Estamos cerca de detectar múltiples tipos de cáncer con una simple prueba de aliento

Podría usarse para diagnosticar cáncer de esófago, estómago, páncreas, colon o hígado. Basta con soplar en una bolsa o dispositivo para identificar tumores en las primeras etapas.

La ciencia y los avances médicos están arrinconando, poco a poco, al cáncer. Las tasas de supervivencia aumentan, las terapias evolucionan hacia tratamientos más eficaces y menos invasivos, la sobrevida se estira. Sin embargo, algo no solo no cambia sino que se profundiza: la clave sigue siendo el diagnóstico precoz. Detectar las células cancerígenas en los primeros momentos o etapas puede decantar la balanza a favor del paciente, incluso en tipos de cáncer que, solo un poco más tarde, ya serán letales.

No debemos olvidar que cada mes de retraso en iniciar el tratamiento puede aumentar un 10% el riesgo de muerte. Por eso no es extraño que muchas de las noticias científicas más esperanzadoras en la lucha contra el cáncer sean nuevos métodos de diagnóstico temprano. También debemos tener presente que muchas de estas innovadoras técnicas de detección que se han presentado en los últimos años no han surgido de la nada sino que conllevan décadas de esfuerzo, investigación y pruebas.

Por ejemplo, en la década de los ochenta comenzaron a surgir los primeros investigadores que buscaban un método rápido, barato y no invasivo para detectar diferentes tipos de cáncer mediante el análisis de los compuestos orgánicos volátiles (COV) presentes en nuestro aliento. La idea era sencilla: el tejido canceroso posee un metabolismo diferente al de las células sanas y sabemos que los tumores producen ciertas sustancias que podrían ser detectadas en esos compuestos de nuestro aliento.

Aun así, que una idea sea sencilla en la teoría no significa, en absoluto, que sea fácil llevarla a la práctica. Han sido necesarias otras tantas décadas de trabajos y estudios para desarrollar este concepto de diagnóstico precoz y aún más para cubrir las fases necesarias hasta llegar a una aplicación eficaz en humanos.

De esta manera, a finales de 2018 se inició en Reino Unido el denominado PAN cancer trial, un gran ensayo clínico que involucra a algunas de las instituciones médicas y científicas más importantes del Reino Unido como la Universidad de Cambridge (y sus centros hospitalarios asociados), el Cancer Research UK o Owlstone Medical Center.

En el ensayo clínico se pedía a los voluntarios que respirasen dentro de una máscara durante 10 minutos. Más tarde, los investigadores intentarían analizar esos compuestos orgánicos volátiles para comprobar si son útiles para el diagnóstico de diferentes tipos de cáncer.

Si este estudio tiene éxito, en unos años soplar en una bolsa podría permitir identificar tumores en las primeras etapa

Hasta el día de hoy, el ensayo cuenta con la participación de 1134 personas e incluye pacientes con diferentes tipos de cáncer diagnosticado, así como personas sanas que servirán como grupo de control.

Cuando el voluntario respira en este dispositivo, denominado Breath Biopsy (Biopsia del Aliento), el aire exhalado se transfiere a tubos de acero inoxidable y los gases pasan sobre un material absorbente. Más tarde, este material se coloca en un espectrómetro de masas donde se pueden medir los niveles de los diferentes compuestos volátiles.

trabajar con cancer

Podemos detectar estos materiales en pequeñas cantidades, hasta unas pocas partes por mil millones”, explica el profesor George Hanna del Imperial College London. "Dependiendo de las variaciones que revelemos de esta manera, podemos saber si alguien tiene cáncer de esófago, estómago, páncreas, colon o hígado".

“Hemos estado trabajando en esta técnica durante mucho tiempo y hemos demostrado que funciona en los primeros ensayos clínicos”, concluye Hanna. “Ahora es el turno de ensayos clínicos a mayor escala (en más de 20 000 pacientes) que se realizarán durante los próximos tres años. Esto significa que se aproximan las pruebas definitivas. Después de eso, tendremos que obtener la aprobación regulatoria. Así que anticipo que pasarán aproximadamente otros cinco años hasta que tengamos pruebas de aliento para el cáncer en funcionamiento en las cirugías de médicos de cabecera”.

Falta. Todavía falta. Pero los pasos no se detienen y el cáncer empieza a perder algunas batallas. Cada vez más.

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