La salud mental es una parte fundamental de la vida cotidiana, ya que es una forma de controlar las emociones y mantener el buen equilibrio dentro de los asuntos internos y personales. Al no mantener un buen pensamiento mental y mantener una postura depresiva y pesimista constante, la mente y el cuerpo comienza a reaccionar de forma negativa. Conoce la importancia de mantener una buena salud mental y cómo lograr esa estabilidad emocional.
La importancia de mejorar la salud mental
Al hablar de salud mental, se está haciendo referencia a todo lo relacionado con la parte emocional, la social y lo psicológico que, al no estar del todo bien, se ven perjudicadas. Contar con una buena salud mental es clave para manejarse durante el día a día.
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Permanecer en emociones estancadas, con poca motivación, con tristeza y demás pensamientos poco saludables hacen que el rendimiento en las actividades (tales como el trabajo, los estudios, los deportes, las relaciones sociales, etc.) sea cada vez más bajo. Esto genera que la calidad de vida sea cada vez peor, dándole así poca importancia al bienestar mental emocional y siempre enfocándose en lo malo. La forma de actuar, de pensar y de sentir se ven notablemente afectadas.
Factores de trastornos mentales
Un ejemplo de causa de desequilibrio en la salud mental es la depresión. Esta enfermedad logra aumentar el riesgo de muchos tipos de problemas de salud física, sobre todo afecciones duraderas como diabetes, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares. A su vez, la presencia de condiciones crónicas puede aumentar el riesgo de enfermedad mental.
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Existen muchos factores que incitan a desequilibrar la paz mental, ya sea por la gravedad del acontecimiento, por la confusión que causó, por la sorpresa de lo sucedido, etc. Ya que no se puede hacer referencia a una sola causante de un trastorno mental, entre las que sí se pueden identificar encontramos las siguientes:
- Trauma o un historial de abuso: abuso infantil, agresión sexual, presenciar violencia.
- Afecciones médicas continuas (crónicas): cáncer, diabetes, tumores.
- Factores biológicos o desequilibrios químicos en el cerebro
- Manipulación de sustancias nocivas: alcohol y drogas.
- Sentimientos de soledad o aislamiento.
Consejos para una buena salud mental
La institución académica estadounidense de Harvard ha proporcionado una serie de consejos y recomendaciones útiles para ayudar a las personas a lograr mejorar el estado de su propia salud mental.
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En muchas ocasiones resultan actividades sencillas y tranquilas, pero de igual manera benefician a mantener un buen equilibrio de emociones y pensamientos en la cabeza.
Poner limitaciones
Entablar frenos y límites con las personas que nos rodean es muy importante para garantizar un buen estado de actitud y pensamiento. Esto se debe a que, con la imposición de reglas, haya más conciencia sobre el valor propio, los gustos personales, las preferencias y las capacidades de lo que uno es capaz de hacer.
Sentirse forzada a llevar a cabo determinada tarea de manera constante, de forma tal que no es parte del interés propio, ocasiona un desgates mental y una insatisfacción que comenzará a ser cada vez más grande.
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Saber decir que “no” y reconocer cuáles son las limitaciones propias genera un contexto mucho más sano, no solo con uno mismo sino que también con las relaciones y vínculos externos.
Ser comprensible y amable con uno mismo
Es común acompañar y ayudar a familiares y amigos que tienen problemas para cumplir determinada meta. Al tener un estrecho vínculo con estas personas, se busca brindarles apoyo y entendimiento para motivarlos al momento de toparse con algún obstáculo o error.
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Sin embargo, esto cambia mucho cuando se trata de uno mismo. En estos casos se suele autoexigirse demás para poder alcanzar un logro, en poco tiempo y sin fallos algunos. Esto es otra de las formas en las cuales la salud mental se puede ver gravemente afectada. No reconocer los pequeños logros y poner el enfoque en la constante superación le saca el foco al progreso y avance que se va dando en un aprendizaje.
Es por ello que, al igual que se hace con los seres queridos, es necesario entenderse a uno mismo y no reprocharse tanto al momento de cometer un error. Aprender de los tropezones y tener autocompasión ayuda a largo plazo a mejorar el desempeño y el crecimiento profesional, dando como resultado un mayor éxito en el futuro.
Pedir ayuda
Acercarse a hablar con alguien sobre algún tema personal que genere preocupación es una tarea que pocas personas hacen. Por lo general se cree que pedirle ayuda a alguien es señal de debilidad o de falta de madurez emocional, sin embargo el hablar y comunicar las cosas es uno de los pasos principales para resolver los problemas.
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Requiere de valentía para poder expresar las incomodidades que uno tiene y poder recibir el apoyo de alguien más. A veces haciendo las cosas por cuenta propia no es suficiente para alcanzar un objetivo. Aceptar la mano colaboradora de alguien más siempre será una buena manera de compartir las emociones que uno siente y hacer que todo el proceso sea mucho más ameno y transitable.
Acostumbrarse al perdón
Aferrarse a sentimientos como la ira, el resentimiento, el enojo, los celos, la bronca y demás pensamientos negativos solo hará que la salud mental empeore. Esto incluso puede llevar a ocasionar alguna depresión crónica, estrés o bien ansiedad.
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Según las recomendaciones del instituto de Harvard, dejar ir los malos sentimientos y dejar espacio para la comprensión, la compasión y la empatía puede ayudar a traer paz mental y avanzar en un espacio mental mucho más saludable.
Si bien el perdón puede llegar a resultar complejo en determinados contexto, existen otras alternativas para practicar esta acción. Se puede iniciar a escribir un diario durante las noches, mantener charlas con seres queridos o hasta incluso empezar sesiones con algún terapeuta.
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