Son tiempos de mucho estrés. La pandemia ha afectado seriamente la salud mental y la sobrecarga de tareas y emociones negativas han afectado la concentración, la memoria y otras habilidades mentales. De hecho, según un flamante estudio publicado en la revista Clinical Epidemiology, las consultas sobre estos temas se triplicaron en 10 años. Para estar alerta y prevenir el avance de las demencias, te contamos qué es el deterioro cognitivo leve y cómo identificarlo.
También la Organización Mundial de Salud ha advertido que la crisis sanitaria mundial ha generando un fuerte impacto en la salud mental y que se han detectado cada vez más casos de deterioro cognitivo post Covid.
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Qué es el deterioro cognitivo
El proceso vital tiene un ciclo que no podemos esquivar. Con el correr de los años, es normal que disminuyan algunas capacidades cognitivas y que se reduzca la velocidad con la que respondemos ante algunos desafíos más o menos complejos.
De todos modos, si bien el declive de las funciones cerebrales puede ser algo puntual y transitorio, asociado al estrés, hay señales que advierten que es necesaria una consulta médica. Es la recomendación de todos los médicos porque la pérdida de memoria puede ser uno de los primeros signos de una demencia u otra enfermedad mental. Advertirlos, reconocerlos y actuar sobre los síntomas del deterioro cognitivo puede hacer una gran diferencia.
El deterioro cognitivo es el declive o alteración de las funciones intelectuales y cognitivas. Estas habilidades incluyen la memoria, la atención, las funciones ejecutivas, la capacidad visoespacial (habilidad para representar y manipular objetos mentalmente) y el lenguaje, entre otras.
Según expertos de la Clínica Mayo, el deterioro cognitivo se caracteriza por problemas de memoria, lenguaje, pensamiento o juicio. El espectro de este declive puede ser muy amplio: cuando es leve, la persona puede llevar una vida totalmente independiente. Si el cuadro es severo, la capacidad para llevar una vida normal se ve muy limitada.
Signos de alerta: cómo detectar el deterioro cognitivo leve
Es importante conocer qué señales pueden advertir un cuadro deterioro cognitivo y en qué casos la pérdida de memoria puede ser un signo de distintos tipos de enfermedades mentales o del sistema nervioso.
Algunos síntomas que pueden indicar un posible deterioro cognitivo leve son:
- Olvidos frecuentes. Comienzas tener dificultades para recordar personas u orientarte en lugares y entornos conocidos.
- Reducción en la capacidad de juicio. Mayor impulsividad e irritabilidad.
- Desorden mental, confusión. Quizá pierdes el hilo de una película que estás viendo o aún de las conversaciones y los pensamientos.
- Malestar psíquico. Empiezas a sentirte abrumado por tener que tomar decisiones o sencillamente planificar una rutina o tarea.
- Ansiedad.
- Depresión, desgano y apatía.
El deterioro cognitivo leve es el que no tiene gran impacto en la vida diaria. No es invalidante. Cuando empieza a afectar el desarrollo normal de actividades se puede llegar a hablar de un caso de demencia
Los neurólogos destacan que el declive de las funciones ejecutivas o cambios cerebrales que impliquen un impacto significativo, donde se note un claro deterioro respecto al funcionamiento previo, son "sí o sí" un motivo de consulta médica.
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Cómo prevenir el deterioro cognitivo
El deterioro cognitivo leve no siempre se puede prevenir, pero sí se puede retrasar o enlentecer. Según distintas investigaciones, algunos factores ambientales pueden incidir en el desarrollo de esta afección.
Para prevenir el deterioro cognitivo, los médicos recomiendan:
- Evitar el consumo excesivo de alcohol.
- Limita la exposición a la contaminación del aire.
- No fumar.
- Llevar una dieta rica en nutrientes con muchas frutas y verduras y baja en grasas saturadas.
- Controlar la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y la depresión.
- Practicar una buena higiene del sueño.
- Tener una vida social activa.
- Hacere jercicio regularmente a una intensidad de moderada a fuerte.
- Usar un audífono si sufres pérdida auditiva.
- Estimular la mente con rompecabezas, juegos y entrenamiento de la memoria.
Para entender mejor cómo es el diagnóstico, es importante recurrir a fuentes autorizadas y expertos en el tema.
Tratamiento del deterioro cognitivo leve
Actualmente, existen dos tipos de tratamiento para el deterioro cognitivo: los farmacológicos y los no farmacológicos, que están cobrando cada vez más fuerza entre los profesionales. Estas terapias son tratamientos no químicos orientados a estimular y mantener el rendimiento en los procesos cognitivos, estimular la afectividad, las relaciones sociales y la autoestima, potenciar la independencia en la vida diaria e incrementar la calidad de vida del paciente y de sus familiares y cuidadores.
Dentro de este tipo de terapias encontramos la estimulación cognitiva, la actividad física, la intervención conductual, el entrenamiento en actividades de la vida diaria o la reminiscencia, entre otras.
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En todo caso, según los médicos, el tratamiento del deterioro cognitivo va a depender, sobre todo, de la causa que está provocando es declive en las funciones cerebrales. En caso de que tengamos alguna causa, las conocidas como reversibles -como el déficit de una vitamina o algunos procesos autoinmunes- los tratamientos apuntarán directo hacia ella.
De todos modos, la mayoría de los casos de deterioro cognitivo son de origen neurodegenerativo: tienen que ver con el envejecimiento vascular. Este proceso no es reversible pero sí puede ser más lento y hay tratamientos con fármacos que intentan disminuir sus manifestaciones.
Además, hay medidas no farmacológicas. Por ejemplo, en el estudio británico recomiendan a los médicos indicar el ejercicio aeróbico, algo que reduce sensiblemente el deterioro cognitivo en las personas mayores. También es clave controlar la diabetes tipo 2, una enfermedad que envejece el cerebro de forma muy marcada.
Cuidar la salud cerebral está en tus manos. El entrenamiento cognitivo, unido al ejercicio físico, incide positivamente sobre las características funcionales del cerebro. Está probado que favorece una mayor eficiencia del procesamiento neuronal y estimula la plasticidad. Si bien no revierte o detiene el proceso neurodegenerativo subyacente, mejora el rendimiento cognitivo y la calidad de vida del paciente cambia notablemente.
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