La mayoría hemos oído hablar una y otra vez de los increíbles beneficios de la dieta mediterránea. Sabemos que combate la obesidad y que tiene grandes beneficios para nuestra salud cardiovascular, aspectos que le han valido un indiscutido liderazgo entre las dietas mejores y más completas del mundo.
La clave fundamental de la dieta es que se basa en la ingesta de productos naturales, algo muy alejado del exceso de grasas y productos industriales que solemos comer durante el día a fuerza de corridas y poco tiempo para comer casero y sano.
Qué es la dieta mediterránea
Comer variado y colorido, elaborando un menú diario con muchas frutas y verduras, es el eje de esta dieta que regala salud.
Puedes leer: 12 claves de la dieta mediterránea
La dieta mediterránea implica, además de un estilo de vida particular, un aporte variado y equilibrado de productos naturales y tradicionales, procedentes de esta zona bañada por el mar Mediterráneo. Son básicas las frutas, verduras, legumbres, cereales, aceite de oliva como fuente de grasa, pescado, y en cantidades más moderadas, los huevos y las carnes de aves.
Qué alimentos integran la dieta mediterránea
Los alimentos que constituyen la dieta mediterránea son muy variados. Esta variación es precisamente uno de sus mayores beneficios, al incluir gran cantidad de frutas y verduras, de pescados, frutos secos y hierbas, que se combinan de modo exquisito en cada uno de sus platos. Aquí, la lista de imprescindibles:
- El pan y la pasta, como principal fuente de hidratos de carbono.
- Las frutas, en especial los cítricos, como naranjas, limones, manzanas, melones, sandías, higos, uvas.
- Hortalizas como pimientos, zanahorias, cebollas, lechugas, espinacas, coles de bruselas, berenjenas, calabazas, patatas, tomates… Es importante también el ajo, presente en casi todas las comidas.
- Los frutos secos, como las nueces y las legumbres, quienes aportan a esta dieta gran cantidad de fibra y antioxidantes.
- El aceite de oliva como principal fuente de grasa.
- El vino, en pequeñas cantidades, en las comidas principales.
- El pescado, como sardinas, atún y salmón.
- Especias como tomillo, romero, orégano…
- Uso habitual de la miel.
- Carnes magras y en pocas cantidades. En especial las pertenecientes a las aves de corral.
Puedes leer: La dieta mediterránea previene enfermedades del corazón y salva vidas
Claves de la dieta mediterránea
- La grasa presente en sus comidas procede básicamente del aceite de oliva, son, por tanto, grasas adecuadas y beneficiosas.
- Un aporte equilibrado entre en ácidos grasos poliinsaturados (omega-6 y omega-3)
- Es también una dieta rica en antioxidantes naturales: naranjas, limones, verduras…
- Es muy rica en fibra
- Apenas se consume grasa animal.
Qué vuelve saludable a la dieta mediterránea
Varios estudios realizados en Grecia, Italia, España y otros países de la costa mediterránea concluyeron, desde los años 60, que la dieta mediterránea es una de las más completas, equilibradas y sanas que existen. Los beneficios que se han comprobado científicamente son:
- Menor obesidad.
- Mayor esperanza de vida.
- Menor índice de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
- Bajo nivel de colesterol en sangre.
Seguí leyendo
- “Las dietas sin placer son un arma de doble filo”
- Identificá el hambre emocional y equilibrá tu salud
- Cómo detectar los monólogos cómplices que nos llevan a comer mal
- 12 claves de la dieta mediterránea
- Envejecé mejor: 8 consejos para prevenir la osteoporosis
- Mitos y verdades de la “Dieta de las 19”
- Priorizar los nutrientes a las calorías, la clave de una nutrición saludable
- Plan saludable para bajar 4 kilos