Todos hemos oído hablar de nutrición, de nutritivo, e incluso sabemos que los profesionales médicos que se ocupan de la alimentación se llaman nutricionistas. Pero, ¿sabemos qué son los nutrientes? Muchas veces, por repetir una familia de palabras creemos entender todo, pero entender de dónde vienen esos conceptos puede resultar todo un descubrimiento.
Qué son los nutrientes
Los nutrientes son sustancias químicas contenidas en los alimentos. Al consumirlos, permiten el desarrollo, mantenimiento y funcionamiento de nuestro organismo, favoreciendo su estado de salud. Esto se debe a que los nutrientes trabajan activamente en las reacciones metabólicas, las cuales son esenciales para que nuestro organismo actúe bien.
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Cada vez que ingieres un alimento, todo tu organismo se pone en marcha para asimilar, transformar y aprovechar sus nutrientes.
Aunque hay alimentos más completos que otros, ningún producto por sí solo puede aportarnos todos los nutrientes que necesita. Por eso siempre se hace hincapié en la importancia de una alimentación variada y equilibrada.
Funciones de los nutrientes
Los nutrientes presentan diferentes utilidades, dependiendo del tipo de finalidad que se le quiera dar. En primer lugar está la función enérgica que, como lo dice su nombre, hace de los nutrientes una fuente de energía para que todas las células del organismo puedan funcionar bien.
Luego encontramos a la función plástica o estética, la cual busca crear las estructuras del organismo. Un ejemplo de esto es la formación de las células para que conformen un tejido, y así curar una herida.
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Y la tercera funciona es la llamada reguladora. Esta acción permite regular reacciones bioquímicas, en caso de que las células requieran de ese tipo de reacción para que funcionen correctamente.
Tipos de nutrientes: cómo se clasifican
Hay distintos tipos de nutrientes: pueden ser esenciales (el cuerpo no puede sintetizarlos por sí solo y debemos adquirirlos a través de los alimentos) o no esenciales (nuestro organismo los produce a partir de otros componentes).
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A la vez, según su proporción se dividen en macronutrientes o micronutrientes. Los primeros ocupan la mayor parte del alimento y se consumen en gramos. Los micronutrientes, en cambio, se toman en microgramos. En este grupo encontramos las vitaminas y los minerales y la fuente principal son las frutas, verduras y hortalizas y sus derivados, como los aceites vegetales.
Los alimentos nos aportan diferentes tipos de nutrientes, como por ejemplo:
- Hidratos de carbono o glúcidos: son nutrientes que se encuentran principalmente en los alimentos vegetales. Su función principal es producir energía y actuar de reserva energética.
- Proteínas: están formadas por cadenas de aminoácidos, que el organismo utiliza principalmente para construir y reparar tejidos. Se encuentran en alimentos de origen animal y también en menor proporción en los alimentos de origen vegetal.
- Grasas o lípidos: contienen vitaminas liposolubles, esenciales para que el sistema inmune, el sistema nervioso y el sistema hormonal actúen correctamente. Se dividen en saturadas (en animales terrestres), insaturadas (en animales marinos) y poliinsaturadas (en el reino vegetal).
- Vitaminas: estas se clasifican en liposolubles (A, D, E y K) e hidrosolubles (B y C). Las primeras son aquellas que se pueden almacenar con facilidad dentro del organismo, además de que pueden llegar a ser tóxicas si las consume en dosis elevadas. En cambio, las otras vitaminas no se pueden almacenar tan fácil en el organismo, por lo que es recomendable consumir estos nutrientes de manera diaria.
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- Minerales: minerales como el zinc, calcio, hierro, cobre y magnesio forman parte de los procesos de digestión y metabolización de los alimentos, por eso es que son importantes para el organismo. También catalizan durante la transmisión de impulsos nerviosos y las contracciones de los músculos.
- Agua: este recurso natural es fundamental para nuestra dieta porque permite regular aspectos como la respiración, la piel, la temperatura, depurar la sangre, y regular la tensión arterial a través del corazón y los riñones.
- Fibras: al ingerirlas, liberan algunos productos beneficiosos para el sistema inmunitario y para el colón, porque mejoran y mantienen estable el estado de salud de las células intestinales.
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