Cómo mantener sanos nuestros pulmones

El pulmón es un órgano diferente a la mayoría de los otros órganos del cuerpo. Está formado por delicados tejidos, que están en contacto directo con el medio ambiente a través del aire inspirado llevado por la vía aérea.

Cualquier elemento que se inspire (humo de cigarrillo u de otros carburantes, gérmenes, productos químicos, etc.) puede afectarlos y causar daño, tanto a la vía aérea como al parénquima pulmonar. Te contamos cómo mantener sanos nuestros pulmones.

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Higiene del pulmón

El cuerpo posee un sistema de defensas diseñado para protegerlo, el cual funciona muy bien la mayoría del tiempo, pero frecuentemente puede ser sobrepasado. Para ayudar a nuestro organismo a recuperarse y no sobre exigirlo, hay muchas medidas de prevención a las que podemos recurrir.

Muchos recursos los tenemos al alcance de nuestra mano porque sólo requiere que implementemos algunos cambios de hábitos. Algunos son evitar los agentes nocivos y otros se trata de alimentarse saludablemente porque los alimentos también son importantes para mantener la salud respiratoria.

No fumar

El humo del cigarrillo es la mayor causa de enfermedad pulmonar, fundamentalmente de EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y de cáncer de pulmón. Puede producir inflamación y daño en la vía aérea estrechando los bronquios y dificultando la respiración y puede dañar el tejido pulmonar destruyéndolo y causando enfisema. Con el tiempo en algunos casos puede desencadenar cambios severos que lleven a un crecimiento celular anómalo (cáncer).

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Evitar ser un fumador pasivo

El humo del cigarrillo de otros fumadores es tan dañino como si vos fumaras. Actualmente los sitios que tienen sector para fumadores son cada vez menos, pero de todos modos se debe evitar compartir el mismo lugar con personas que están fumando.

Evitar infecciones

La mejor forma de evitar infecciones y cuidar la salud de los pulmones es cumplir con el plan de vacunación contra la gripe, neumonía y neumococo de acuerdo a la indicación de su médico.

Además higienizar, con frecuencia, las manos con agua y jabón o con alcohol diluído en agua en una proporción de alcohol 70 y agua 30. Sabemos que las manos son un vehículo importante de gérmenes, por lo que lavarlas a menudo evita llevarnos gérmenes y virus a las mucosas.

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Alimentos que cuidan nuestros pulmones

Es fundamental mantener una alimentación sana para cuidar el organismo en general, pero se sabe que algunos alimentos que componen la Dieta Mediterránea son muy buenos para la salud del sistema respiratorio, evitan contraer enfermedades pulmonares y/o superarlas con mayor facilidad. Los alimentos de los que hablamos son los siguientes:

Cítricos: naranja, mandarina, limón, pomelo, kiwi, tomate, ya que son una gran fuente de vitamina C ayudan a reforzar las defensas para combatir las enfermedades pulmonares infecciosas. Además, favorece la eliminación de toxinas. Se recomienda beber todas las mañanas un vaso grande de jugo de algunos de estos cítricos.
Palta: tiene un gran potencial antioxidante y contiene grandes dosis de vitamina E. Es importante consumir diariamente este alimento y otros que contengan esta vitamina, ya que esta actúa en conjunto con la Vitamina C.
Otros alimentos con vitamina E: frutos secos, en especial las almendras, aceitunas, el aceite de oliva virgen, las semillas crudas de calabaza, girasol y sésamo. También las espinacas, las coles.
Tomate: por su gran contenido de licopeno que es casi un 90%, es un potente anticancerígeno. Es un alimento súperantioxidante que contribuye a la regeneración de los tejidos y disminuye la incidencia del tumor de pulmón.

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Yema de huevo: por su gran contenido en Vitamina A, protege las mucosas y ayuda a regenerarlas cuando están dañadas por causa de trastornos respiratorios como asma o bronquitis es muy beneficioso para la salud respiratoria.
Otros alimentos con Vitamina A: ají amarillo, zanahoria, calabaza, espinaca y berro. Indirectamente, al consumir alimentos de colores amarillos, naranjas o verde intenso, el organismo los transforma en Vitamina A. Además, los vegetales de color amarillo y naranja contienen alto valor de betacaroteno, un poderoso antioxidante.
Carne blanca: pollo, pavo, conejo, pescado, mariscos. Estos alimentos ayudan a recuperarte de una gripe o un fuerte resfrío. La gran concentración de zinc y selenio contribuyen a reforzar el sistema inmunitario. Además, hay otros alimentos con estas propiedades que son los cereales integrales y las legumbres.
Pescado azul: atún, sardina, salmón, caballa, jurel, entre otros. Todos con un gran poder antiinflamatorio, muy necesario para cuidar la salud de los pulmones. Este alimento, al igual que las nueces, son muy ricos en ácidos grasos omega 3.
Ajo: este alimento es un gran protector de las vías respiratorias porque tiene propiedades antioxidantes, antisépticas y antibióticas, además levanta las defensas, por eso es uno de los mayores aliados para tratar las infecciones respiratorias.
Cúrcuma: por su poderosa acción antiinflamatoria, contribuye a la salud de los pulmones. Además, tiene una poderosa acción antioxidante.
Frutos secos: nueces, avellanas, maní, almendras mayormente son los que contienen Vitamina E. Estos frutos son muy esenciales para la salud respiratoria y pulmonar porque neutraliza los radicales libres.
Legumbres: lentejas, garbanzos, porotos, habas. Son muy ricas en magnesio, que mejora la capacidad de expansión de los pulmones y ofrece un alto efecto antiinflamatorio.

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Evitar polución ambiental dentro y fuera del hogar

Cuando estamos en el exterior hay varias cosas que podemos hacer para evitar la polución, por ejemplo:

No dejar el motor del auto encendido más de lo necesario.
No quemar hojas ni basura cerca suyo.
Evitar salir días en que el aire tenga mala calidad: mucho polvillo, muchos alérgenos, sobre todo en zonas donde hay árboles que despiden polen o flores con mucho poder elergénico como los plátanos, tilos, palo borracho, etc.

Cuando estamos en el interior de algún lugar, por ejemplo en nuestra casa o trabajo, debemos tratar de cumplir ciertas normas de higiene como:

Eliminar las manchas de humedad de las paredes.
Limpiar frecuentemente los filtros de los aires acondicionados.
Evitar que se acumule polvillo y al limpiarlo evita que se levante por eso no lo hagas con la aspiradora.
Ventilar frecuentemente su casa.

Reducir el estrés

Como todos sabemos, hay muchas técnicas para reducir los niveles de estrés. Algunas de ellas son practicar ejercicios, realizar técnicas de relajación, meditar y no exponerse a las luces de las pantallas antes de ir a dormir, para poder descansar suficiente cantidad de tiempo y tener un sueño de buena calidad.