Ian Pearson, un respetado inventor y futurólogo, ha realizado unas muy sorprendentes predicciones respecto a como será la cotidianeidad sexual en un futuro no muy lejano. Si bien los robots ya están poniendo bajo amenaza una variedad de puestos de trabajo como el de los guardias de seguridad o inclusive los administradores de oficinas, para Pearson pronto podrían también aventurarse en la industria del sexo.
Las mujeres y los hombres podrían comenzar a tener relaciones sexuales con androides dentro de los próximos 10 años, según las predicciones de este afamado futurólogo.
El Dr. Ian Pearson, un inventor que ha hecho una carrera anticipándose al movimiento del mercado en empresas de relaciones públicas, ha elaborado un informe sobre el futuro de las relaciones sexuales.
En su opinión, para el año 2030 ya será posible reemplazar las películas pornográficas con realidad virtual. Solo cinco años más tarde se va a poder interactuar inclusive con juguetes sexuales dentro de la realidad virtual. El Dr. Pearson cree que en el futuro muchos juguetes enlazarán directamente a nuestro sistema nervioso o incluso golpearan ligeramente en nuestros sueños.
Bondara, una tienda en línea para adultos, realizó un informe de predicción de ventas y en el sostiene que la mayoría de la gente va a tener algún tipo de relaciones sexuales usando auriculares de realidad virtual para el año 2030, acompañando de esta manera la opinión del futurólogo.
Para el año 2050, los robots se habrán hecho un objeto relativamente común en la vida sexual de las personas. No significa que todo el mundo tendrá sexo con ellos, sino que no nos sorprenderemos de saber que alguien lo hace.
A diferencia de otras tecnologías, como la de teléfonos móviles y computadoras, los robots tendrán la posibilidad de interactuar con nosotros de una manera mucho más realista.
El Dr. Kevin Curran, un alto miembro del Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos y un científico de la computación en la Universidad de Ulster, argumenta que la computación en nube tiene el potencial de transformar la inteligencia artificial de manera tal que la comunicación con los robots pueden llegar a ser mucho más realista.
Ya hoy el fabricante SoftBank hace firmar a sus clientes un acuerdo por el que se comprometen a "no realizar un acto sexual o una conducta indecente con el robot".
Pearson opina que “Si bien habrá algunas personas que van a comprar los robots específicamente para el sexo, la mayoría va a comprarlos para su uso en las tareas del hogar. Pero si van a gastar tanto dinero en un robot doméstico como lo harían en un auto o una casa familiar, sin dudas van a elegir los robots que encuentren más atractivos.”
Y yendo un poco más allá de lo que opinaba Curran, Pearson sostiene que “Con la inteligencia artificial es probable que la gente vaya a establecer relaciones con estos robots domésticos y es inevitable entonces que imaginen y concreten el tener relaciones sexuales con ellos.”
Pearson reconoce las vacilaciones iniciales pero cree que "poco a poco, a medida que se acostumbren a ellos y que comiencen a tender fuertes lazos emocionales, los remilgos se evaporarán gradualmente"
