"Para conectar con el deseo hay que tomar el hacha, calzarse los borceguíes y hacerle frente al matorral del monte. Salir en búsqueda de nuestra felicidad. Y no será un viaje hacia ninguna parte, será un viaje de vuelta al centro de una misma". Así, sin eufemismos y con la potencia de una imagen que lo dice todo, Dafne Schilling hilvana las páginas de un libro que nos invita a reconectar con la intimidad que nos habita, con el sonido interior que vibra inevitablemente en lo más profundo de nosotros y que insiste en asomar, una y otra vez, hasta hacerse un lugar en la vida cotidiana. En el presente.
A ese viaje positivo, energizante, nos convoca Dafne en su nuevo libro, "La ruta del deseo". A través de cuatro estadios -La búsqueda, La entrega, El milagro y La presencia-, nos propone la aventura de entrenar la capacidad de registrar los pensamientos y abrazar las emociones. Una aventura para entrar en un contacto con un universo más personal, más genuino y, como dice ella, "congruente con el corazón".
La ruta del deseo
"Este libro es una invitación a reflexionar acerca del proceso que se atraviesa cuando buscamos conquistar aquello que deseamos. No todos buscamos lo mismo, pero todos recorremos un camino similar, deseemos lo que deseemos. Y, en esa universalidad, podemos encontrar un sentido, el de los pasos…". Es allí donde Dafne Schilling pone el foco, la lupa, la cita con el lector. En el recorrido y en todo lo que surge durante esa búsqueda, durante el regreso a uno mismo para crear, desde allí, un mundo que sintamos más propio y más feliz.
Actriz, bailarina e instructora de yoga, Dafne fundó Yoga Booty Ballet en Argentina (YBB) y luego creó el programa "Intención en Movimiento", que desarrolla un "método para reconectar con nuestras emociones a través del poder de la danza, el yoga y la meditación". En sus clases, talleres, retiros, programas online y libros, fusiona el poder del movimiento con "propuestas de autodescubrimiento para generar una mayor conexión con nuestra esencia y nuestra verdad".
Reconocernos, dice, libera el alma. Crea el mundo. Tu mundo. El de cada uno. Hasta allí nos llevan cada uno de sus libros. En 2018 publicó "Doce estaciones del alma" (Grijalbo), que fue un récord de ventas, y luego llegó el turno de "Despertá tu magia". Su tercer obra, "La ruta del deseo", nos convoca a estrechar esa conexión con la esencia para, desde allí, diseñar un trayecto propio hacia las metas más personales.
Conversaciones con Dafne Schilling
Charlamos con Dafne sobre su último libro, de reciente publicación, para hablar sobre el lugar del deseo hoy y sobre la posibilidad de aprehenderlo, de conocerlo y abrazarlo en tiempos de tensiones varias. Me pregunto, al conversar con sus páginas como mujer, como mamá, como profesional, cómo hacer lugar a lo blando, lo receptivo, lo contenedor, la serenidad, en una cultura que estimula y valora lo aguerrido, el triunfo y hasta el estrés como sinónimo de éxito.
Sus respuestas nos regalan la posibilidad de seguir pensando... Con ella, con el espejo de sus tramos y preguntas, pero escuchando, a la par, el propio latido. El camino hacia nosotros.
Dafne, hoy en día, cuando se habla de empoderar a la mujer, muchas veces esa propuesta se asemeja bastante a acercarla a lo peor de lo masculino tradicional, casi como competencia. ¿Cuál es tu mirada sobre el empoderamiento desde lo femenino?
Me gusta pensar en la integración de lo femenino y lo masculino en el ser humano. En mis prácticas, talleres y libros, le hablo a las mujeres porque es el público con las que mayormente trabajo, y recalco que la presencia de lo femenino y masculino está en todo: es el yin yang disponible en la vida y en nosotros.
Creo que el empoderamiento reside en esa integración y en el objetivo de que siempre vaya de la mano de la congruencia en cada corazón. Creo que en todos residen diferentes cualidades, algunas más despiertas y otras más dormidas. Y que, en el momento en el que nos preguntamos lo que sería necesario para nosotros, podemos registrar si es hora de hacerle un llamado a la blandura entre medio de tanta exigencia. Hacerle lugar a lo blando es tomarnos un momento para preguntarnos cómo estamos, cómo nos sentimos, qué necesitamos. Cuanto más pausa, más espacio para la flexibilidad y la blandura.
La palabra deseo en nuestra cultura está sexualizada, está en general asociada al deseo sexual. ¿Cuál es tu mirada sobre el deseo? ¿Cómo lo defines? ¿Cómo pensar el deseo en la mujer?
Recuerdo que cuando conté el título de mi libro, me daba miedo que la gente pensara en algo vinculado a lo sexual, pero la mayoría de las respuestas fue otra: la gente con la que hablé lo asoció más bien a un término psicológico, vinculado al lugar en el que queremos estar. Eso me sorprendió para bien. Entonces, no sé si puedo afirmar que la palabra deseo esta asociada a lo sexual.
En mi libro "La ruta del deseo", se traza un camino desde el momento en que un deseo aparece en nuestra mente y espíritu, hasta que sucede o no sucede, y, en el medio, nos atraviesan muchas emociones. Entonces, mi pregunta fue qué hacemos con lo que sentimos.
Para mí, el deseo es la guía o el faro hacia donde queremos estar o hacia lo que queremos tener de la vida. A medida que vas leyendo el libro, vas atravesando distintas etapas emocionales, con la búsqueda de aquello que deseamos, la entrega hacia lo que la vida tenga pensado para nosotros, el milagro o la capacidad de registrar varios milagros como destellos de magia o "momentos wow", que nos dejan sin aliento del asombro, hasta llegar a la presencia, porque no somos capaces de percibir nada milagroso en el camino si no hay presencia. Para mí, el deseo, son varias rutas que se trazan en el misterioso camino de la vida.
¿Cuál es el lugar del cuerpo en el deseo? ¿Cómo integrarlo?
Se dice que en nuestro segundo chakra, vinculado con la pelvis en el cuerpo, nacen los deseos. Es el que está vinculado con nuestro universo emocional, con la capacidad de sentir y registrar nuestro templo interior. Los experimentamos como sensaciones placenteras o poco placenteras, cosas a las cuales nos queremos acercar o alejar.
El camino que yo comparto tanto en mis libros como en mis talleres y prácticas de INTENCIÓN EN MOVIMIENTO (mi método) es poner el movimiento al servicio de las emociones o viceversa. Es a través de mover el cuerpo, respirar con él, hablar y expresar las emociones en el cuerpo, la manera que encuentro para integrar nuestras distintas voces y profundizar en nuestra conexión con la verdad de cada uno.
Animarse a transitar la ruta de la vida...
Dafne Schilling nos propone en las páginas de su último libro una manera de comprender y de integrar las etapas emocionales que atravesamos como si fueran estaciones en una ruta. La ruta de la vida y del deseo. Intentando vivir con felicidad desde la plena presencia, abrazando y aceptando sus tiempos y lo que nos es dado.
Para reconectar y resetear lo mejor de nosotros.
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