La parálisis de la atención médica programada es uno de los "daños colaterales" más preocupantes de las medidas decretadas por el Gobierno para prevenir contagios masivos de coronavirus. Muchos tratamientos, controles y estrategias de prevención quedaron en pausa durante al menos cuatro meses y muchas patologías se agravaron, multiplicando la mortalidad y la morbilidad por distintas causas. Una de ellas es la obesidad, una enfermedad que mutiplica el riesgo de infección grave y muerte por Covid-19 y que no logra ser priorizada en la agenda sanitaria nacional.
Los datos lo dicen claramente: si bien las personas con obesidad son uno de los grupos considerados de riesgo frente a este virus, desde que arrancó la pandemia se registró en Argentina una disminución de más del 90% de las cirugías bariátricas y de un 75% en el seguimento pre y post operatorio de pacientes que iban a someterse a una cirugía de este tipo o que ya lo hicieron, según una reciente encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO).
Se trata de una situación que, según los especialistas, deja a muchas personas con obesidad severa expuestas a sufrir graves consecuencias ante una eventual infección por virus SARS-CoV-2.
Podés leer: Choque de pandemias: advierten sobre el mayor riesgo de infecciones graves en las personas con obesidad
Según el doctor Alberto Cormillot, reconocido especialista en ésta área, a la obesidad se la ha “ninguneado” durante esta pandemia. Se redujeron en un 90% las cirugías bariátricas en el país a causa de la epidemia de SARS-CoV-2, pese a ser el principal tratamiento para las formas severas de exceso de peso.
La obesidad aumenta el riesgo de sufrir el Covid-19 y se asocia con una mayor tasa de mortalidad y de complicaciones en caso de contraer el virus. Sin embargo, ha sido “ninguneada” durante esta pandemia
La información aportada por el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) indica que la diabetes y la insuficiencia cardiaca fueron los principales factores de riesgo entre los pacientes mayores de 60 años fallecidos con Covid-19, mientras que la diabetes y la obesidad fueron las comorbilidades más prevalentes entre las víctimas menores de 60 años.
“Me llama la atención que a menudo se mencionan la diabetes y la hipertensión como los principales factores de riesgo vinculados con el Covid. ¿Pero por qué no se habla de la obesidad? A la obesidad se la ningunea”, destacó Cormillot.
“Hace ya varios años que se dispuso que la vacuna antigripal sea obligatoria para las personas que tienen obesidad y a la gente no se le ocurrió preguntar por qué las personas con sobrepeso están en este grupo de riesgo. Aún hoy no se las sigue considerando de riesgo. Es un ninguneo. Somos unos pocos los que hablamos del asunto”, insistió el experto.
Según Cormillot, está muy arraigado que el problema de la obesidad es un tema estético o exclusivamente de la voluntad de la persona, por ejemplo frases como:
- Si vos querés, podés.
- Dale, ponete media pila, adelgazá.
- Hacelo por mí.
- Hacelo por vos. Entre tantas otras frases…
“Hay una serie de mitos que no ayudan. La enfermedad se niega”, reflexionó, para luego añadir: “La obesidad es una enfermedad crónica, que primero va inutilizando y luego va matando”.
También leé: Por qué es clave evitar la estigmatización de las personas con obesidad
Cirugías bariátricas paralizadas
La encuesta “Impacto del Covid-19 en Cirugía Bariátrica”, realizada por la SACO a 47 equipos de cirujanos reveló que: entre el 1 de abril y el 31 de mayo últimos se hicieron un 90% menos de cirugías bariátricas respecto de igual periodo del año anterior.
Entre los principales motivos de la drástica reducción de procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la obesidad, los encuestados mencionaron la falta de autorización por parte de obras sociales y prepagas, la decisión del equipo de cirujanos y el miedo de los pacientes.
El relevamiento también reflejó una disminución de hasta el 75% de las consultas de primera vez y de las consultas de seguimiento en pacientes pre y post operados.
Este dramático descenso de las cirugías de la obesidad se produjo a pesar de que el 89% de las instituciones donde operan los equipos encuestados fueron adaptadas para atender pacientes Covid positivos y pacientes No Covid
Otro de los resultados de la encuesta a destacar fue que ninguno de los 121 pacientes operados en 2020 contrajeron el virus SARS-CoV-2.
“Se sabe que la obesidad aumenta los casos graves de Covid en los jóvenes, aumenta el riesgo de complicaciones por la enfermedad (3,40 veces más posibilidades) y también aumenta la tasa de mortalidad”, enfatizó el doctor Pedro Martínez Duartez, presidente de la SACO, quien hizo hincapié en que “un reciente reporte demostró que la obesidad aumenta el peligro de infectarse con el SARS-CoV-2 y prolonga el tiempo de eliminación del virus, es decir que los pacientes con obesidad y Covid-19 pueden contagiar por más tiempo, por lo que se sugiere un periodo más prolongado de aislamiento que los pacientes con normopeso”.
Podés leer: Sociedades científicas presentan un consenso en cirugía bariátrica y metabólica
En esa misma línea, Cormillot advirtió que “en aquellas personas que deben operarse porque ya tienen su diabetes descontrolada, o su presión, o ya no pueden moverse, o tienen que hacerse otra cirugía que exige un descenso de peso (de rodillas, de corazón o de columna), es un riesgo postergar el procedimiento porque se exponen a un agravamiento de las comorbilidades que presentan”.
“El tratamiento quirúrgico de la obesidad severa y sus comorbilidades (diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares o respiratorias, afectación hepática, artrosis incapacitante, etc.) es un procedimiento programado no postergable, medicamente necesario y es el mejor tratamiento para estas patologías”, remarcó Martínez Duartez, y agregó: “Su retraso genera deterioro general del paciente, progresión de la obesidad y de las condiciones comórbidas que amenazan la vida”.
Asimismo, el presidente de la SACO puso de manifiesto la especial importancia de esta cirugía a la hora de enfrentar una pandemia como la actual. “Las deficiencias en el sistema inmune de individuos con obesidad mórbida son bien conocidas, e incluye niveles elevados de eosinófilos, monocitos CD14 y subconjuntos de monocitos CD14 + / CD16 +, con depresión de monocitos y neutrófilos CD62L. Estos niveles anormales se revierten rápidamente con la cirugía bariátrica porque no solo es una operación de pérdida de peso sino que también parece ser un procedimiento de restauración inmune”, subrayó.
Además podés leer: La motivación es clave para enfrentar el sobrepeso y la obesidad
Obesidad: efecto cuarentena
Cormillot también se refirió al modo en que el aislamiento obligatorio puede impactar sobre las personas que presentan exceso de peso. “Entre las principales alteraciones que presentan las personas con obesidad se encuentra la alteración de la regulación del apetito y la saciedad. Cuando una persona come de más, hay un disbalance entre lo que demandan los núcleos del cerebro que buscan comida y dan saciedad, y las decisiones. Bajo estrés, la decisión de comer, se afloja y uno no toma las mejores decisiones”, detalló el especialista.
“De la misma forma que muchos que estaban en tratamiento han seguido bajando de peso, muchos otros no. Y no solamente tiene que ver con la situación de estrés sino también con la falta de movimiento, el aburrimiento, la tensión por no poder estar trabajando, el temor, la incertidumbre, el no ocupar el tiempo apropiadamente”, añadió Cormillot, quien apuntó que en Estados Unidos se registró en la población un aumento de peso de entre 3 y 6 kilos durante la cuarentena.
También leé: Obesidad infantil: cómo combatir una amenaza al futuro
Miedo y recomendaciones
En cuanto a qué les diría a los pacientes que prefieren no operarse en este contexto de pandemia por miedo a contagiarse el virus, el especialista en nutrición y obesidad comentó su propia experiencia: “Me tenía que hacer dos cirugías programadas y me las hice, aprovechando que tenía tiempo durante la cuarentena. Lo hice porque me sentía seguro. Las instituciones están preparadas para que no haya contagios”.
Del mismo modo, enfatizó la importancia de realizar las consultas de seguimiento post quirúrgico tras la cirugía bariátrica. “La cirugía es un evento importante en la vida de una persona con sobrepeso porque le disminuye un 70 u 80% el esfuerzo que tiene que hacer para controlarse. El otro 20 o 30% lo tiene que poner la persona. Y es muy difícil que lo ponga si está solo, si no tiene el acompañamiento de los profesionales, de un grupo de especialistas que puedan hacer su seguimiento”, aseguró.
La obesidad es una enfermedad crónica, que primero va inutilizando y luego va matando
Con el objetivo de reiniciar las cirugías bariátricas electivas en forma segura, la SACO elaboró conjuntamente con la Comisión de Cirugía Bariátrica y Metabólica de la Asociación Argentina de Cirugía, un documento titulado “Recomendaciones para la realización de cirugías bariátricas en el contexto de epidemia por SARS-CoV-2 en Argentina”. Estas pautas fueron realizadas en base al conocimiento que hasta el momento se tiene de la pandemia de Covid-19 y están apoyadas en recomendaciones de expertos y consensos societarios.
“Desde un punto de vista de salud pública y centrado en el paciente, es fundamental reanudar la cirugía metabólica y bariátrica en todos los pacientes con indicación. Estas cirugías deben ser realizadas en el momento en que el paciente se halle en condiciones clínicas de ser sometido al procedimiento de acuerdo al criterio del equipo tratante, sin esperar ningún tiempo impuesto arbitrariamente por las obras sociales o prepagas, ya que está demostrado científicamente que la espera preoperatoria no disminuye las complicaciones ni mejora los resultados en términos de descenso de peso o resolución de comorbilidades”, explicó Martínez Duartez.
Leé además: La obesidad y el sobrepeso provocan 12 tipos de cáncer
El doctor Duartez además recalcó que “por otro lado, no existe ninguna razón médica válida y mucho menos jurídica, por la cual un paciente enfermo deba persistir con el padecimiento de su enfermedad durante un tiempo prolongado para acceder al tratamiento indicado”.
También te puede interesar leer:
- Bajar de peso en cuarentena: un desafío para la mente
- Obesidad mórbida: quiénes pueden operarse y qué técnicas son las más utilizadas
- La obesidad, un obstáculo para lograr el embarazo
- El sobrepeso y la obesidad “saludables” no existen: fuertes mensajes de expertos en nutrición sobre la tapa de Caras
- Fumador, con sobrepeso y bebedor: el paciente perfecto para el Covid-19
- La salud de los argentinos de mal en peor: sobrepeso y obesidad en aumento
- ¿Todo vale? Un anuncio para crear conciencia sobre la obesidad humilla a las personas
- Diabesidad: obesidad, sedentarismo y diabetes, la epidemia que exige cambios urgentes
- Sobrepeso nervioso: el estrés es un obstáculo si buscamos perder peso
- El cortisol: la hormona del estrés que impide adelgazar