Algunas veces para estar bien tenemos que desterrar hábitos personales. Eso no es necesariamente algo físico, sino que puede tratarse de conductas emocionales dañinas. Te contamos cuáles son para que puedas identificarlas y dejarlas atrás.
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La necesidad de tener razón
¿Es tan importante tener razón para vos?¿Qué problema hay si te equivocas? Dejar de intentar tener razón constantemente puede brindarnos mucha paz y además, hace que ocupemos nuestro cerebro en asuntos menos triviales.
La necesidad de tener el control
La vida es impredecible e intentar mantener todo bajo control puede ser demasiado estresante. Las cosas van a pasar y los imprevistos son parte de la vida, lo mejor es dejar de preocuparnos constantemente por lo que no podemos manejar. De otra forma, viviremos una espiral de ansiedad insoportable.
La necesidad de atribuir culpa
Si bien la responsabilidad es fundamental, la culpa no. No todo tiene que tener un culpable y pasar nuestro tiempo buscando uno solo hace que no nos hagamos responsables de nosotros mismos.
El autoboicot
Ir por la vida pensando que no sos valioso porque alguien nos lo dijo solo le da poder a sus palabras. Muchas veces somos mejores de lo que creemos y debemos empezar a dar menos importancia a lo que los demás nos dicen con malicia. Y, más difícil aún, dejar de escuchar nuestro propio discurso limitante.
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La necesidad de quejarse
Quejarte constantemente no soluciona el problema y genera que te fijes constantemente en los aspectos negativos de lo que te pasa en lugar de las cosas buenas. Además, es insoportable para los demás escuchar a alguien quejarse constantemente.
Lo mismo ocurre con la crítica, cuando se excede también puede envenenar nuestra mente y nuestro entorno. La crítica sólo aumenta el sentimiento de insatisfacción.
La culpa
Culturalmente hemos sido programados para sentir culpa cuando disfrutamos algo. Es importante darnos permiso para ser felices y estar bien. El mundo es un caos, si pero eso no quiere decir que vos no puedas ser feliz en él.
La necesidad de validación externa
Facebook, Instagram, Snapchat... Nos pasamos el tiempo buscando el like o el corazón ajeno. Esto es muy dañino porque la línea entre lo que nos hace realmente felices y lo que queremos que los demás vean se desdibuja. Nos podemos perder en la imagen que proyectamos y no encontrar nuestra verdadera persona.
La resistencia al cambio
No podés luchar contra el cambio. La naturaleza cambia constantemente y resistirte a ello es desgastante. En lugar de combatir el cambio, abrazalo y déjate llevar por la ola, haciendo todo lo mejor posible.
Dejar de estresarnos y vivir en paz con nosotros mismos depende mucho de aquello a lo que nos aferramos. Dejar ir conductas dañinas puede ser fundamental en nuestro camino hacia la felicidad.
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