El descanso es uno de los pilares de la salud. Y una buena almohada, según el Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, es fundamental para evitar problemas cervicales y malos sueños. Para ello, es importante conocer cuáles son las recomendaciones respecto al colchón, la temperatura de la habitación y otros detalles. Aquí veremos cómo elegir la almohada ideal para cada cuerpo.
Es importante entender que el mejor descanso depende de dos factores: una almohada elegida en función de las necesidades de tu cuerpo y un colchón ergonómico y actual.
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Cómo elegir la almohada ideal para cada cuerpo
Según los últimos estudios sobre el descanso, pasamos prácticamente un tercio de nuestras vidas reposando en una cama. Sin embargo, se dedica mucho tiempo a la elección del colchón y nos olvidamos de prestar la misma atención con la almohada: escoger la adecuada a nuestra morfología puede favorecer el descanso y prevenir la aparición de alguna patología por una mala postura de nuestra cabeza, columna y hombros sobre la misma.
Elegir la almohada ideal para cada cuerpo puede ser importante para garantizar un sueño cómodo y reparador y evitar lesiones a nivel cervical y hombros
Según los fisioterapeutas, para lograr un buen descanso es preciso que cabeza, cuello y columna vertebral estén alineadas, y para eso sirve la almohada. Su objetivo es contribuir a una adecuada postura de la columna, de forma que se relajen los músculos y se pueda favorecer un buen descanso y una buena respiración.
Los expertos explican que la elección es personal. La almohada ideal para todo el mundo no existe: para escogerla hay que tener en cuenta los hábitos de sueño y la complexión física de cada uno (en especial altura y corpulencia).
Aquí hay algunos factores a considerar al seleccionar una almohada, que van desde la posición en la que duermes hasta los materiales, entre otras cosas.
Tipo de material de la almohada
Las almohadas vienen en una variedad de materiales, como espuma viscoelástica, látex, plumas, microfibra, entre otros. Cada material tiene sus propias características en términos de firmeza, soporte y transpirabilidad. Es importante elegir un material que se adapte a tus preferencias y necesidades específicas.
Firmeza
La firmeza de la almohada es otro factor importante a considerar. Algunas personas prefieren almohadas más firmes que proporcionen un buen soporte, mientras que otras prefieren almohadas más suaves y mullidas. La elección de la firmeza dependerá de tus preferencias personales y de tu posición para dormir.
Tamaño
Asegúrate de elegir una almohada del tamaño adecuado para tu cuerpo y para el tamaño de tu cama. Las almohadas vienen en una variedad de tamaños estándar, como estándar, queen y king. Es importante que la almohada sea lo suficientemente grande como para proporcionar un soporte adecuado para tu cabeza y cuello.
Presupuesto
Por último, pero no menos importante, considera tu presupuesto al elegir una almohada. Los precios de las almohadas pueden variar ampliamente según el tipo de material, la marca y otras características. Asegúrate de elegir una almohada que se ajuste a tu presupuesto y que ofrezca la mejor relación calidad-precio.
Qué almohada elegir según cómo duermes
La posición en la que normalmente duermes puede influir en el tipo de almohada que necesitas. Por ejemplo:
- Si duermes boca arriba, es posible que prefieras una almohada de grosor medio que brinde apoyo al cuello y la cabeza.
- Si duermes de lado, es posible que necesites una almohada más firme y gruesa para mantener la alineación adecuada de la columna vertebral.
- Si duermes boca abajo, es posible que prefieras una almohada más delgada o incluso prescindir de ella para evitar tensiones en el cuello.
Dime cómo duermes y te diré qué tamaño necesitas
- Boca arriba: La forma de dormir es el principal aspecto y el que en mayor medida debe condicionar la elección de la almohada. Una almohada de altura media (10-13 cm), es útil para aquellos que duermen sobre la espalda. La dureza en este caso debe ser media.
- De costado: Una almohada alta (hasta 15 cm) es apta para los que optan por dormir de lado, con la dureza suficiente para que la cabeza permanezca alineada con el tronco.
- Boca abajo: Para finalizar, las almohadas bajas (8-10cm), son recomendables para aquellos que duermen boca abajo. Es el tipo de almohada que se recomienda también en niños aunque en algún caso sea incluso mejor dormir sin almohada.
Cada persona debe tener su propia almohada adaptada a su morfología y sus hábitos de sueño: no se recomienda en las camas de matrimonio el uso de la misma almohada para los dos miembros de la pareja.
Tipos de almohada
Existen en el mercado muchos tipos de almohadas. Las más habituales son de pluma, de látex, sintéticos o de espuma. La elección dependerá de los hábitos del usuario, de su configuración anatómica y de la presencia o no de alergia.
- Pluma y plumón. Las plumas son de oca o de pato. Las almohadas con relleno de plumas son blandas, se deforman, pero vuelven rápidamente al punto de partida. No sujetan bien el cuello. No se recomiendan para personas muy robustas, ni tampoco para quienes se mueven mucho mientras duermen. Tampoco es apto para persona alérgicas, ni para niños pequeños.
- Látex. Puede ser sintético, de origen natural o mezcla de ambos. Este tipo de almohada ofrece una buena sujeción de la cabeza, lo que la hace muy adecuada para quien duerme de lado o para personas corpulentas. El látex admite bien los movimientos, y es también adecuado para quienes tienen alergia a los ácaros. Su precio oscila entre 20 y 80 euros.
- Sintético. Normalmente este tipo de rellenos es de fibra de poliéster, transpirante. Es una almohada blanda, muy adecuada para personas muy delgadas, para niños y no presenta problemas de alergia. Son económicas.
- Espuma. Las almohadas de relleno de espuma son normalmente de poliuretano. Muchas tienen “efecto memoria (memory foam)”, es decir, durante unos segundos mantiene la forma de cabeza y cuello aunque cambie de postura, lo que hace que no sea muy adecuado para quien se mueve mucho. Sí que va perfectamente para los que duermen de lado.
¿Qué es un cojín antiescaras?
Un cojín antiescaras o almohada antiescaras es un producto destinado a personas con movilidad reducida o sin movilidad que pasan mucho tiempo en la misma posición. Ya sea sentado o tumbado, hay muchos puntos del cuerpo que pueden estar sufriendo la presión del peso corporal generando escaras.
¿Cómo utilizar el cojín antiescaras? Abrir la válvula dejando salir aire, manteniendo la mano en la superficie ósea, cerrar la válvula cuando la distancia entre nuestros dedos y la base del cojín sea de 1,5 a 2 cm. aire adecuado de inflado, para asegurar el efecto antiescara. Es importante que el cojín siempre se utilice con su funda.
Cojín antireflujo
Una almohada antireflujo es diferente a la "normal" porque tiene una inclinación a 15º. La recomiendan los pediatras para los bebés, ya que evita que el niño descanse en una postura inadecuada. Reduce la congestión nasal y previene la aparición de cólicos provocados por regurgitar.
En resumen, al elegir una almohada, es importante considerar tu posición para dormir, el tipo de material, la firmeza, el tamaño y tu presupuesto. Tomarte el tiempo para encontrar la almohada adecuada para ti puede marcar la diferencia en la calidad de tu sueño y tu bienestar general. Si tienes dudas, también puedes consultar con un profesional de la salud, como un fisioterapeuta o un especialista en sueño.
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