No son medicamentos ni compensan una mala dieta, pero es probable que escuches hablar de ellos cada vez más seguido. Están de moda y tienen mucho para ofrecer, pero no hacen milagro. Para distinguir entre mitos y verdades, te contamos qué son los superalimentos, por qué han ganado fama y cómo consumirlos para aprovechar las bondades que aportan a la salud.
Los superalimentos son aquellos alimentos que son capaces de acumular un ejército de proteínas, vitaminas, aminoácidos, ácidos grasos, minerales y antioxidantes en escasos centímetros de superficie. Esto los hace excelentes aliados para mantener un buen peso y potenciar tu inmunidad.
La alta concentración de antioxidantes, grasas saludables, vitaminas y minerales es lo que hace atractivos a los llamados superalimentos. Si eres de los que disfruta aprovechando los regalos de la naturaleza, puedes contar con ellos para hacerte bien.
Qué son los superalimentos
Si bien algunos de los superalimentos son relativamente exóticos o poco frecuentes en nuestras mesas, otros son muy consumidos y están al alcance de cualquiera. A menudo son semillas, bayas o productos desecados y en forma de polvo que se añaden en pequeñas cantidades a batidos, zumos, ensaladas o cualquier receta para mejorar su aporte nutricional y sus beneficios para la salud.
Los superfoods, como los llaman en inglés, están al alcance de todos porque, en general, son alimentos naturales con muchas propiedades para la salud. Además, tienen la gran virtud de ser muy densos desde el punto de vista nutricional.
Es importante distinguir los superalimentos de los alimentos funcionales, ya que suelen ser confundidos. Los funcionales se caracterizan porque los fabricantes les añaden nutrientes para generar determinados efectos beneficiosos sobre la salud. En el caso de los llamados superalimentos, no se les agrega nada, ni nutrientes, ni aditivos. Son un regalo de la naturaleza.
12 superalimentos para hacerte bien
Si bien la palabra superalimento suena muy marketinera, es indudable que hay alimentos con un “potencial nutritivo” muy elevado. El problema es que la gente puede interpretar de forma errónea que los superalimentos que están tomando compensan una mala dieta, y eso esstá muy lejos de ser así.
Semillas, algas, frutas, verduras y más. Compartimos diez superalimentos dando alguna pista sobre cómo y dónde disfrutarlos.
Aguacate
Cremas, ensaladas, sándwich y hasta helados. El aguacate es sin duda uno de los frutos más versátiles que existen. Su gran riqueza está en lo que es capaz de aportar a nuestro cuerpo con un solo bocado: fibras, potasio, vitaminas A, C, D, E, K y del grupo B y, sobre todo, ácidos grasos monoinsaturados y, en menor cantidad, poliinsaturados (omega-3 y omega-6).
Lino
Rico en proteínas, omega-3 y fibra (la variedad marrón más que la dorada), el lino comparte con la chía la capacidad de formar un gel mucilaginoso cuando entra en contacto con algún líquido.
Algo que le convierte en un recurso de la cocina sin huevo, además de la cocina sin gluten y de la cocina en general, siendo un ingrediente muy versátil. Una advertencia: las semillas de lino son indigestas, mejor triturarlas antes de comerlas.
Espirulina
La Espirulina o Spirulina máxima es una microalga con forma de espiral (de ahí su nombre) e intenso color azul verdoso. Es un alimento rico en hierro y proteínas, además de vitamina E, calcio, fósforo y magnesio.
La espirulina también es rica en antioxidantes, es decir, dificulta la oxidación de las células provocada por los radicales libres. Se suele comercializar en tabletas o en polvo (a granel y en bote) y puede ser un ingrediente más tanto en una ensalada, como en una mascarilla cosmética.
Açaí
Parecida a un arándano, pero más grande e infinitamente más potente desde el punto de vista de sus propiedades antioxidantes, el açaí es una fruta que crece en la Selva Amazónica brasileña y viene pisando fuerte en los últimos tiempos. Y no es para menos.
Las bayas de açaí son muy ricas en ácidos grasos omega 3, 6 y 9. Tiene muchos beneficios para el sistema inmune, el cáncer y la vida sexual. También es rica en vitamina A y E, ácidos grasos omega-3, 6 y 9, aminoácidos, calcio, fósforo, contiene una buena cantidad de fibra y es pobre en azúcares. En otras palabras, si la perfección existe, el açaí se acerca mucho a ella.
Quinoa
Es un cereal, pero se parece a las legumbres. Aporta proteínas de alto valor biológico y también es muy rica en fibra de fácil digestión. Tiene mucha fibra y proteínas y esto percute en una buena salud del tránsito, intestinal previniendo enfermedades como el cáncer de colon.
La quinoa aporta de hidratos de carbono complejos, que es nuestra fuente de energía diario. No tiene gluten y es muy rica en aminoácidos. Se prepara igual que un arroz hervido y se puede mezclar con verduras salteadas, con ensalada, etc.
Moringa
La moringa es una planta tropical llena de propiedades. Se destaca por su alta proporción de hierro: en solo 5 g de hojas (una cucharada sopera) tiene entre un 10 y un 15% de las necesidades diarias.
Las hojas de moringa poseen una concentración extraordinaria de nutrientes y antioxidantes que favorecen la salud y ayudan a combatir las enfermedades degenerativas.
Cúrcuma
Es el ingrediente que confiere un intenso color amarillo a la mezcla de especias que llamamos curry. También es un colorante natural y, antiguamente, una pintura. Sin embargo, para algunos, los méritos de la curcumina, el pigmento principal de la cúrcuma del que depende su bonito color, estarían en sus propiedades antiinflamatorias.
Por otro lado, la raíz de la cúrcuma es rica en vitamina C, B3, hierro, zinc, selenio y manganeso. Se puede comprar molida para añadirla a sopas y batidos, pero lo mejor es comprarla entera: su aspecto es parecido al de jengibre, una raíz gruesa con unos dedos cortos que es de donde se saca el polvo de mejor calidad. Son muchos los beneficios de la cúrcuma. Es hora de descubrirlos.
Miel (y la famosa manuka)
Es rica en vitaminas (B2, B6, C, H, K), sales minerales (potasio, sodio, calcio, magnesio, hierro, yodo, azufre, fósforo, cloro, cobre), proteínas, ácidos orgánicos. Es muy energética, presume de una lista infinita de propiedades medicinales y además está riquísima.
La miel es el ingrediente dulce de toda la Antigüedad: algunos dicen que la apicultura, el arte de domesticar las abejas, se remonta a la Edad del Bronce. Las características químicas, físicas y organolépticas de la miel varían en función de las flores y las plantas catadas por las abejas, por las propias abejas productoras, por el clima, la época del año y la geografía. Ni más, ni menos que un buen vino. Si una cucharadita de miel es un lujo, si se trata de miel de manuka todavía más.
La manuka es el árbol del té originario de Nueva Zelanda que destaca por su gran poder antibacteriano y antioxidante. Es la miel más buscada del mundo: 100 gr. de este manjar rozan los 40 dólares
Coco
Los cocos jóvenes son muy ricos en electrolitos, sales yodadas encargadas de transportar la energía dentro de nuestro cuerpo. Un vaso de leche de coco, que se encuentra dentro de la nuez de coco cuando no está todavía madura, nos pone las pilas más y mejor que una bebida isotónica.
El azúcar de coco o azúcar de palma, que procede la savia del tronco del cocotero, es uno de los ingredientes más omnipresentes de la última temporada, pues es un edulcorante natural con un índice glucémico bajo. ¿Qué se puede pedir más?
Mangostán
El mangostán, una fruta exótica originaria del Sudeste Asiático, también presume de un superpoder antioxidante. Además, es rico en vitamina C, vitaminas del grupo B, calcio, fósforo y potasio. Se cultiva en Asia y Sudamérica y sólo se encuentra en una determinada estación del año, de abril a octubre.
Por estas razones y por su naturaleza altamente perecedera, el mangostán es un lujo del que no se puede disfrutar todos los días, pues su precio supera los 25 euros/Kg. Los gajos blancos y carnosos son los que se suelen consumir, pero es sobre todo su cáscara morada la que está rica de propiedades. ¿Solución? Tomarlo en zumo o polvo liofilizado y mezclarlo con lo que se nos ocurra.
Cacao
El cacao es un almacén de minerales, especialmente hierro (28 gr de cacao aportan el 315 % de la dosis recomendada de hierro), fósforo, zinc, cobre, manganeso, magnesio, potasio. Por otro lado, apenas contiene sodio y es una óptima fuente de antioxidantes.
El cacao crudo es uno de los alimentos con una de las concentraciones de antioxidantes más elevadas del planeta, superior a la que se encuentra en el vino tinto o en el té
Kombucha
La kombucha es un elixir conocido desde hace miles de años al que la medicina tradicional china atribuye propiedades depurativas, energizantes y antioxidantes. Se trata de una bebida de té verde endulzado y fermentado por efecto de una colonia simbiótica de bacterias y levaduras llamadas SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast).
Es este proceso de fermentación aporta además vitaminas, aminoácidos, enzimas y ácidos orgánicos beneficiosos para la salud. Al parecer, hasta es beneficioso para el cabello y el cuero cabelludo. Se puede hacer en casa añadiendo a té y azúcar un hongo madre de kombucha o comprarlo ya hecho.
Seguir leyendo:
- Dieta rica en fibra: qué alimentos debemos comer
- Alimentos que pueden prevenir el deterioro cognitivo
- 14 súperalimentos para prevenir enfermedades
- Cómo hacer licuado de frutilla con leche
- Mitos y verdades sobre los beneficios de comer frutos secos
- Leche de vaca, soja o almendras: cuál es mejor
- 10 consejos alimenticios para bajar el riesgo de contraer cáncer
- Bebidas vegetales: recetas deliciosas y secretos para preparar un alimento saludable
- Qué es ser vegetariano: qué comen y diferencias con el vegano
- Recetas de comidas veganas: qué cocinar fácil y rico