El movimiento antivacunas, lejos de ser una moda pasajera, se está convirtiendo en un riesgo cada vez más grande para la salud pública. A tal punto llega este fanatismo absurdo que una madre antivacunas de Brisbane, Australia, le pareció una gran idea repartir paletas contaminadas con el virus de la varicela en la fiesta de Halloween para que los niños se contagien y, de esa manera, "inmunizarlos".
La mujer australiana, con total impunidad, compartió su idea en las redes sociales. Las publicaciones son obsenas en el sentido de la irresponsabilidad de esta ciudadana por jugar con la salud de los niños. Por ejemplo, posteó estas frases muy elocuentes:
"Mi hermoso hijo tiene varicela y ambos hemos decidido ayudar a otros a inmunizarse naturalmente este Halloween!...No puedo esperar a ayudar a otros en nuestra comunidad. Si alguien más quisiera algunas para sus hijos, estaré feliz de enviárselas por un dólar (más envío) hasta su ubicación", publicó en su cuenta de Facebook.
Quienes vieron las publicaciones la reportaron, pero esta mujer firme en su convicción se defendió diciendo que lo único que estaba haciendo era "ofrecer inmunidad de por vida a cambio de unas cuantas ronchas y un par de días sin asistir a la escuela."
La mujer ya está siendo investigada por la policía porque a esto se suma un agravante, ya que ella dice ser enfermera en el hospital de Queensland. La institución de salud declaró que la mujer no trabaja ni ha trabajado ahí.
Lo cierto es que el virus de la varicela no dura más de un par de horas fuera del cuerpo, pero el acto deliberado de contagiar a otros niños sin su consentimiento es un crimen muy grave en Australia, el cual se castiga con hasta 15 años de cárcel.
Podés leer: 8 nuevos casos de sarampión: una mujer antivacunas contagió a sus cinco hijos
La vacunación es uno de los hallazgos que cambió la historia de la salud pública. Definitivamente, es el mejor recurso que existe contra las enfermedades al evitar entre dos y tres millones de muertes cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El problema es que el movimiento "antivacuna" crece en todo el mundo y ha logrado que enfermedades que estaban desaparecidas en muchos países vuelvan a golpear a la población, afectando a las personas más vulnerables.
Los antivacunas no sólo desmienten los beneficios de las vacunas sino que, al no vacunarse, ponen en riesgo su propia salud y la de toda la población por el deterioro de la inmunidad rebaño.
También podés leer: Antivacunas en la mira: advierten que Argentina enfrenta un brote de sarampión
Seguí leyendo:
