Los paros cardíacos suelen generarse cuando el flujo de la sangre no está funcionando correctamente y, por ende, no llega al corazón. Esto hace que el órgano deje de bombear sangre para el resto del cuerpo, poniendo en riesgo la vida si no se actúa con rapidez para revertir el cuadro. Sin embargo, existen maneras de anticiparse y de aprender cómo prevenir un infarto y qué métodos son los recomendados por la ciencia.
Cómo prevenir un infarto
Un infarto ocurre cuando se presenta una obstrucción en el flujo de la sangre hacia el corazón, la cual puede surgir por una acumulación de grasa en las arterias. Esto genera que el músculo cardíaco no esté funcionando bien y se degenere poco a poco. Así, el resto del organismo no estará recibiendo la sangre necesaria para realizar maniobras básicas y, por consecuente, el ritmo cardíaco se detenga.
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De ahí la importancia de conocer cómo prevenir un infarto y qué se puede hacer para disminuir los riesgos.
Un ataque al corazón puede darse en cualquier momento del día y a cualquier hora. Existen diversas señales que dan aviso al futuro paro cardíaco, por lo que es importante saber cómo identificarlas.
Los síntomas más notables y a los cuales se les debe prestar una importante atención son las náuseas y los vómitos, los dolores intensos en el pecho, las sensaciones de opresión intensa en la zona del pecho, sudoración abundante y molestias en el brazo izquierdo y en el cuello. Es clave tener estas señales presentes, sobre todo en personas mayores y deportistas.
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Prevención del infarto: qué podemos hacer
Una de las principales formas de prevenir un infarto es abandonar el mal hábito de fumar cigarrillos. Ya sea una adicción o por simple estética, la actividad de fumar trae una gran lista de desventajas para el organismo. Entre ellas, se ven afectados los pulmones y el ritmo cardíaco. Es por eso que, los profesionales en salud, siempre recomiendan evitar entrar en esa adicción o bien buscar formas de dejar la actividad lo antes posible.
Otra de las formas que ayudan a disminuir las probabilidades de padecer un paro cardíaco es mantener una buena dieta con nutrientes y vitaminas específicas. En ese sentido, se debe aumentar la ingesta de frutas, verduras y pescado. El pescado cuenta con mecanismos internos dentro de su organismo que, mediante diversos fármacos, logra prevenir el daño vascular coronario y de los miocitos cardíacos. Es por eso que este alimento es considerado como un cardioprotector.
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A su vez, es aconsejable reducir el consumo de alimentos que sean ricos en grasas de origen animal, ya que este tipo de alimentos aumentan los niveles de colesterol en la sangre.
La actividad física y el ejercicio hecho de forma constante y rutinaria es otro de los consejos para evitar que el corazón sufra un infarto inesperado. Mantener a este organismo vital en movimiento mejora la salud del organismo y lo mantiene alerta y en buenas condiciones.
Los problemas de sueño o el insomnio es un factor que puede llegar a promover los infartos en las personas, con un 69% de probabilidades que ocurra.
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