es imperiosos saber que la energía negativa que ellos emanan influye en nuestros pensamientos y acciones. Es indispensable evitar las fuentes de energía negativa para poder mantener el equilibrio en nuestra vida.

La negatividad nos afecta a nosotros y al mundo que nos rodea. Limita nuestro potencial para vivir una vida plena, con un propósito positivo.

Y la negatividad tiene un efecto tangible en nuestra salud, también.

Cuando tomamos la decisión de ser positivos, y seguir esa decisión con la acción, empezamos a encontrarnos con situaciones y personas que también son positivas. La energía negativa se supera con experiencias positivas. Es un efecto bola de nieve. A pesar de que siempre tendremos pensamientos positivos y negativos, aquí compartimos algunas acciones que podemos tener en cuenta para deshacernos de la negatividad y enfocarnos en lo que hace bien:

gente-positiva-2_opt

Podés leer: Por qué las personas pesimistas se enferman más

1- Ser agradecidos por todo

Las actitudes egoístas pueden llevarnos sin que nos demos cuenta a sopesar todo de acuerdo exclusivamente a nuestros propios deseos e interés. Y eso inevitablemente termina en creer que lo que tenemos es lo que ganamos con nuestro esfuerzo y que el mundo nos está debiendo algo todavía. “Me esfuerzo demasiado y la recompensa no está acorde a mi trabajo. Debería tener más de lo que tengo”.

Este estado vano de la existencia es una manera segura de instalarse en la comodidad de una vida insatisfecha y cargada de negatividad. Las personas que viven creyéndose con derechos que otros no tienen son "chupadores de energía", ellos siempre están en busca de lo que puede favorecerlos de una situación.

Las personas que no aprecian los matices de su vida viven en un estado constante de falta. Y es muy difícil vivir una vida positiva de esa manera.

Cuando empezamos a ser agradecidos y apreciamos todo en nuestras vidas, desde las pequeñas luchas que nos hacen ser mejor hasta los pequeños imprevistos cotidianos cambiamos nuestra actitud de egoísmo a una de apreciación.

Esta actitud es notada por otros y una armonía positiva se empieza a formar en nuestras relaciones. Empezamos a recibir más, porque nosotros mismos nos hemos abierto a la idea de recibir, en lugar de tomar. Esto hará que nuestra vida sea más plena y más positiva.

Podés leer: Cómo funciona la mente de los pesimistas

2- Cambiar la forma de pensar

Podemos ser nuestro mejor entrenador o nuestro peor enemigo. El cambio empieza desde adentro. Si uno quiere llegar a ser más positivo, debe prestarle atención al modo en que compone sus pensamientos. Somos duros con nosotros mismos, y una corriente negativa interior es corrosiva para una vida positiva.

La próxima vez que tengamos un pensamiento negativo, anotemoslo y reformulemoslo con un giro positivo. De un “NO debo hacer esto” a “DEBO hacer esto de otra manera” hay una pequeña distancia en palabras pero una enorme en conceptos y energías.

Cambiar nuestro diálogo interno es de gran alcance.

3- Aceptar el fracaso y asumir responsabilidades

Las personas positivas aceptan el fracaso porque saben que es la única manera de aprender y crecer. Es necesario comprender las emociones negativas que el fracaso provoca, observarlas, ser muy conscientes de ellas pero no quedarnos lamentándonos, sino que debemos asumirlas como algo propio de la vida y seguir adelante, volver a intentarlo o cambiar algo de cómo lo hicimos para que sea mejor a próxima vez.

4- No buscar la aprobación de los demás

Depender de las opiniones de los demás hace a las personas vulnerables, manipulables y dependientes, incluso adictas.

La paz interior comienza en el momento que uno elije no permitir que otra persona o evento tome el control de su existencia o de sus pensamientos y decisiones, en un momento particular o en general en la vida.

Esto no quiere decir que debemos creernos infalibles o que si nos equivocamos no importa. Las personas positivas escuchan las opiniones de los demás, pero no dejan que dentro de ellas penetre nada más que lo que puede ser útil para su crecimiento.

Por otro lado, es importante agradecer una crítica constructiva.

Podés leer: ¿Cuánto valen los abrazos que no nos podemos dar? Lecciones que deja la pandemia de coronavirus

5- Evitar a las personas negativas y rodearse de las positivas

Es básico entender que llegamos a ser más como la gente con la que nos rodeamos. “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Si nuestro grupo de amigos está lleno de energía negativa chupadores de energía y reyes o reinas del drama, vamos a emular ese comportamiento y llegar a ser como ellos. Es muy difícil llegar a ser más positivo cuando las personas que nos rodean no son compatibles con esa búsqueda.

Los cambios dan miedo,  pero eliminar a la gente tóxica de nuestra vida es un gran paso para convertirse en alguien más positivo. Esto no quiere decir que debemos pelearnos ni ser desagradables. Simplemente que nuestro tiempo es valiosos y no debemos malgastarlo con gente o situaciones que no nos hace bien. La positividad es un proceso que se consigue paso a paso cuando uno lo hace en solitario, pero un grupo positivo de amigos puede ser una escalera mecánica para alcanzar la meta.

6- Ponerse en acción

Los pensamientos negativos pueden ser abrumadores y difíciles de sortear. La negatividad es debilitante y por lo general es una bola de nieve que conlleva más preocupación, más estrés y más inercia o de falta de acción.

La próxima vez que atravesemos  una de esas situaciones difíciles tomémonos unos minutos y respiremos profundamente con los ojos cerrados. Una vez que estemos en calma, podremos enfocarnos en la situación o problema y con una pluma y un bloc de papel escribamos cuatro o cinco acciones o soluciones para empezar a resolver el problema.

Demoslé un giro a la carga emocional negativa orientándola  a la acción. Eso nos ayudará a resolver los problemas más racionalmente y comenzar a vivir en la positividad.

Seguí leyendo:

ETIQUETAS:  
magnifiermenu linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram