El trabajo consume el día de la mayoría de las personas en este mundo. Algunos incluso mezclan su labor con parte de su identidad, de cómo se identifican ante los demás. Pero el descanso también tiene su importancia. El ocio es necesario no solo para reponer energías, sino en cuanto a la salud física y emocional. En Alemania, la palabra Feierabend parece ser la clave.
El equilibrio entre la esfera profesional y la privada es necesario para navegar este mundo, que a veces avanza con una velocidad vertiginosa. A esto se vincula esa palabra, que se utiliza para definir el tiempo libre que aguarda tras la jornada laboral. Y parece que poder distinguir el trabajo del descanso es crucial ante el home office.
Trabajar desde casa tiene sus ventajas y comodidades, pero también genera dificultades para desconectarse de la jornada laboral. Los correos electrónicos, los celulares y los dispositivos electrónicos en general han permitido que el trabajo se infiltre en cada rincón de la vida. Nos permiten estar activos siempre, por lo que se trabaja más. Se debe respetar el Feierabend. Por eso te contamos todo sobre este esencial concepto.
El tiempo al servicio del trabajo
Se debe reconocer que hoy más que descansos existen reposos productivos: descansar para luego rendir más. Cada minuto debe contar. En ese sentido, el Feierabend guarda cierto sentido capitalista. Antes las campanas de la Iglesia marcaban el fin del día laboral y el inicio del descanso. El reloj permitió medir la vida en unidades temporales y, así, ser más preciso y estricto con los momentos dedicados a la labor. Luego la industrialización demandó una gestión del tiempo más ajustada en las fábricas.
Hoy se habla de la higiene del trabajo. Esto refiere a la toma de hábitos que cuidan la salud, como ejercicio y acercamiento a la naturaleza.
Pero Feierabend no demanda necesariamente adoptar un régimen extra laboral para luego volver a la verdadera jornada laboral. Es decir, el descanso o sentirse descansado no debería verse como otra obligación o, peor aún, como otro trabajo en la lista de las cosas que quedan por hacer en el día. Para muchos, esta palabra puede significar estar en casa, conectarse con los seres queridos o despejarse con hobbies que apasionan.
Una cuestión clave de este concepto es la aceptación del choque entre ambas esferas. La tensión entre la vida profesional y la personal es evidente. Lo único que queda por hacer es balancear de la mejor manera. Y eso se logra a través de límites.
Cómo separar el trabajo de la vida privada
Con el teletrabajo no se tienen los límites que vienen con dejar la oficina para viajar de regreso a casa o despedirse de los compañeros de trabajo para después conectarse con otras personas que no guardan relación con la vida laboral. Hoy muchas personas trabajan en los espacios donde duermen, comen y disfrutan del ocio. Que todo ocurra en un mismo espacio provoca que la división sea más difusa.
Las horas largas de trabajo también son contraproducentes para los empleadores, ya que los empleados son menos productivos cuando están más cansados, lo que lleva a menor calidad de labor y mayor necesidad de reposo. Hay otra palabra alemana, eigenzeit, que significa propio tiempo: cada ser, acontecimiento o proceso tiene su propio tiempo o ritmo inherente, por lo que cada uno debe regular los momentos según lo que sirva en su caso.
Para poder marcar la salida de la esfera del trabajo y dedicarse al descanso en tu propio tiempo, hay ciertas actividades que se pueden implementar a la rutina:
- Meditación
- Estiramientos,ejercicios o salir a caminar
- Cambiarse de prenda, como si se sacara un uniforme
- Siestas
- Incluir algún mandato entre medio, para marcar el final de la jornada laboral. Puede ser ir a comprar al supermercado o pasear a tu mascota.
- Imponer las comidas del día para que den un punto final al trabajo, como la merienda.
- Un baño, lavarse los dientes, cualquier actividad que te haga sentir bien y resulte en un corte de las obligaciones laborales.
- Ordenar el espacio: a veces poner todo en su lugar puede generar una sensación satisfactoria, como si se estuviera poniendo fin a todo lo que se hizo en el día.
- Hacer una lista de pendientes para el dia siguiente
- Tomarse un momento de soledad y silencio, para apreciar el momento, sin dispositivos electrónicos ni distracciones.