La mayoría de la gente sufre contracturas musculares. Por el estrés, por las malas posturas en el día a día o por sobrecarga física ante alguna situación, los dolores de espalda y cuello son moneda corriente. Largas horas frente a la computadora, estrés, mal descanso nocturno... Son muchos los factores que influyen en la tensión y acortamiento muscular, generando dolores molestos, que afectan la calidad de vida. Te contamos qué hacer cuando ante una contractura persistente, que no se va ni encuentra alivio con el correr de los días.
Te contamos cómo aliviar el dolor de espalda, cuello u otras partes del cuerpo cuando tienes una contractura fuerte y no logras relajar la tensión muscular.
Qué vas a encontrar en esta nota:
Qué es una contractura muscular y cómo aliviarla
Una contractura es una contracción involuntaria y sostenida de uno o más músculos, que genera rigidez, dolor y dificultad para moverse. Ocurre cuando las fibras musculares se tensan de manera excesiva, impidiendo que el músculo vuelva a su estado de relajación normal. Las contracturas son comunes en áreas como el cuello, los hombros, la espalda y las piernas.
Las contracturas pueden variar en intensidad y duración. Algunas se resuelven por sí solas con reposo, mientras que otras pueden requerir tratamiento o terapias específicas.
Causas de una contractura
- Sobrecarga muscular: Realizar actividades físicas intensas o movimientos repetitivos puede fatigar los músculos.
- Mala postura: Mantener posturas incorrectas durante períodos prolongados puede tensar ciertos músculos.
- Estrés y tensión emocional: El estrés y la ansiedad pueden generar tensión en los músculos, lo que contribuye a las contracturas.
- Sedentarismo: La falta de actividad física y el pasar mucho tiempo sentado también puede provocar tensiones musculares.
- Deshidratación o deficiencia de minerales: Niveles bajos de minerales como el magnesio o el potasio pueden afectar el funcionamiento muscular.
Causas de las contracturas en espalda y cuello
Hay distintas causas que pueden llevar a una contractura en la espalda o en el cuello. Generalmente, están relacionados con actividades que llevamos a cabo cada día y que generan un efecto acumulativo.
En general, las causas de las contracturas están relacionadas con factores biomecánicos de sobrecarga o sobreutilización muscular o microtraumatismos repetitivos
También el factor emocional influye en el estado de nuestros músculos, tensándolos y volviéndolos más propensos a sufrir contracturas en el cuello, la espalda e, incluso, la mandíbula. Algunas de las causas son:
- Mala posición. Por ejemplo, el inclinar demasiado la cabeza para mirar el ordenador (El mal del cuello roto: los celulares hacen que “carguemos” 25 kilos todo el tiempo.
- Repetir con frecuencia un mismo movimiento a veces nos lleva a una tendinitis o contractura.
- Sobre-esfuerzo o ejercicios mal realizados en los que movemos bruscamente un músculo de la espalda.
- Falta de estiramiento después de hacer deporto o falta de calentamiento antes de hacerlo.
- Movimientos bruscos.
- Estrés y tensión acumulada en las cervicales y en la musculatura de la espalda.
Qué hacer cuando una contractura y no se va
Para aliviar una contractura muscular, puedes probar varias técnicas que pueden ayudar a reducir el dolor y la tensión:
Aplicar calor o frío
- Frío: En las primeras 24-48 horas, aplicar una bolsa de hielo (envuelta en una toalla) en la zona afectada por unos 15-20 minutos varias veces al día puede reducir la inflamación.
- Calor: Después de las primeras 48 horas, aplicar calor (una almohadilla térmica o una ducha caliente) puede ayudar a relajar los músculos.
Estiramientos suaves
Haz estiramientos suaves y controlados del músculo afectado, evitando cualquier movimiento brusco o doloroso. Esto puede mejorar la flexibilidad y aliviar la tensión.
Masajes
Un masaje suave sobre el área afectada puede ayudar a relajar los músculos y mejorar la circulación. Si es posible, acude a un masajista profesional para que trate específicamente la contractura.
El masaje descontracturante es una técnica de masaje que se enfoca en aliviar la tensión muscular y reducir contracturas, que son áreas del músculo que están rígidas o tensas. Este tipo de masaje se aplica con una presión más profunda y sostenida en comparación con otros masajes relajantes, ya que su objetivo principal es deshacer nudos musculares y mejorar la circulación en los tejidos afectados.
Descanso
Es importante evitar actividades que puedan empeorar la contractura y permite que el músculo descanse para que se recupere adecuadamente. Dormir bien, y las horas recomendadas, es clave para que el cuerpo repare lo que el día desgastó, recuperando la energía que necesita el sistema inmunológico para atravesar bien los días.
Antiinflamatorios o relajantes musculares
En algunos casos, medicamentos como ibuprofeno o paracetamol pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor. Consulta con un médico antes de tomar cualquier medicamento.
Técnicas de relajación
Practicar técnicas de respiración profunda, yoga o meditación puede ayudar a reducir el estrés, que a menudo contribuye a la tensión muscular.
Si las contracturas son frecuentes o muy dolorosas, puede ser útil acudir a un fisioterapeuta. Ellos pueden realizar tratamientos específicos y darte ejercicios para fortalecer y mejorar la postura.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y no forzar el músculo. Si el dolor persiste o empeora, lo mejor es consultar a un profesional de la salud.
Te puede interesar:
- Hazte bien: 10 buenos hábitos para vivir mejor
- Bikram Yoga: el arte de sanarse desde adentro
- Los beneficios que genera la meditación en la salud alargan y mejoran la vida
- La medicina integrativa en el abordaje y tratamiento del cáncer
- Beneficios de Pilates: un gran aliado de la salud
- Estrés laboral: cómo combatirlo y aliviar los síntomas
- Científicos analizan los efectos que tienen las poses de yoga en la salud
- Qué es el índice felicidad y cómo se calcula
- Yoga en casa: consejos para principiantes y avanzados
- Secretos de la India: ejercicios de Yoga Nidra para dormir mejor
- 6 técnicas de respiración para relajarse en 10 minutos