La sífilis es una Enfermedad de Trasmisión Sexual (ETS) producida por la bacteria espiroqueta treponema pallidum. Debemos su nombre al renacentista Girolamo Fracastoro, poeta y cirujano veronés, que escribió un poema en el que un pastor llamado Sífilus era castigado con la enfermedad por el dios Apolo, a quien había desafiado, y que más tarde le sirvió para nombrarla en su libro de medicina sobre enfermedades infecciosas De contagionibus (1546).
El caso es que, desde sus orígenes, se ha asociado a la sífilis con una enfermedad traída por extranjeros. Se la ha llamado “mal napolitano” por parte de los franceses, “enfermedad polaca” por los rusos, “británica” por los haitianos y “cristiana” por los turcos; los neerlandeses, los portugueses y los italianos se la han atribuido a los españoles y, los españoles, a su vez, se han referido a ella como “mal francés” o “morbo gálico”. Lo cierto es que la primera epidemia registrada de sífilis en Europa se originó pocos años después del descubrimiento de América… Esto parece historia pero no: estamos ante una enfermedad emergente en nuestra sociedad. Desde 2011 a la fecha.
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Una enfermedad de nuestro tiempo
Algunos municipios bonaerenses ya lanzaron campañas de detección y prevención de esta enfermedad de transmisión sexual que se triplicó ante la baja del uso del preservativo entre 2011 y 2017. Este número siguió creciendo en 2018 entre la población de 17 a 30 años, cuestión sumamente preocupante para la salud publica nacional.
Según datos del Ministero de Salud, la tasa de casos de Sifilis reportados en varones y mujeres jóvenes y adultos se triplicó entre 2013 y 2017, ya que pasó de 11,7 a 35,2 por cada 100.000 habitantes. Se trata de una enfermedad que tiene cura pero está en aumento desde 2013.
Vemos que bajaron los casos de sida pero aumentaron los de sífilis, y eso quiere decir que la gente no se cuida con preservativos como debería. Este fenomeno se debe a que no hay consiencia de enfermedad en la población
Asimismo, la proporción de positividad en las pruebas de rutina que se realizan a embarazadas pasó del 2% al 3,2% en el mismo lapso (201-2017). "Según las mediciones, en 2018 tuvimos una tasa de 50,3 por 100 mil habitantes, y la mayoría de los casos se dieron en población de 15 a 24 años", precisó a una agencia de noticias Claudia Rodríguez, directora de Sida, ETS, Hepatitis y Tuberculosis de la Secretaría de Gobierno de Salud. La funcionaria aseguró que el tratamiento de la enfermedad es fácil y accesible pero hay una consulta tardía ante lesiones compatibles con esta patología.
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En relación a las tasas, la que aumenta con claridad es la de sífilis congénita. En el período 2013-2017 la tasa a nivel nacional muestra un ascenso año a año. Mientras que, en 2013, era de 1 caso cada 1.000 nacidos vivos, en 2017 había trepado casi a 1,7, según se detalla el boletín epidemiológico sobre VIH, Sida y ETS publicado en diciembre de 2018.
Si bien la sífilis es una enfermedad de denuncia obligatoria, las denuncias son escasas en relación a las tasas informadas y, por ello, como en muchas otras patologías existe un subregistro muy importante.
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Por qué aumentan los casos de sífilis
Hay varias causas entre ellas la falta de uso del preservativo, tener múltiples parejas o sexo casual y el uso de drogas, que hacen que se tenga menos control en las acciones que se llevan adelante.
Es un dato gravísimo para la salud pública porque se trata de una enfermedad prevenible y que se evita con el uso del preservativo “en toda la relación y en todo tipo de relación"
Es preocupante -para no decir alarmante- los mensajes que algunos referentes médicos dan a la población con respecto al uso del preservativo, inmersos en guerras de egos que ponen a la sociedad en peligro, sin reflexionar sobre los daños colaterales de mensajes tan ambiguos sobre algo tan claro como es el uso del preservativo.
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Cómo se diagnostica la sífilis
La sífilis se diagnostica a partir de un análisis de sangre. Los síntomas aparecen 20 días después de que la bacteria entre al organismo y presenta varios estadíos. La sífilis primaria se diagnostica por la presencia del chancro -o llaga- que se puede ubicar en el pene, ano, vagina o boca y en algunos casos en piel.
Es importante puntualizar que estas lesiones no son dolorosas, por lo cual pueden pasar pasar desapercibidas en algnas regiones.
En la sífilis secundaria aparecen lesiones en la piel que ocupan todo el cuerpo y que son contagiosas, al igual que el chancro por contacto.
Estamos en un problema ante la falta de políticas claras de educación sexual. Algo estamos haciendo mal.
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- Alejandro Risso Vazquez (Medico Especialista en Terapia Intensiva. Coordinador Medico Terapia Intensiva Sanatorio Otamendi y Mirolli).
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