El ejercicio y cualquier actividad que combata el sedentarismo y ponga el cuerpo en movimiento son fundamentales para cuidar la salud y mejorar tus niveles de bienestar. Caminar, correr, bailar, nadar, hacer yoga, arreglar el jardín, ir de compras. Hacer trabajar los músculos optimizar el funcionamiento del organismo y requiere más energía que el reposo. Te contamos cuáles son los 10 beneficios de la actividad física para mantenerte saludable y mejorar tus niveles de bienestar tanto a nivel físico como emocional.
La clave está en moverse. Según las recomendaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los NIH de Estados Unidos, la actividad física en general se refiere a un movimiento que mejora la salud. Las opciones son muchas y, obviamente, hay distintos niveles de intensidad y exigencia y practicar un deporte es la opción ideal, pero ponemos el cuerpo en marcha incluso cuando barremos. ¡Lo importante es alejarse del sofá!
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10 beneficios de la actividad física
La clave está en moverse: cualquier actividad es buena para optimizar el funcionamiento del organismo. Los beneficios fisiológicos son notables:
- Hace bien al corazón: el ejercicio físico ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares por múltiples razones: ayuda a bajar de peso, activa el sistema circulatorio y eleva el colesterol bueno. Además, reduce la presión arterial alta.
- Ayuda a prevenir el cáncer: una investigación realizada en Estados Unidos, midió cuánta actividad física hay que hacer para bajar el riesgo de contraer siete tipos de tumores malignos frecuentes y encontró que tiene una gran influencia en la prevención de los tumores malignos. Podés ver: Hacer ejercicio puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer.
- Mejora la resistencia cardiorrespiratoria: cuando hacemos esfuerzo físico, el corazón y los pulmones necesitan un tiempo de adaptación para llevar la suficiente sangre oxigenada hacia los músculos. De esa manera, a medida que sostenemos una rutina de entrenamiento, va aumentando la resistencia.
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- La actividad física, acompañada de una buena hidratación, evita la retención de líquidos y la aparición de várices. Al mejorar el movimiento intestinal y los procesos digestivos, hacer ejercicio ayuda a prevenir la constipación y el cáncer de colon. Además, combate la diverticulitis (infección de los divertículos, que son pequeñas bolsas que se abultan en el colon o en el intestino grueso cuando uno lleva una dieta con bajo contenido de fibra o es muy sedentario) y la hinchazón abdominal.
- Es buena para prevenir y controlar la diabetes porque ayuda a controlar los niveles de glucosa. Las bondades para revertir la diabetes tipo 2 son notables porque contribuye a mantener estable el nivel de azúcar en sangre.
- Es la mejor aliada para controlar el sobrepeso, combatir la obesidad y reducir la grasa corporal, con todo el impacto que ésto tiene en morbilidades varias.
- La actividad física es muy buena para prevenir la osteoporosis, ya que fortalece los huesos y aumenta la densidad ósea.
- Mejora la flexibilidad y fortalece y tonifica los músculos: disminuye la rigidez y mejora la resistencia física, por lo que reduce la fatiga y el cansancio muscular.
- Aporta agilidad y firmeza, previniendo el envejecimiento y favoreciendo una longevidad saludable.
- Mejora el estado de a´nimo y combate el estrés: aumenta las endorfinas, los niveles de leptina y otras hormonas que estimulan el bienestar general.
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Actividad física: beneficios psicológicos
Muchos estudios científicos confirman que el ejercicio físico tiene efectos psicológicos positivos, tanto a nivel personal como social. Algunos de ellos son:
- Mens sana in corpore sana, decían los griegos y no se equivocaron: la actividad física mejora el estado de ánimo, baja los niveles de ansiedad y mejora los cuadros de depresión.
- Ayuda a aumentar y mejorar la autoestima y proporciona bienestar emocional. Además, al fortalecer físicamente al organismo, aumenta la autonomía.
- Hacer ejercicio tiene beneficios a nivel social porque fomenta la sociabilidad, estimulando la integración y ayudando a crear y fortalecer lazos de compañerismo. Enseña a trabajar en equipo y a tener puentes saludables con los demás.
Actividad física y salud: una relación fundamental
Para aprovechar los beneficios de la actividad física no se necesita ser un gran deportista. A cualquier edad las bondades son notables: sólo hay que empezar y sostenerlo.
Es clave entender que nunca es tarde y siempre hace bien ponerse en movimiento, ya que el impacto en la resistencia cardiorrespiratoria, la fuerza muscular, la flexibilidad y la coordinación se produce así tengas 20, 50 u 80. Cada uno a su nivel y capacidad.
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Para empezar a hacer actividad física, podés arrancar con caminatas, clases de baile, yoga, carreras suaves, natación, bicicleta o lo que puedas o te guste.
Tené en cuenta que es fundamental comenzar con rutinas suaves y cortas, para luego ir aumentando de a poco la cantidad de ejercicios, el tiempo y la fuerza que le dedicamos. Recordá que para empezar a sentir los beneficios del ejercicio, es importante sostenerlo por, al menos, 30 minutos diarios, todos los días.
Algo fundamental es dedicar unos minutos previos al precalentamiento del cuerpo, para estirar músculos y articulaciones y prevenir lesiones. También es clave el estiramiento final para evitar contracturas y eliminar el ácido láctico acumulado en los músculos después de hacer esfuerzo.
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Actividad física y flexibilidad: la importancia de elongar
Si bien para muchos el estiramiento no es una prioridad en sus rutinas de actividad física, es bien conocido que sumarlo a nuestra actividad diaria nos genera importantes beneficios entre los que se destacan la mejora de la amplitud de movimiento de las articulaciones, del rendimiento deportivo y la disminución del riesgo de lesiones.
Es indispensable para realizar movimientos con la mayor amplitud y agilidad posible. La clave es elongar suavemente los diferentes músculos del cuerpo. Aumentar la flexibilidad es un proceso que exige constancia y tiempo y los resultados se ven a largo plazo, pero son muy valiosos.
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Cómo ejercitar la coordinación
Mejorar la coordinación es muy importante para cuidar la salud. Se llama coordinación motriz a la capacidad de usar los sentidos de la vista y el oído en conjunto con los movimientos de diferentes partes del cuerpo.
Como todas las habilidades, se puede trabajar para aumentarla y mejorarla con algunos hábitos y ejercicios que permitan practicar el equilibrio corporal. De esa manera, podés aumentar la destreza física y evitar caídas y accidentes, por eso son tan notables los beneficios de la actividad física para el adulto mayor.
Qué es tener un estilo de vida saludable: vivir mejor
Podemos decir que llevamos un estilo de vida saludable cuando incluimos hábitos en nuestra rutina para estar más sanos, físicamente activos y de buen ánimo. Hablamos de comer sano y variado, movernos, descansar las horas suficientes, tener una vida social activa, hacer controles médicos periódicos y trabajar a diario para sentirnos mejor en distintos planos.
Llevar un estilo de vida saludable no es difícil y la mejora en la calidad de vida es notable.
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Nutrición: cómo tener hábitos saludables
A la actividad física hay que sumarle una alimentación sana y equilibrada. Comer bien es clave y, para ellos, tenemos que incluir los diferentes grupos de alimentos: hidratos de carbono, grasas, proteínas, minerales y vitaminas y minerales.
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Ya sabes: son muchas las opciones. Los tipos de actividad fisica incluyen actividades aeróbicas, de fortalecimiento muscular, de fortalecimiento óseo, de equilibrio y de flexibilidad. El ejercicio es una actividad física planificada y estructurada, como levantar pesas, tomar una clase de gimnasia aeróbica o jugar un deporte en equipo. Pero salir a hacer una caminata o arreglar el jardín ya cuenta y suma.
No hay más excusas: para tener una mejor calidad de vida hay que ponerse en movimiento y llevar una alimentación balanceada y nutritiva. Los efectos son poderosos y están al alcance de todos. Empezá ya y regalate hacerte bien.
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