Mirtha Legrand y la fuente de la eternidad: claves para envejecer de otra manera

martha legrand marcapasos

La búsqueda de la fuente de la eternidad fue una constante en la historia de la humanidad. Los registros dicen que ese deseo empezó a traducirse en acciones allá por el Siglo IV A.C., cuando los embajadores del rey persa Cambises II se entrevistaron con el rey de Etiopia, según relata Heródoto en sus escritos. Desde entonces, mucha agua ha corrido bajo el puente. Por nuestros pagos, alguien parece haber encontrado el secreto: esta semana cumple 90 años la gran actriz y conductora argentina, la señora Mirtha Legrand, y no son pocos los que se preguntan cómo hace para mantenerse tan vigente y lúcida al frente de su emisión y en tantos otros ámbitos de la vida.

Es interesante pensar el tema. Hoy la evidencia nos muestra que hay tres elementos que son determinantes para una vida larga y satisfactoria: la carga genética, el entorno en el que nos educaremos, creceremos, viviremos y nos desarrollaremos y el sistema de salud al que tendremos acceso. Todos ellos operan de manera sinérgica pero con distinto peso e importancia.

La genética es muy importante, pero solo explica cerca del 10 al 15% de la longevidad de las personas. El resto depende en un 80% del entorno de vida que tengamos, con sus amenazas y oportunidades, y otro 10% se relaciona a un sistema de salud que nos brinde acceso a cuidados de calidad, efectivos y eficientes

Dentro del 80% que hace al cómo vivimos está la educación que recibamos, la dieta que consumamos o el nivel de sedentarismo que tengamos, entre otros factores. Sin embargo, a medida que nos hacemos mayores, hay un hecho que es fundamental: “el proyecto”. Las personas mayores hablan de ello como “el motor que me mantiene vivo”.

Esta expresión puede tener muy variadas formas pero en definitiva es lo que hace que nuestro envejecimiento se vuelva activo: gozar de una buena salud, poder disponer de una cierta seguridad económica como brinda una pensión, el continuar aprendiendo o capacitándonos en alguna tarea o tema determinado y, con ésto, participar de la sociedad... Todo ésto hace de esta nueva etapa del curso de la vida un mundo de nuevas posibilidades.

La señora Mirtha Legrand es muestra de ello. De alguna manera, no solo lidera desde hace décadas la audiencia televisiva, sino que, con su inteligencia y desenfado, conduce uno de los programas de mayor impacto político de la televisión argentina. Esas características son algunas de las muchas ganancias que nos brinda ir acumulando años: libertad para disponer y desenfado para decir “no”.

Mirtha nos enseña en cada programa algo que cada vez son más personas mayores descubren: que este momento de vida les permite elegir. Muchos me lo han dicho para mi libro y en mi consultorio hablando de la sensación de libertad.

Las personas mayores son cada vez más. Ser mayor está de moda. Los mayores definen elecciones, condicionan mercados de consumo y modelan las “Smart cities”

Somos testigos de un cambio de proporciones mundiales, una revolución de personas mayores. Una nueva longevidad. Algo que seguramente los embajadores persas imaginaron siglos atrás en sus ansias por descubrir el secreto de la fuente de la eternidad, aunque fuera en Etiopía y la televisión no existiese ni en la más remota de las fantasías.

 

Diego Bernardini es médico, especialista en adultos mayores y envejecimiento. Es autor del espacio Mayores en Buena Vibra, y autor del libro “De Vuelta”. Su sitio.

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