El sauna tiene efectos beneficiosos sobre el organismo al liberar, mediante sudorización que suele ser abundante y rápida, toxinas y activar la circulación sanguínea. Siempre va acompañado con contrastes de temperatura: a la sesión de calor le sigue una de enfriamiento, que amplía los efectos de la sudoración. Se toma con fines higiénicos y terapéuticos.
Te puede interesar: Meditación del agua: una práctica que se apoya en un recurso vital para la vida
Al sudar uno copiosamente, los poros se limpian mucho mejor que al lavarse el cuerpo con agua y jabón, haciendo que la piel adquiera un tono saludable. El aumento de la temperatura del cuerpo extermina gérmenes igual que lo hace una fiebre alta, pero sin exponerse uno a peligros ni incomodidades.
Los baños sauna también eliminan las tensiones y activan la circulación de la sangre, como sucede al efectuar ejercicios fuertes, pero sin cansarse uno. Como resultado, el cuerpo queda más vigoroso y se siente uno como nuevo.
Leer más: Beneficios del masaje relajante a nivel muscular y linfático
Después de tu primer baño sauna, vas a sentir que nada te ha hecho descansar tanto, ni el más potente tranquilizador.
Los escandinavos han conocido este secreto durante muchos años, pero muestran todavía tal afición al sauna que éste sigue siendo una novedad para ellos. Se flagelan los cuerpos con ramas de abedul cubiertas de hojas, y a veces se dan fuertes masajes por todo el cuerpo.
Continuar leyendo:
- Beneficios del sauna para la piel, el peso y la salud
- El poder del sauna: por qué es tan beneficioso usarlo regularmente
- Masajes bionergéticos: el arte de movilizar nuestra "farmacia" interna
- Beneficios de bañarse con agua fría
- Tipos de masaje: características y objetivos de cada uno
- Cómo hacer un spa en casa y potenciar el placer hogareño