Estamos inmersos en un ritmo de vida acelerado y rutinario. Desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, no paramos. Muchas veces no nos alimentamos bien, no le dedicamos tiempo suficiente a una actividad física y no permitimos que nuestro cuerpo se relaje y descanse bien de noche. Si es tu caso, es clave reflexionar sobre el impacto del estrés y la ansiedad en el organismo porque tarde o temprano empezarás a somatizar.
De hecho, las guardias y los consultorios médicos reportan que día a día aumentan los pacientes que se acercan afectados por el estrés y la ansiedad. Hoy te contamos cómo se manifiestan estos cuadros en nuestro cuerpo y qué hacer para controlarlos.
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Qué es el estrés
El estrés es un estado de cansancio mental. Es causado por someter a nuestra mente a una o varias exigencias mayores de lo normal. También se considera estrés al mecanismo de respuesta física ante un estímulo como por ejemplo: cambios en el ambiente, miedo, posible amenaza, emociones, etc.
Qué es la ansiedad
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud provocada por una intensa excitación o una extrema inseguridad. Se percibe como un estado de nerviosismo y puede derivar en algún tipo de neurosis.
¿Qué es somatizar?
Somatizar es el resultado de un cuadro de estrés y ansiedad donde el cuerpo reacciona con diferentes síntomas ante la presencia de un estímulo. Generalmente surgen ante estímulos externos que ponen a la persona en condiciones de creer que está frente a un peligro, ya sea por un problema laboral, familiar, o de salud. Estas situaciones causan estrés y ansiedad.
Las personas que padecen este tipo de malestar somatizan manifestando en el cuerpo diferentes dolencias y enfermedades que al principio cuesta diagnosticar, porque el origen se da en el marco de estos cuadros de estrés y ansiedad.
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Cómo se caracteriza un cuadro de ansiedad
La ansiedad es la tendencia exagerada de observarse y sentirse observado, lo que genera un cuadro de nerviosismo, impaciencia e inquietud. Estas pueden terminar desencadenando enfermedades que ponen a la persona en situaciones límite en cuanto a relaciones laborales y personales. Te detallamos algunos síntomas de un cuadro de ansiedad:
- Temor constante y exagerado.
- Síntomas que llevan a pensar injustificadamente en enfermedades y hasta sentir sensación de muerte.
- Exageración ante los síntomas físicos.
- Apatía hacia los demás.
- Comportamiento obsesivo y compulsivo.
- Desconfianza y estado de vigilia.
- Estado de sensibilidad exagerado.
- Personalidad muy sugestionable.
La ansiedad se puede tratar
El sistema nervioso regula absolutamente todas las respuestas fisiológicas de nuestro cuerpo, por lo tanto, los síntomas variados que determinan un cuadro de ansiedad deben ser tratados de forma integral ejercitando la regulación de cuerpo y mente.
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El cuerpo y la mente están relacionados y conectan al cerebro con el corazón y sucesivamente con el aparato digestivo, los músculos, las articulaciones y la glándula suprarrenal qué es la que regula la inflamación y el estrés.
Las personas que padecen depresión y cuadros de estrés y ansiedad, no regulan adecuadamente el sistema inmunológico. Esto produce los siguientes efectos:
- Alteración en el sistema de defensas.
- Alteración hormonal y del metabolismo.
- Alteración en la hormona serotonina que es la que otorga la serenidad.
Para encarar un tratamiento de este cuadro es necesario hacer un tratamiento integral, ya que muchos de los síntomas tienen su origen en el cuadro de ansiedad. Algunas opciones son:
- Asistir a un profesional de la salud mental.
- Hacer una dieta de alimentos antiinflamatorios.
- Incluir alimentos alcalinos y ricos en omega 3.
- Encarar una terapia psicológica.
- Practicar alguna actividad física.
- Realizar algún hobbie que nos distraiga de ese momento crítico de ansiedad.
- No consumir sustancias excitantes como el café, el cigarrillo, el alcohol.
- Es importante mantener una buena hidratación.
Uno de los ítems más importantes es encarar una psicoterapia. El fin que persigue este tipo de tratamientos es entender las causa de la ansiedad. Una vez descubierto el motivo se puede empezar a trabajar en las formas de luchar contra esto y aprender a controlarlo.
En este caso en particular, la terapia Cognitiva- Conductual sería la adecuada porque te ayuda a entender la relación entre tus pensamientos, tus comportamientos y los síntomas. A través de estas terapias se puede aprender lo siguiente:
- Aprender a medir la percepción ante eventos de la vida o estímulos, sin exagerarlos.
- Reconocer los pensamientos que causan pánico y alejarlos de nuestra mente con alguna distracción: leer una revista, escuchar música, hacer palabras cruzadas, etc.
- No pensar en que los pequeños problemas se harán grandes e inmanejables.
- No adelantarse a los acontecimientos.
- Practicar técnicas de relajación como yoga, meditación, mindfullnes, etc.
- Practicar deportes donde gastemos energía y la renovemos como natación, acuagym, caminatas, baile, etc.
- Aprender algo nuevo, realizando un curso.
- Evitar el aislamiento y salir de nuestra casa todos los días aunque sea un rato.
Es importante que no te presiones. No se trata de hacer grandes cambios, sino ir poco a poco incorporando hábitos nuevos y modificaciones.
Un buen ejercicio es abrir las ventanas de tu casa o salir al patio o ir a algún parque. Afloja y relaja todo tu cuerpo, si puedes estar descalzo sobre el pasto mejor. Estira los brazos y respira profundamente, inspirando y exhalando. Aleja la resistencia de los músculos y rechaza la sensación de querer huir. Hacerle frente al estado de ansiedad, al dolor y al pánico es enfrentar al miedo.
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