En un tercio de los casos, las dificultades para concebir en una pareja obedecen a lo que se conoce como factor masculino: es decir, el problema está en el varón. Es importante subrayar el tema porque, a veces, se pierden un tiempo precioso cuando es sólo la mujer la que busca por su lado y en su cuerpo si hay alguna patología que esté afectando su capacidad reproductiva.
En los primeros años de la fertilización asistida, cuando el problema estaba en el varón había poco que hacer. Pero eso cambió cuando se desarrolló la Inyección Intracitoplasmática (ICSI), una técnica de reproducción asistida incluida en el tratamiento de fertilización in vitro (FIV) que ha permitido conseguir con éxito el embarazo en las parejas diagnosticadas de un factor masculino severo.
¿En qué consiste? El varón deberá proporcionar una muestra de semen o realizarse una biopsia testicular- en caso necesario-, para extraer y seleccionar los mejores espermatozoides que serán utilizados para la fecundación de los ovocitos.
El ICSI permite la unión directa del óvulo y del espermatozoide, facilitando la fecundación. Un espermatozoide con baja movilidad o mala morfología tendría mayor dificultad para conseguirlo de forma natural o mediante la técnica de FIV clásica
Cómo es el procedimiento
- Estimulación ovárica: La estimulación ovárica en la FIV consiste en la administración de unas inyecciones diarias que conseguirán que los ovarios, en vez de producir un único óvulo- que es lo que hacen de forma espontánea cada mes-, produzcan más ovocitos para poder llegar a obtener un mayor número de embriones. El tratamiento se realiza en las clínicas de reproducción de IVI y dura entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y la velocidad de respuesta de cada paciente. Durante el mismo, se realizan ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y se determina el estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
- Punción y laboratorio: Cuando se comprueba por medio de ecografía que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y se considera que ya hay disponibles un número adecuado de óvulos, se programa la punción folicular alrededor de 36 horas después de la administración de una inyección de hormona hCG que induce la maduración ovocitaria de forma similar a como tiene lugar en el ciclo natural. La punción se realiza en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestia durante el procedimiento, cuya duración es de 15 minutos aproximadamente.
- ICSI: Una vez disponemos de los óvulos tras la realización de la punción folicular y se han seleccionado los espermatozoides de mejor movilidad y morfología, se procederá a la microinyección de los óvulos. Durante el proceso en el que se realizará la ICSI, se coloca el espermatozoide seleccionado dentro de una minúscula pipeta y es inyectado directamente dentro del óvulo. De esta manera, facilitamos al máximo la fecundación y los embriones obtenidos se desarrollarán durante 3 a 5 días en el Laboratorio, antes de ser transferido nuevamente al útero materno.
- Cultivo embrionario en el laboratorio: Los embriones resultantes tras la fecundación de los óvulos son observados en el laboratorio día tras día, y son clasificados según su morfología y capacidad de división. Algunos embriones pueden llegar a bloquearse en su desarrollo, y serán descartados al ser considerados como no viables.
- Transfer: El transfer consiste en la introducción de los mejores embriones dentro del útero materno con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello. El procedimiento se lleva a cabo en el quirófano, aunque en este caso no es preciso realizar sedación, ya que es un proceso rápido e indoloro.
- Vitrificación de embriones restantes: Una vez realizada la transferencia embrionaria, se lleva a cabo la vitrificación de los embriones de buena calidad no transferidos, con el fin de poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de estimulación ovárica.
Para quiénes está indicado
- Varones con bajo número de espermatozoides, problemas de movilidad o mala morfología de los mismos.
- Varones que se han realizado una vasectomía.
- Enfermedad infecciosa o infertilidad de causa inmunitaria.
- Dificultad para conseguir una eyaculación en condiciones normales, como ocurre en la eyaculación retrógada (problemas neurológicos, diabetes,…).
- Casos de muestras criopreservadas de varones vasectomizados o sometidos a tratamiento radio o quimioterápico. Son muestras muy valiosas porque se dispone de una cantidad limitada y la ICSI permite optimizar su uso.
- Otros factores: fracaso repetido tras varios ciclos de FIV e IA, bajo número de ovocitos tras la punción o cuando es necesario identificar embriones sanos en caso de Diagnóstico Preimplantacional (DGP).
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