La frase "no puedo controlar mis sentimientos" es muy habitual. Sobretodo, cuando nos peleamos con alguien o queremos transmitir una suerte de desamparo frente a lo que nos pasa.
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Sin embargo, nuestros sentimientos dependen en gran medida de lo que pensamos. Por ejemplo, si pensás en un cachorro labrador abandonado es muy probable que sientas tristeza pero si no te lo hubieras imaginado ese sentimiento no hubiera aparecido.
Por lo tanto es muy importante aprender a controlar lo que pensamos para que no afecte nuestro bienestar emocional.
Nuestros sentimientos dependen en gran medida de lo que pensamos
Uno de los conferencistas mexicanos más reconocidos, el Dr. César Lozano, afirma que es necesario que ser conscientes de que no podemos controlar lo que nos pasa pero si lo que pensamos al respecto y explica cómo lograrlo.
Cómo liberarnos de los pensamientos negativos
- En primer lugar debemos identificar qué tipo de pensamientos dominan nuestra mente. Por ejemplo, si querés viajar, ¿pensás en lo lindo que puede ser o en que tu jefe probablemente no te de los días? Calificá tus pensamientos de positivos o negativos.
- En segundo lugar, es importante reconocer qué tipo de diálogo mantenemos con nuestra consciencia. Intentá reconocer qué tipo de preguntas te haces cuando estás solo, qué pensás de los que te rodean para luego reconocer qué tipo de sentimientos despierta todo esto en vos: celos, preocupación, ira, frustración, alegría.
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- Una vez que encontraste cuáles son los problemas podés empezar a cambiarlos. Cuando te des cuenta que estás preocupándote sin sentido, controlate y da vuelta ese pensamiento para que sea positivo. Por ejemplo, si tu hijo no responde el teléfono, en lugar de pensar que algo sucedió cuando no lo sabés podés pensar que probablemente se quedó sin batería o que simplemente lo está pasando bien con los amigos.
- Si no lográs invertir tus pensamientos, cambialos por otros. En lugar de seguir dando vueltas sobre el mismo sentimiento negativo, pensá en algo completamente diferente que te haga feliz.
No es una tarea sencilla y requiere mucha fortaleza mental pero realmente vale la pena dejar de lado lo negativo para hacer lugar a las cosas buenas.