Es probable que jamás hayas oído hablar de ella hasta que un médico o especialista en trastornos del sueño la menciona. Se llama mascarilla CPAP y, en general, aparece en tu vocabulario cuando a ti o a alguien de tu entorno le diagnostican apnea obstructiva del sueño (AOS). La herramienta terapéutica para combatir el problema es una máscara o cámara de aire que te ayuda a respirar mejor y prevenir problemas mayores.
Si no logras tener un buen descanso, roncas mucho o te despiertas con frecuente, es importante consultar. Las apneas del sueño deben ser controladas y, en muchos casos, tratadas porque provocan numerosas pausas breves en la respiración mientras duermes, algo que puede incluso poner en riesgo tu vida. Es allí cuando los médicos recomiendan como tratamiento la presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés).
Mascarilla CPAP: qué es y para qué sirve
Con la mascarilla CPAP, las apneas en general disminuyen mucho o desaparecen. Es el tratamiento principal para el trastorno obstructivo del sueño y consiste en un aparato similar a una máscara, que está conectada a una bomba de aire. La bomba empuja aire hacia las vías respiratorias y las mantiene abiertas mientras duermes.
El uso de la CPAP puede reducir significativamente la cantidad de pausas respiratorias durante la noche. Es muy efectiva si se realiza bien. El problema es que aproximadamente un tercio de los usuarios de la CPAP no siguen el tratamiento por problemas de incomodidad, conveniencia y claustrofobia, según una revisión de estudios publicada en el Journal of Otolaryngology - Head & Neck Surgery.
Encontrar una mascarilla que resulte cómoda y viable para cada uno es importante porque los riesgos de la apnea obstructiva del sueño son importantes. Un estudio sueco publicado en la revista Sleep reveló que, si no se trata, duplica el riesgo de un accidente automovilístico.
Además, a largo plazo sobrecarga el corazón, lo que aumenta el riesgo de sufrir presión arterial alta, arritmia, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular. De hecho, un estudio publicado en 2018 en el Journal of the American Heart Association de más de 40,000 adultos daneses con apnea del sueño encontró que aquellos que no usaban la CPAP tenían un 38% más de riesgo de insuficiencia cardíaca que aquellos que la usaban.
"Los pacientes a veces preguntan si pueden morir por no recibir tratamiento para la apnea del sueño. La respuesta corta es sí", destacan los médicos de la Clínica Mayo de Estados Unidos.
Cómo funcionan las máquinas CPAP
Si tu médico te ha recomendado usar una mascarilla CPAP, te explicamos cómo funciona y cómo aprovechar al máximo esta terapia.
En las personas que padecen este trastorno, los músculos del cuello y la garganta se relajan durante el sueño, lo que hace que el tejido blando de la parte posterior de la garganta se colapse e impida que el aire llegue a las vías respiratorias. Eso provoca una serie de pausas parciales o totales en la respiración, a veces cientos de ellas cada noche.
Lo que hace la máscara CPAP es enviar suficiente aire a las vías respiratorias superiores para mantenerlas abiertas. Se ha demostrado que el tratamiento mejora la calidad del sueño, reduce la somnolencia diurna, ayuda a normalizar la presión arterial y alivia otros riesgos de salud relacionados.
Es un tratamiento que ya tiene varias décadas y que ha ido evolucionando, con lo cual las máquinas para la apnea del sueño son cada vez mejores, más fáciles de tolerar, más silenciosas y menos aparatosas que los dispositivos más antiguos. Es más, muchas de las CPAP más modernas te permiten comenzar la noche con una presión de aire más baja y hacer que esa presión aumente gradualmente después de quedarte dormido. Esto puede reducir la sensación de que el aire entra por la nariz o la boca.
Algunas unidades de CPAP incluso se ajustan automáticamente a los patrones de tu respiración, aumentando o disminuyendo la presión del aire durante la noche según sea necesario.
Cómo elegir una máquina CPAP
Es importante elegir una mascarilla facial de CPAP que trate de forma efectiva tu apnea del sueño individual a la vez que maximiza tu comodidad. Habla con tu médico sobre tus necesidades específicas para determinar la que sea correcta para ti.
Es importante que le cuentes si, mientras duermes, por lo general respiras por la boca, si lo haces por la nariz, si valoras la facilidad de uso, si prefieres que sea lo más pequeña posible, etc.
La clave de la adherencia al tratamiento es encontrar una mascarilla de CPAP que sea lo suficientemente cómoda como para permitirte dormir. Es muy personal, con lo cual lo ideal es alquilar una por un breve tiempo y probarla, o pedir muchas recomendaciones.
La mayoría de las personas no acaban quedándose con el primer dispositivo que prueban. Suelen probar dos o tres antes de encontrar el que mejor se adapta a sus necesidades.
Tipos de mascarillas CPAP
Hay tres tipos principales de mascarillas de CPAP disponibles:
- Almohadillas nasales: son pequeños tapones de plástico que se colocan justo debajo de las fosas nasales y dirigen el flujo de aire a las fosas nasales. Las almohadillas nasales son la opción más pequeña y ligera y requieren un contacto mínimo con la cara del usuario. Sirve a quienes necesitan una configuración de presión de aire de baja a moderada, pero pueden causar irritación y molestias nasales. No suele ser útil para quienes respiran por la boca.
- Mascarilla nasal: cubre la cara desde el puente de la nariz hasta la parte superior del labio superior, creando un sello sobre la nariz pero no la boca. Su flujo de aire es más natural que el que proveen las almohadillas nasales. Tampoco suele ser muy útil para quienes respiran por la boca.
- Mascarilla facial completa: cubre tanto la nariz como la boca, formando un sello sobre ambas vías respiratorias. Puede ser una buena opción para las personas con alergias o problemas médicos que les dificultan respirar por la nariz mientras duermen.
¿Cuánto cuesta una CPAP? El precio de un buen dispositivo oscila entre 100 y 300 dólares. La CPAP neonatal es diferente y tiene otros valores.
Cómo usar una máscara CPAP
La recomendación de los médicos es tener paciencia. Puede tomar de dos o tres semanas hasta que el paciente se sienta cómodo durmiendo con la CPAP, y de cuatro a seis semanas antes de que empiece a notar realmente los beneficios. A muchas personas les resulta bien una introducción gradual.
¿Cuánto tarda en hacer efecto el CPAP? Cada paciente que sufre de apnea del sueño es diferente y el tiempo de adaptación es bastante variable. En general, se tarda entre dos y seis semanas en adoptar el uso del dispositivo y la mascarilla CPAP.
Puedes usarla entre 20 y 30 minutos antes de acostarte, mirando la televisión o leyendo un libro, e ir estirando el tiempo.
Si la mascarilla que te pareció adecuada durante el ajuste te resulta incómoda después de unas cuantas noches o te cuesta trabajo ajustarla, comunícate con tu médico especialista en medicina del sueño o con el proveedor del equipo médico. Es posible que necesites consejos sobre cómo ajustarla o un estilo diferente de mascarilla.
"La presión positiva continua sobre las vías respiratorias es un importante tratamiento para la apnea obstructiva del sueño, pero puede ser frustrante al comienzo. Infórmate sobre cómo evitar las mascarillas incómodas y otros problemas frecuentes de la presión positiva continua sobre las vías respiratorias", aconsejan los expertos de la Clínica Mayo.
¿Cuánto tiempo se puede usar el CPAP?
La mayoría de fabricantes recomiendan el cambio de la mascarilla completa por lo menos una vez al año, para poder optimizar la terapia de presión positiva y eliminar la apnea obstructiva del sueño.
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