La biorretroalimentación es una técnica que sirve para aprender a controlar las funciones corporales, como la frecuencia cardíaca. Basicamente consiste en conectar sensores eléctricos para recibir información (retroalimentación) sobre tu cuerpo (bio).
Esta retroalimentación ayuda a que te enfoques en los cambios sutiles que tu cuerpo necesita, como relajar ciertos músculos, para lograr los resultados deseados (aliviar el dolor, por ejemplo). En resumen, la biorretroalimentación permite controlar el cuerpo con la mente, generalmente para recuperarse de una enfermedad o mejorar el rendimiento físico.
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Compartimos a continuación un informe elaborado por personal especializado de Mayo Clinic, en el que se detalla los diferentes aspectos que debemos considerar si estamos evaluando el uso de esta técnica o si deseamos conocer más sobre ella.
Tipos de biorretroalimentación
Tu terapeuta puede emplear varios métodos diferentes de biorretroalimentación. La determinación del método adecuado para cada uno depende de los problemas de salud y de los objetivos personales. Los métodos de biorretroalimentación son:
- Ondas cerebrales. En este método se colocan sensores en el cuero cabelludo para ver las ondas cerebrales con un electroencefalograma (EEG).
- Respiración. Durante la biorretroalimentación respiratoria, se colocan bandas alrededor del abdomen y el pecho para controlar el patrón respiratorio y la frecuencia respiratoria.
- Frecuencia cardíaca. En este tipo de biorretroalimentación se colocan sensores con un dispositivo denominado fotopletismógrafo en los dedos o los lóbulos de la oreja, o se colocan sensores en el pecho, en la parte inferior del torso o en las muñecas para hacer un electroencefalograma a fin de medir la frecuencia cardíaca y la variabilidad de la frecuencia cardíaca.
- Músculo. Este método de biorretroalimentación consiste en colocar sensores sobre los músculos esqueléticos con una electromiografía (EMG) para ver la actividad eléctrica que causa la contracción muscular.
- Glándulas sudoríparas. Se colocan sensores alrededor de los dedos o en la palma o muñeca y con una electrodermografía (EDG) se mide la actividad de las glándulas sudoríparas y la cantidad de transpiración en la piel a fin de advertir que sobreviene ansiedad.
- Temperatura. Se colocan sensores en los dedos o en los pies para medir el flujo de sangre hacia la piel. Debido a que la temperatura suele descender ante una situación de estrés, un valor bajo puede servirte de alerta para empezar con técnicas de relajación.
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Dispositivos de biorretroalimentación
Podés informarte sobre la biorretroalimentación en clínicas de fisioterapia, centros médicos y hospitales. Cada vez se comercializan más programas y dispositivos de biorretroalimentación para uso doméstico, entre ellos:
Programas interactivos para computadoras o dispositivos móviles.
Algunos tipos de dispositivos de biorretroalimentación miden cambios fisiológicos en el cuerpo, como los cambios en la piel y la actividad de la frecuencia cardíaca, usando uno o más sensores conectados a los dedos o la oreja. Los sensores se conectan a la computadora.
Mediante avisos y gráficos de computadora, los dispositivos te ayudan a controlar el estrés regulando la respiración, relajando los músculos o con pensamientos positivos. Algunos estudios demuestran que estos tipos de dispositivos pueden mejorar las reacciones ante momentos de estrés e inducir una sensación de calma y bienestar.
Otro tipo de terapia de biorretroalimentación consiste en usar una cinta en la cabeza que controla la actividad cerebral mientras meditas. La cinta emite sonidos para indicarte cuándo tienes la mente en calma y cuándo está activa para ayudarte a aprender cómo controlar tu respuesta ante el estrés. La información de cada sesión puede almacenarse en la computadora o el dispositivo móvil.
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Dispositivos portátiles
Un tipo de dispositivo portátil requiere colocar un sensor en la muñeca para controlar tu respiración y seguir tus patrones respiratorios con una aplicación que se puede descargar. La aplicación puede alertarte cuando estés bajo tensión prolongada y ofrecerte actividades de respiración guiada para que recuperes la calma.
Otro dispositivo de biorretroalimentación, el Resperate, sirve para reducir el estrés y la presión arterial. El Resperate es un dispositivo electrónico portátil que ayuda a respirar lenta y profundamente.
Sin embargo, muchos dispositivos de biorretroalimentación comercializados para uso doméstico no están regulados. Antes de probar una terapia de biorretroalimentación en casa, analizá junto a tu médico los distintos tipos de dispositivos para determinar cuál es el más adecuado para vos.
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Tené en cuenta que algunos productos pueden comercializarse falsamente como dispositivos de biorretroalimentación y que no todos los profesionales tienen buena reputación. Si un fabricante o profesional de biorretroalimentación afirma que un dispositivo puede examinar los órganos en busca de enfermedades, detectar impurezas en la sangre, curar trastornos o enviar señales al cuerpo, consulta con tu médico antes de usarlo, ya que podría ser ilegítimo.
Para qué sirve
La biorretroalimentación, también llamada «instrucción sobre biorretroalimentación», sirve para ayudar a controlar muchos problemas de salud física y mental, como:
- Ansiedad o estrés
- Asma
- Trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
- Efectos secundarios de la quimioterapia
- Dolor crónico
- Estreñimiento
- Incontinencia fecal
- Fibromialgia
- Dolor de cabeza
- Presión arterial alta
- Síndrome del colon irritable
- Mareo por movimiento
- Enfermedad de Raynaud
- Zumbido de oídos (tinnitus)
- Accidente cerebrovascular
- Trastorno de la articulación temporomandibular
- Incontinencia urinaria
La biorretroalimentación atrae a las personas por diversos motivos:
- No es invasiva
- Puede reducir o eliminar la necesidad de medicamentos
- Puede ser un tratamiento alternativo para las personas que no toleran los medicamentos
- Puede ser una opción cuando los medicamentos no surten efecto
- Puede ser una alternativa a los medicamentos para algunas enfermedades durante el embarazo
- Ayuda a las personas a asumir la responsabilidad de su salud
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Cómo prepararse
La biorretroalimentación no necesita ninguna preparación especial.
Para encontrar un terapeuta de biorretroalimentación, preguntale al médico o a otro profesional de salud con conocimientos sobre terapia de biorretroalimentación que te recomiende a alguien que tenga experiencia en el tratamiento de tu trastorno. Muchos terapeutas de biorretroalimentación cuentan con licencia en otra área del cuidado de la salud, como enfermería o fisioterapia, y podrían trabajar bajo la orientación de un médico.
Las leyes estatales que regulan a los profesionales de biorretroalimentación varían. Algunos terapeutas de biorretroalimentación optan por certificarse para demostrar que están más capacitados y tienen experiencia en la práctica.
Antes de comenzar un tratamiento de biorretroalimentación, preguntá al posible terapeuta lo siguiente:
- ¿Tiene usted licencia, certificado o registro profesional?
- ¿Cómo se capacitó y cuál es su experiencia?
- ¿Tiene experiencia en proveer retroalimentación para mi afección?
- ¿Cuántas sesiones de biorretroalimentación cree que necesitaré?
- ¿Cuál es el costo y lo cubre el seguro médico?
- ¿Puede proporcionarme una lista de referencias?
Lo que podés esperar
Durante la sesión de biorretroalimentación, el terapeuta te conecta sensores en distintas partes del cuerpo para controlar el estado fisiológico de tu cuerpo, como las ondas cerebrales, la temperatura de la piel, la tensión muscular, la frecuencia cardíaca y la respiración. Luego, se te devuelve esa información a través de señales, como un pitido o una luz parpadeante.
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La retroalimentación te ayuda a modificar o controlar las reacciones fisiológicas de tu cuerpo porque te cambia la mentalidad, las emociones o el comportamiento. Eso, a su vez, puede ayudar a tratar la afección para la cual necesitabas tratamiento.
Por ejemplo, la biorretroalimentación puede precisar los músculos que se tensionan para provocar dolor de cabeza. Luego, aprendés cómo lograr cambios físicos positivos en tu cuerpo, como relajar esos músculos específicos, para reducir el dolor. El objetivo fundamental de la biorretroalimentación es que aprendas a usar esas técnicas en casa y por tu cuenta.
Una sesión típica de biorretroalimentación dura entre 60 y 90 minutos. La duración y la cantidad de sesiones se determinan en función de la afección y de la rapidez con la que aprendes a controlar tus reacciones físicas. Es posible que necesites al menos de 10 a 15 sesiones, lo cual puede aumentar el costo y requerir más tiempo; además, el seguro de salud podría no cubrir la biorretroalimentación.
Si la biorretroalimentación surte efecto, podría ayudarte a controlar los síntomas de tu afección o a reducir la cantidad de medicamentos que tomas. En última instancia, podrás practicar por tu cuenta las técnicas de biorretroalimentación aprendidas, aunque posiblemente debas continuar con el tratamiento normal para tu afección.
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Por personal de Mayo Clinic