Lo dice la ciencia: la tristeza, el estrés y la angustia son un atentando contra las defensas que cuidan el delicado equilibrio de ese estado tan preciado llamado salud. Cada mala noticia, cada dolor, cada tensión. Todo impacta en el cuerpo de distintas formas: el sistema inmunológico pierde sus mejores armas, el corazón se carga de procesos fisiológicos que lo lastiman, los músculos se tensionan, el descanso se complica y no repara el desgaste que sufrimos durante el día. No hay dudas: construir un buen botiquín emocional es crucial en estos días.
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Claves para construir tu botiquín emocional
Es importante tomar conciencia de que cada mal momento deja su huella. Y, si bien no siempre tenemos maneras de reaccionar positivamente ante estas situaciones y que más de una vez no es un problema de voluntad, entender que podemos repensar nuestras actitudes ante lo que la vida propone puede ser muy saludable. Para nosotros y para los que nos rodean.
En Buena Vibra reflexionamos sobre estas cosas todo el tiempo. Y, si bien nos cuesta, como a todos, sostener esta energía cada día, lo intentamos. Lo intentamos y lo compartimos. Aquí, armamos una lista de consejos e inyecciones anímicas para combatir el bajón y el miedo.
Primeros auxilios emocionales
- Soltá los enojos, perdoná, olvidate. Vivir mal, habitado por emociones tóxicas, lastima el corazón. ¿Vale la pena sostenerlo? ¿Suma? ¿Mejora en algo tu situación quedarte atrapado allí, en el malestar? Muchas veces es sólo cuestión de ego y poner un corte resulta muy liberador. Podés seguir leyendo: Pedir perdón: como hacerlo si te cuesta decir "lo siento".
- Combatí el estrés crónico: la ciencia revela cada día que es muy perjudicial. Afecta al organismo de múltiples formas. Cuando la ansiedad secuetra el cerebro el cuerpo lo paga. Es clave combatirla, encontrar vías de escape, reparar con buenos momentos los malos ratos y encontrar maneras de apagar un rato la cabeza y las preocupaciones. Claro que es muy difícil, claro que cuesta, pero no te rindas. Regalate alguna forma de pasarla bien un ratito cada día. Podés leer: "Síndrome del Quemado": qué pasa en el corazón de quien lo sufre.
- Probá nuevas herramientas y disciplinas: podés explorar técnicas de meditación, distintos tipos de yoga o variantes más modernas como el mindfulness o el Ho’oponopono contra la tensión y el enojo: una llave para limpiar la toxicidad interna.
- Conectá con tus emociones, escuchalas, registrá su impacto en tu día a día. Los trastornos del ánimo están en auge y, sin patologizar de más ni generar una preocupación extra, lo mejor es estar atento a lo que sentimos y ponerlo en palabras, tender redes, buscar ayuda.Podés leer: Somatizar: cuando los signos de la ansiedad se reflejan en el cuerpo
- Respirá hondo: varias veces por día, llená tus pulmones de aire, contenelo, llevalo al lugar tenso de tu cuerpo, exhalá lento y repetí al menos 10 veces. Es una técnica de relajación muy eficiente. Los expertos dicen que hay que hacer como el bandoneón, que, cuando parece que se ahoga, toma aire y sale con fuerza.
- Desarrollá la resiliencia: enfrentamos una situación de mucho estrés individual y social, y encontrar maneras de aprender para salir mejor que antes es un camino posible para todos. Del vidrio roto a vitreaux: la resiliencia se aprende y se ejercita.
- Conectá con lo que te hace feliz: el hogar, la familia, la comida, el sexo, el deporte, la naturaleza, el trabajo. Si tu libertad está condicionada, descubrí tu casa, tus espacios internos, tus amores y tus lugares de cobijo. Recuperá esa música que hace mucho no escuchás y esas películas que alguna vez disfrutaste y hoy podés volver a ver.
- Ponete en movimiento. Cualquier sea la manera en que puedas abandonar el sedentarismo es fundamental. Está probado que caminar diariamente disminuye la tristeza y que, incluso, puede ser una manera de empezar a decirle adios a los antidepresivos y aumentar tus niveles de serotonina de manera natural. Mantenerse activo es uno de los pilares clave para la salud física y emocional.
- Mejorá alimentación. Armá un menú diario equilibrado, sin excesos de sal, ni azúcar ni grasas de origen animal. Priorizá los alimentos que salen de la tierra: frutas y verduras, legumbres y cereales integrales y tomá mucha, mucha, agua. Explorá nuevos métodos de cocción, probá opciones saludables y evitá las frituras.
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- Respetá el descanso: el cansancio reduce la voluntad para moverse y aumenta la tendencia a engordar.
- No fumes, no te excedas con el acohol. No asocies diversión a excesos. Podés pasarla súper bien y divertirte sin dañarte.
- Apagá el celular, desconectá las pantallas: la desconexión digital es clave para enfrentar el escenario anímico que propone esta pandemia.
- Poné límites: las curitas nos ayudan a cubrir las heridas para prevenir que se ensucien o que se infecten y el equivalente a nivel emocional sería nuestra capacidad para poner límites. Es importante no permitir que los deseos o expectativas de otros, invadan nuestro espacio emocional: límites a las exigencias, a la cantidad de noticias que consumimos, a la cantidad de trabajo que aceptamos y a las ideas rumiantes que invaden nuestro pensamiento.
- Tené proyectos. Sí o sí: personales, familiares, con amigos. Pero llená tu presente de algunos proyectos que te pongan a caminar hacia el futuro. Visualizalos, crealos, compartilos. Vale todo: un objetivo de ocio, de trabajo, un viaje, una actividad física o un plan para estimular tus vínculos, pero armá algo que dé vida a una hoja en blanco que tenés que empezar a escribir hoy mismo.
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- Mantené la mente activa. Es clave para que el cerebro ejercite sus funciones y combatir el deterioro congnitivo y las demencias. El juego y el aprendizaje son motores efectivos. Podés hacer cursos y talleres virtuales, armar rompecabezas, hacer sudokus, tejer, hacer manualidades. Lo que te guste.
- Conectá con tu cuerpo, con tu erotismo, con las maneras personales de darte placer. La sexualidad tiene muchas formas y podés disfrutarla de la manera en que te resulte agradable y segura. Tiene muchos beneficios.
- Cuidá el ocio. Aprender a disfrutar ese tiempo impacta positivamente sobre la calidad de vida. Disponé de momentos para actividades que te brinden placer es muy importante para cuidar la salud personal y familiar.
- Botiquín emocional para chicos: te recomendamos leer estos consejos de la psicóloga Martichu Seitún para sumar bienestar a los niños en tiempos difíciles. Cuidar el paladar emocional de los chicos es fundamental para ayudarlos a generar herramientas que los fortalezcan.
La incertidumbre nos invade, pero la vacuna está. Falta que llegue, falta que mejore, pero hay horizonte. Reforzá los cuidados y, también, los antídotos para el alma. Es verdad que perdimos el plan, que tuvimos y tendremos que duelar muchas cosas, pero es momento de recalcular, de encontrar maneras nuevas de procesar la presión y gestionar la realidad con mayor inteligencia emocional.
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