La aparición de "casos aislados" de sarampión en varios países de América no representa el retorno de la epidemia a la región. "Es un tanto exagerado". Lo afirmó a la agencia Sputnik la portavoz de los activistas antivacunas de Uruguay, Sabrina Iglesias, quien insiste en ir a contramano de lo que advierten los principales organismos de salud y expertos del mundo.
"¿El sarampión volvió a América? ¿Por casos aislados? Eso es un tanto exagerado, en Uruguay no hay sarampión desde hace muchos años y no va a haber por una niña (con sarampión) en Argentina, así como no hay muertes por fiebre amarilla a pesar de todas las que hay en Brasil, siendo que en Uruguay no se vacuna contra esa enfermedad", dijo Iglesias, responsable de las páginas Libertad Sanitaria y Elijo Vivir Sin Vacunas en la red Facebook.
Gran irresponsabilidad, que es importante alumbrar y aclarar. La situación es preocupante y dejó de ser un riesgo para ser un hecho, como bien señalan los principales expertos argentinos.
En los últimos meses, América volvió a registrar brotes de sarampión luego de que, en 2016, fuera la primera región del mundo en ser declarada libre del virus que la causa por un comité internacional de expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Duró poco: este año, 11 países americanos notificaron casos de sarampión, 442 de ellos resultaron confirmados por laboratorio, según el último informe epidemiológico de la OPS, del 15 de abril
Venezuela tiene 279 casos, Brasil 96, EEUU 41, Colombia 11, Canadá cinco, México cuatro, Perú dos, y Argentina, Ecuador, Guatemala y Antigua y Barbuda, uno cada uno.
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El problema tiene responsables claros: una de las razones de esta reaparición en la región tiene que ver con el movimiento antivacuna, que crece en Europa y ya sembró más de 21.000 casos de sarampión y se cobró más de 40 vidas a causa de la enfermedad.
El 29 de marzo, el Ministerio de Salud de Buenos Aires confirmó el primer caso autóctono de sarampión y declaró el alerta epidemiológico. Ocurrió después de que Argentina estuviera libre de esa enfermedad durante 18 años. El víctima de esta enfermedad evitable con vacunas fue una bebé de ocho meses que no estaba vacunada por su edad (cómo proteger a los bebés lactantes que aún no se pueden vacunar).
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El peligroso mensaje de los antivacunas
La página Libertad Sanitaria, cuyos integrantes son contrarios a todo tipo de acto médico obligatorio, tiene 500 miembros, y Elijo Vivir sin Vacunas está conformado por 850 personas de distintos países. Para ser miembro, los administradores solicitan al interesado que responda varias preguntas, entre ellas si ha tenido una mala experiencia con las vacunas. Si alguien cuestiona algo, enseguida lo acusan de ser financiado por los laboratorios.
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La promotora de este grupo, Iglesias, asegura que contrajo el síndrome de Guillain-Barré, un trastorno autoinmunitario, porque fue vacunada contra la gripe siendo celíaca. Y, mientras la OPS y todos los expertos aseguran que la única forma de evitar el sarampión es la vacunación, Iglesias y sus seguidores lo niegan. "Es vital que el sistema inmune de la persona esté fuerte, por lo que su alimentación es fundamental, y no solo contra el sarampión, sino muchas enfermedades más; así como también las condiciones de la vivienda: saneamiento, agua corriente y energía eléctrica", dijo. "Hay que hacer foco en donde aparecen las enfermedades" para conocer sus causas y cómo prevenirlas.
Sus palabras están científicamente desmentidas: "la vacunación es el único camino para prevenir y erradicar el sarampión". Y la seguridad de la vacuna y sus beneficios fueron demostrados en cientos de estudios.
Como señalan los expertos, mantener las coberturas de vacunación elevadas y homogéneas es la manera de volver a alejar el sarampión y salvar vidas.
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