Se dice, sin caer en frases hechas, que todos los días del año tienen una causa, como por ejemplo el Blue Monday, el tercer lunes de enero, es considerado el día más triste del año, si entramos a valorar estos días de “felicidad” y “tristeza”, veremos cómo dejan de lado los componentes más importantes para cuantificar estos estados: los mecanismos internos y subjetivos que tienen las personas para aprender a ser feliz.
Por ejemplo los países que ahora están transitando los últimos días de la primavera y el comienzo del verano, reciben de buen agrado los días que duran más las horas de luz y aumenta la temperatura. Algunos podrán aprovechar para descansar o salir de vacaciones. Por tanto el verano incluye los días más felices del año y se habla del Yellow Day, que es el 20 de junio para el hemisferio Norte y 21 de diciembre para el Hemisferio Sur.
Aprender a ser feliz
La vida tiene una amplia paleta de colores. Es claro que los momentos tristes son inevitables y que, a lo largo de los años, nos tocará transitar duelos y frustraciones más de una vez. Pero los momentos de alegría, de placer, de disfrute, son mucho más frecuentes si entrenamos la capacidad de registrar estas emociones en las pequeñas cosas, cada día.
Y surgen muchos interrogantes: ¿Se puede ayudar a las personas a aumentar su felicidad? ¿Cómo se podría fomentar el bienestar subjetivo? ¿Por qué los hallazgos sugieren que los programas de entrenamiento mental ayudan a mejorar el bienestar psicológico? Es decir, ¿La felicidad es modulable y entrenable?
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¿Qué sabe la ciencia sobre la felicidad?
Un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology evaluó el bienestar subjetivo analizando la efectividad del entrenamiento mental para ayudar a desarrollar nuevas formas de nutrir nuestra propia felicidad.
La sensación de felicidad se ha conceptualizado como el bienestar experimentado por las personas, tanto en pensamientos como en sentimientos.
Desde los primeros estudios, el bienestar subjetivo se ha definido como la forma en que los individuos experimentan la calidad de su vida en tres aspectos mentales diferentes. Eso sí, interrelacionados.
Estos aspectos mentales son:
- El afecto negativo poco frecuente.
- El afecto positivo frecuente.
- Las evaluaciones cognitivas de satisfacción con la vida en varias áreas (salud física, relaciones y trabajo).
La sensación de felicidad se considera como el bienestar experimentado por las personas, tanto en pensamientos como en sentimientos
Se ha llevado a cabo un creciente estudio de investigación con el objetivo de identificar los factores que afectan a la felicidad, operacionalizados como el bienestar subjetivo. Aunque la definición de felicidad tiene una larga historia y se remonta a argumentos filosóficos y a la búsqueda de la sabiduría práctica, en los tiempos modernos se ha equiparado al hedonismo.
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¿Qué es el hedonismo?
El hedonismo se basa en el logro del placer inmediato, en la ausencia de afecto negativo y en un alto grado de satisfacción con la propia vida. No obstante, los expertos actualmente argumentan que el auténtico bienestar subjetivo va más allá de esta visión limitada y apoyan una interpretación de la felicidad como un esfuerzo eudemónico.
En la actualidad varios académicos sostienen que los altos niveles de bienestar subjetivo dependen de una perspectiva multidimensional que abarca componentes tanto hedónicos como eudemónicos. Desde este punto de vista los individuos parecen centrarse más en el funcionamiento psicológico óptimo, en vivir una vida profundamente satisfactoria y actualizar su propio potencial, crecimiento personal y sentido de autonomía. En psicología, esta postura se apoya en la teoría de la motivación humana de Maslow.
El programa mencionado para entrenar el bienestar subjetivo fue, esencialmente, un entrenamiento informado y suave de la mente, y en particular de las emociones. Estuvo basado en el principio de que el bienestar individual está indisolublemente ligado al desarrollo de las virtudes y fortalezas humanas internas.
Los altos niveles de bienestar subjetivo dependen de una perspectiva multidimensional que abarca componentes tanto hedónicos como eudemónicos
Como el equilibrio emocional, el yo interno, conciencia, una actitud abierta y solidaria hacia uno mismo y los demás. Todo ello dota a la persona de una claridad mental que puede fomentar una comprensión más profunda de la propia realidad y la de los demás.
Hasta la fecha, la evidencia sugiere que la felicidad es, en cierta medida, modulable y entrenable. Por lo tanto, las estrategias cognitivas y conductuales simples que los individuos eligen en sus vidas podrían mejorar la felicidad, más que las condiciones externas y ambientales que proponen el Yellow day.
Las estrategias cognitivas y conductuales simples que los individuos eligen en sus vidas podrían mejorar la felicidad, más que las condiciones externas y ambientales
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Qué pasa cuando no es siempre todo estímulos positivos
Entonces ¿Por qué no nos preguntamos lo inverso? ¿Por qué nos entrenamos día a día, sin saberlo, para no ser felices?
La concepción exclusivamente hedonista y externa de la felicidad ha calado en nuestros cerebros sobrestimulados de noticias. Consejos, novedades y una infinidad de material disponible para ser consumido. Sin elegirlo, sin pedirlo o sin saber por qué y para qué.
Con nuestros cerebros raptados por tanta información externa, buscar el cero afecto negativo es una objetivo sumamente difícil de alcanzar. Al final, para sobrevivir y adaptarse a la naturaleza humana, existe un gran volumen de emociones displacenteras necesarias que deben ser experimentadas. El afecto negativo forma parte de nuestro día a día.
Otra condición que buscamos con demasiada intensidad, duración y frecuencia es el hedonismo. Obviamos como la habituación disminuirá y cambiará lo hedónico y cómo, para resistirnos a ello, aumentaremos lo deleitable hasta cotas tan altas que serán incompatibles con las demás demandas.
En definitiva, para conseguir un mejor bienestar subjetivo (o felicidad) no debemos poner el foco solo en lo externo
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Saber qué hay que entrenar para conseguir un mejor estado interno está cada vez más cerca. Los resultados de las investigaciones en psicología muestran que nuestro cerebro podrá adaptarse. Pero, ¿le conviene a la industria que esto suceda? Y lo más importante, ¿queremos que pase?
Los resultados de las investigaciones en psicología muestran que nuestro cerebro podrá adaptarse
Los beneficios de los programas de entrenamiento mental contemplativo para mejorar nuestro estado subjetivo de felicidad hablan por si solos. Eso sí, el desconocimiento general de la población sobre estos programas y medidas hace que sean mirados con desconfianza e incredulidad.
Aunque no lo creas, a ser feliz se aprende. Si uno desarrolla la capacidad de manejar correctamente las emociones y fortalece la flexibilidad psíquica y la resiliencia, enfrenta mejor los retos que nos presenta la vida. Y cuando uno encara las cosas con otra actitud, el círculo virtuoso se potencia porque generamos más endorfinas, nos reímos más, nos estresamos menos, y todo eso tiene un importante impacto en nuestra salud.
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