Qué es la reflexología y para qué sirve: sus beneficios

A medida que el tiempo pasa, la medicina alternativa comienza a ganar su lugar en el ámbito de la salud y empieza a ser recomendada para distintas dolencias, malestares y enfermedades. Su abordaje funciona como complemento de las técnicas habituales y puede ser un gran aliado del bienestar. Te contamos qué es la reflexología y para qué sirve.

Diversos estudios confirman que la reflexología puede reducir el dolor y los síntomas psicológicos, como el estrés y la ansiedad, y aumentar la relajación y el sueño

Qué es la reflexología y para qué sirve

La reflexología consiste en la aplicación de un cierto nivel de presión en el área de las manos, de los pies, del rostro y de las orejas, de un modo relajante que sea capaz de aliviar el estrés, como así también otros tipos de malestares y dolores.

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La reflexología se basa esencialmente en una teoría que sostiene que ciertas zonas de los pies, de las manos, del rostro y de las orejas, corresponden directamente a ciertos órganos y partes de nuestro cuerpo.

Los distintos investigadores y voceros de esta práctica aseguran que aplicando la presión adecuada, se pueden obtener grandes y directos beneficios, tanto en los órganos como en el estado general de salud de una persona

Hay ciertas teorías que sostienen que las partes del cuerpo trabajadas con la aplicación de presión en la reflexología, generan un reflejo en otras partes del cuerpo, por ejemplo:

La bola del pié refleja el corazón y el pecho.
Las puntas de los dedos de los pies pueden reflejar la cabeza.
El telón refleja los intestinos y la parte baja de la espalda.
El arco del pié refleja los riñones, el hígado y el páncreas.

La reflexología funciona utilizando mapas de las manos, de los pies y de las distintas partes del cuerpo sobre las que trabaja, de modo de poder guiar los movimientos con los que se lleva a cabo la presión.

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En la mayor parte de los casos, la presión suele aplicarse de manera manual. Sin embargo, hay muchos especialistas que utilizan también otros materiales, tales como pelotas, palos de madera o bandas de goma.

La práctica de la reflexología tiende a ser relajante, con nulas posibilidades de que produzca algún tipo de dolor

Si bien hay zonas que pueden encontrarse con mayor dolor o sensibilidad, éste debería aliviarse con la presión. El reflexólogo debe trabajar dentro de la zona de confort del paciente, sin generarle malestar alguno.

Reflexología podal

Ya sabemos que los pies son los pilares desde donde nos sujetamos, movemos y hacemos todo tipo de actividad. Es por ese motivo, que este tipo de tratamiento tiene su parte fuerte en este punto.

La técnica se basa en la estimulación de sobre distintos puntos del pie, que reciben el nombre de zonas de reflejo. Las zonas de reflejo corresponden a distintas partes del cuerpo, que masajeándolos directa o indirectamente generan efectos en los diferentes órganos. Esto también es conocido como estimulo curativo.

A continuación te mostramos los puntos de reflexología en los pies:

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Reflexología en manos

La reflexología en las manos no es muy distinta a la que se aplica en las diversas partes de la planta del pie, ya que también colabora a que fluya la energía.

La técnica, al ser en las manos, cuenta con una gran ventaja: puede ser fácilmente realizada por uno mismo. Es una de las más efectivas, produciendo beneficios en lo inmediato.

Lo ideal es que elijas un momento del día en donde estés relajado, como antes de ir a dormir. Los masajes en ésta zona del cuerpo tienen que ser con más presión, pero no te olvides: nunca te pueden doler ni generar una mala sensación. Si eso ocurre es porque no se están realizando correctamente.

En caso de tener dolencias fuertes o la piel roja, es importante que consultes a tu médico y no masajees, ya que puede complicar, en lugar de ayudar.

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Reflexología facial

Es también una de las favoritas y más fáciles de realizar, y cuenta con beneficios en el día al día. Una buena recomendación es masajear la cara mientras se aprovecha para colocar alguna crema hidratante.

Como en las demás partes del cuerpo, para realizarla es importante conocer los puntos clave y luego hacer el masaje, ya que eso traerá efectos en otras partes del organismo.

Lo ideal es adoptar el hábito y los resultados no tardaran en llegar, mientras al mismo tiempo luce más joven la piel.

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Reflexología: beneficios y bondades

En la actualidad, son muchos los estudios que sostienen que la reflexología tiene múltiples beneficios para nuestra salud, ya que se pueden notar a simple vista sus cambios. Entre ellos se encuentran:

Alivio de dolores musculares
Ayuda a controlar las situaciones de estrés
Alivia y relaja la mente y el cuerpo.
Equilibra los niveles de energía
Ayuda contra la depresión y ansiedad
Estimula la circulación sanguínea y linfática
Elimina toxinas
Ayuda al correcto funcionamiento del cuerpo
Fortalece el sistema inmunológico
Problemas para conciliar el sueño o insomnio

También es frecuente que muchas personas acudan al tratamiento de reflexología para tratar otras dolencias iniciales, entre los que se encuentran:

Dolor de espalda
Problemas digestivos y de estreñimiento
Estrés
Desequilibrios hormonales
Lesiones
Artritis
Problemas para dormir, insomnio
Cefaleas tensionales
Trastornos menstruales

Cómo es una sesión de reflexología

Una sesión típica de reflexología tiende a durar de 45 a 60 minutos. En primera instancia, se establece una consulta entre el profesional y el paciente, de modo de tener en claro cuál es el malestar que se posee y conocer su estilo de vida.

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Luego de la consulta, el paciente procede a sentarse sobre una silla relajante o sobre una camilla de masajes, quitándose los zapatos. El reflexólogo evaluará primero los pies y presionará sobre diferentes puntos clave de modo de detectar la sensibilidad o el malestar.

Una vez encontrado el problema o el punto justo, se comienzan a aplicar movimientos bruscos que apuntan a que los pies entren en calor. Logrado eso, se comienza con la aplicación necesaria de presión en los distintos puntos.

Después de la sesión

Generalmente, cuando una persona sale de una sesión de reflexología, suele sentirse relajada y tranquila. Incluso, muchas personas suelen sentir sueño luego de las sesiones.

Si bien son pocos los casos, hay personas que sienten algún tipo de náusea o ansiedad luego de una sesión, pero es una consecuencia que suele ser temporal y desaparece por sí sola.

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Riesgos de la reflexología

Es una práctica sumamente segura que no genera dolor ni malestar. Sin embargo, es importante que, en los casos de las mujeres embarazadas, consulten previamente con su médico antes de acudir a este tipo de tratamiento.

Al mismo tiempo, las personas que puedan tener algún tipo de úlcera en los pies, de coágulo de sangre, de lesión o de enfermedad vascular, deben contar también con el aval de su médico antes de practicarse la reflexología.

La reflexología puede llegar a significar una excelente y segura opción para obtener resultados significativos en cuanto al estado general de la salud, a las molestias físicas, musculares y, también, psicológicas o de estrés. Es un método seguro y eficiente.