Solemos hablar de cuánto engorda cada alimento que ingerimos, pero las calorías líquidas suman igual que las demás. Y, cuando queremos deshacernos de los kilos de más, evitar aquellas bebidas que pueden aumentar el volumen de calorías diario es clave en un buen plan de alimentación.
Calorías en las bebidas
Además de las calorías, es importante tener en cuenta la composición nutricional de las bebidas. Tal vez dos bebidas tienen un cantidad de calorías similar pero una no aporta nada y la otra tiene vitaminas, antioxidantes, fibras o alguna otra sustancia valiosa para nuestro cuerpo.
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Empezando por las bebidas que no suman calorías, la estrella indiscutida es el agua. No sólo no engorda sino que se ha probado que incrementar su ingesta favorece el adelgazamiento, al mejorar la eliminación de toxinas y aumentar la sensación de saciedad.
Las infusiones también pueden ser de gran ayuda para calmar el apetito, y pueden tomarse con edulcorantes sin calorías. Es más: algunas, como el té verde, contiene catequinas, una sustancia que eleva el gasto calórico levemente y favorece la oxidación de grasas. El café también estimula el sistema nervioso y, por lo tanto, acelera el metabolismo. Pero claro que tomarlo en exceso tiene efectos secundarios, los cuales no son para nada saludables.
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La leche y el yogur bebible descremado, tomados en su justa medida, son buenas opciones que encajan dentro de la categoría de bebidas saludables y recomendadas. Las bebidas con sabor pero sin calorías, es decir, aquellas endulzadas artificialmente, también pueden ser una opción. De todas formas, no debemos abusar por la gran cantidad de sustancias químicas que contienen.
Cuanto más natural es una bebida, más sana es. Y a mayor grado de industrialización, más sustancias químicas y más chances de calorías va a contener
Calorías líquidas, una zona de riesgo
Entre las peores bebidas para perder peso, podemos encontrarnos con los refrescos azucarados y las bebidas alcohólicas. Estos líquidos aportan más calorías que los azúcares por cada 100 gramos y, además, pueden entorpecer la quema de grasas al utilizarse por nuestro cuerpo como fuente de energía.
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Las gaseosas no sólo tienen gran cantidad de calorías sino que abundan en sustancias químicas, nada beneficiosas. Y lo mismo ocurre con los jugos comerciales. Por lo que se recomienda no abusar tanto de estas bebidas y consumirlas con moderación. Sino, el organismo puede llegar a reaccionar de manera negativa frente a tantas cantidades de calorías y azúcares.
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