No te pasa que a veces sentís que necesitas un descanso de su teléfono inteligente. No estamos hablando de hacer algo drástico, como volver a uno de esos ladrillos Nokia de la vieja escuela, porque, seamos sinceros, tener una supercomputadora en el bolsillo es útil.
Pero uno se vuelve cauteloso sobre cómo usar esos objetos: la forma en que te mantiene despierto por la noche, te distrae de tu trabajo e interrumpe el tiempo en familia. La forma impulsiva en que chequeas las notificaciones o revisas el whatsapp, a veces es un tanto apabullante.
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Hace dos años, la periodista científica Catherine Price decidió intentarlo. En el curso de su investigación para su nuevo libro “How to break up with your pone” (algo así como “Cómo cortar con tu teléfono”), descubrió una gran cantidad de estrategias y recursos para recuperar el tiempo y el enfoque. No tenés que tirar el teléfono a la basura, ni mucho menos, pero tenés que aprender a usarlo con intención, y eso puede ser sorprendentemente difícil.
En su libro Price explica cómo los fabricantes del software que utilizamos en nuestros teléfonos diseñan este con la intención de que sea lo más adictivo posible. Es su modelo de negocio: cuánto más tiempo pasemos con las aplicaciones, más datos pueden recopilar, más saben de nosotros y, por tanto, más dinero pueden ganar con los ingresos publicitarios (que suele ser la principal vía de ingresos de la mayoría de estas empresas).
“En resumen, si sientes que tu teléfono te está cambiando, y no siempre para bien, no estás loco”, asegura la autora en un artículo que firma en Medium hablando de su trabajo. “Tienes razón”.
"Mi teléfono era divertido y me gustaba usarlo y no lo había pensado mucho", dijo Price. "Una vez que empecé a hacer preguntas y aprender más sobre cómo los teléfonos y las aplicaciones de redes sociales están diseñadas usando las mismas técnicas que las máquinas tragamonedas, me enojé bastante".
"Una vez que te das cuenta de que esas aplicaciones no están ahí para ayudarte y te están robando horas y atención, es mucho más fácil recuperar tu tiempo".
Price establece un plan de 30 días en su libro para ayudar a las personas a recuperar las cuatro horas diarias que se estima que el usuario medio de smartphones gasta en sus teléfonos.
Mantener una relación saludable con nuestro smartphone no siempre es fácil, pero como explica Price hay una serie de claves que podemos seguir para no convertirnos en adictos. Son estas:
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- Identificá qué te gusta y qué no
Muchas de las aplicaciones de nuestro teléfono son útiles y realmente gratificantes, otras son solo un pasatiempo que nos hace perder el tiempo. Para modificar tu vínculo con tu celular identifica qué es lo que te interesa realmente y qué podrías considerar una pérdida de tiempo. Una pista: muchos juegos y redes sociales pueden entrar en este último apartado.
- Crea “baches de velocidad”
Hay aplicaciones que pueden ayudarte a pasar menos tiempo en otras aplicaciones. Price recomienda aplicaciones como Freedom y Moment para rastrear su uso y establecer restricciones de tiempo.
Otra herramienta recomendada por Price es simplemente reorganizar la pantalla de inicio de tu teléfono para que las aplicaciones que deseas usar con menos frecuencia estén fuera de la vista.
El sitio web de Price tiene imágenes descargables de la pantalla de bloqueo de un teléfono para recordarte que antes de usarlo te pregunte por qué estás tomando tu celular en este momento
Price incluso tiene una “cama” para su teléfono en un armario de su casa, así que no está en su dormitorio. Cuando entra por la puerta, su teléfono va a su espacio de guardado en el armario, donde está enchufado para cargar.
Price también se ha impuesto a sí misma que solo usa su teléfono en casa cuando está conectado. "Entonces si estoy en casa, tengo que ir al armario para usarlo", dijo. "Es otro golpe de velocidad porque es inconveniente estar de pie en el pasillo".
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- Preparate para el éxito
Si sacás el teléfono de tu habitación como recomienda Price, por ejemplo, sustituílo por algo que desees hacer.
"Si está leyendo, entonces ponga un libro en su mesita de noche", dijo Price. "Si quieres dibujar más, pon tus lápices y el bloc de notas al lado de tu cama". Price, por ejemplo, comenzó a tocar la guitarra después de alejarse de su teléfono.
"Es necesario que tengas una visión más amplia de cómo queres pasar tu tiempo", dijo. "Puede ser un desafío [elegir] pero es algo muy valioso y puede darte satisfacción en áreas de tu vida que no esperarías".
- Volvé a llamar a tus amigos
No cabe duda de que las aplicaciones de mensajería son tremendamente útiles, pero pueden convertirse en un agujero negro que engulle todo nuestro tiempo, en discusiones que con una llamada se solucionarían de forma mucho más rápido.
Antes de escribir un WhatsApp preguntate si realmente es útil tratar este asunto con mensajitos, o es mejor tener una conversación de cinco minutos. Hoy en día la excusa del ahorro no tiene sentido: la mayor parte de tarifas tienen llamadas gratuitas.
- Establecé normas sociales
Como explica Price, del mismo modo que está mal visto fumar un cigarrillo en una casa ajena sin pedir permiso, debería considerarse de mala educación sacar el teléfono móvil sin preguntar a nadie en mitad de una conversación.