Fitball, balón medicinal, pelota suiza… Las pelotas inflables son una elemento cada vez más popular y se lo conoce con muchos nombres. Utilizado en clases de fitness, en pilates, en tratamientos para rehabilitación, y hasta en preparación para el parto, entre otros usos, es también una excelente opción para incorporar en los lugares de trabajo. Aunque no lo creas, puedes bajar tus niveles de sedentarismo y mejorar tu espalda usando la pelota como silla.
Fitball: qué es y cuáles son sus beneficios
El fitball, también conocido como pelota de ejercicio, pelota de yoga o pelota de estabilidad, es una pelota grande inflable hecha de material resistente, como PVC o caucho. Estas pelotas se utilizan en una variedad de entornos para mejorar la fuerza, la flexibilidad, la coordinación y la estabilidad del cuerpo. A menudo se usan en ejercicios de acondicionamiento físico, rehabilitación, fisioterapia y actividades de yoga y pilates.
Pero hay más opciones, más allá del gimnasio y del consultorio. El fitball es una herramienta versátil que puede ser utilizada para una amplia gama de ejercicios y actividades, incluyendo:
- Entrenamiento de fuerza: se pueden realizar ejercicios de resistencia y fortalecimiento de diversos grupos musculares utilizando la pelota como apoyo o resistencia adicional.
- Estiramiento: el fitball puede ayudar en la realización de estiramientos que mejoran la flexibilidad de los músculos y la movilidad de las articulaciones.
- Mejora de la postura y la alineación corporal: sentarse o apoyarse en la pelota puede ayudar a mejorar la postura y la alineación del cuerpo, ya que requiere que los músculos del núcleo trabajen para mantener el equilibrio.
- Ejercicios de equilibrio y estabilidad: la inestabilidad de la pelota desafía los músculos estabilizadores y el equilibrio, lo que puede mejorar la coordinación y la propriocepción.
- Rehabilitación: Los profesionales de la salud usan el fitball en programas de rehabilitación para ayudar a los pacientes a recuperar la fuerza, la movilidad y la función después de lesiones o cirugías.
- Yoga y Pilates: en estas disciplinas, se utiliza como una herramienta adicional para mejorar la intensidad y la variedad de los ejercicios.
- Masajes y alivio del dolor: al recostarse sobre la pelota y rodar sobre ella, se pueden aliviar tensiones musculares y dolores.
El tamaño de la pelota de ejercicio puede variar para adaptarse a diferentes personas y tipos de ejercicios. Se elige generalmente una pelota que permita que tus caderas y rodillas estén en un ángulo de 90 grados cuando te sientas en ella.
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Mejorar la postura al sentarnos: fitball como silla de trabajo
Actualmente, pasamos mucho de nuestro tiempo en casa, sentados frente a una computadora o a una notebook, trabajamos, estudiamos o nos la pasamos sentados en el escritorio por largas horas. Y la postura que adoptamos en este tipo de situaciones es importante para evaluar los futuros riesgos que sentarnos mal e incómodamente nos puede generar.
Por eso, usar una pelota como sustituto de la silla puede ayudarte a transitar varias horas sentado sin que tu espalda salga tan perjudicada. Piensa que el sólo hecho de sentarse sobre un fitball ya activa la musculatura postural del tronco y basta con eso para obtener beneficios.
La clave está en que, al ser la pelota una superficie inestable, obliga a nuestro cuerpo a realizar ajustes permanentes para mantenerse sobre la pelota. Esto significa que nuestro cuerpo se mueve ligeramente de forma más o menos constante, buscando la reorganización postural y evitando sobrecargas musculares. Es decir, se reduce notablemente la inactividad.
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Otros beneficios del fitball
Entre otras de las ventajas que tiene usar la fitball como silla para el escritorio, encontramos las siguientes:
- Mejora el equilibrio
- Da movilidad a la cadera
- Libera la presión sobre la zona lumbar
- Te obliga a mantener los pies en el suelo para no desequilibrarte, con lo que consigue evitar que cruces las piernas
- Permite que te estires sin tener que dejar de hacer lo que estás haciendo
- Mejora la propiocepción: autoregistro corporal.
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Al principio te costará acostumbrarte a esta nueva silla, e incluso los primeros días puedes sentir alguna molestia si normalmente no haces actividad física. Pero, superada la incomodidad, empieza a ejercitar el cuerpo mientras trabajas o estudias.
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