Hay en estos tiempos un mal común que aqueja a infinidad de personas y que gira en torno a los mismos síntomas.Es ya una queja muy escuchada la de que el trabajo devora la mayor parte de nuestro día, y apenas nos queda espacio para el ocio, la familia, o el deporte.
Para que esto deje de ser un foco de problemas y de estrés, Dan Ariely, catedrático de Sociología y Economía conductual en la Universidad de Duke (Carolina del Norte) tiene una propuesta. Según él, hay que adelantar el inicio de la jornada de trabajo a la madrugada, cuando las distracciones disminuyen y la sensación de aislamiento refuerza la concentración y la eficiencia.
Ariely es un estudioso del comportamiento humano, especialmente de los actos llevados adelante irracionalmente. Él cuenta que su inmersiva introducción a la irracionalidad tuvo lugar hace muchos años mientras estaba superando las lesiones sufridas en una explosión. “La gama de tratamientos en el departamento de quemaduras, y particularmente el "baño" diario me hizo enfrentar una variedad de comportamientos irracionales que eran inmensamente dolorosos y persistentes.”
Y agrega que “Me quedé absorto con la idea de que repetidamente y de manera predecible tomamos decisiones equivocadas en muchos aspectos de nuestras vidas y que la investigación podría ayudar a cambiar algunos de estos patrones.”
Aplicando sus estudios sobre la conducta humana en los aspectos económicos de la vida cotidiana Ariely ha encontrado algunos patrones y sostiene que "Todos los estudios indican lo mismo: que la dos horas más productivas son las primeras del día, nada más llegar al trabajo, que suele ser de 9 a 11".
Según sus estudios, estamos profundamente equivocados respecto a nuestros hábitos: "La mayoría pensamos en nosotros mismos como más transnochadores de lo que realmente somos, creemos que somos más productivos de noche", explica. Esto lleva a prolongar las jornadas hasta altas horas, lo cual no se traduce en más efectividad sino en más cansancio. El catedrático apela a la tradicional distintición entre "alondras" y "búhos" (la gente más activa durante las mañanas frente a la noctámbula).
"En realidad, creer que rindes más por las noches es solo una ilusión", dice Ariely.
Pero ya que la madrugada puede ser un momento de bastante calma y silencio uno podría optar por trasnochar y usar las últimas horas de su día laboral para sacar el máximo provecho en lugar de levantarse bien temprano.
En ese sentido, Ariely opina que la madrugada tiene "un montón de atractivos" relacionados con la falta de distracciones, pero la mejor forma de sacarles partido no es trasnochar sino arrancando el día de madrugada.
Con respecto a este punto, el psicólogo Josh Davis, director de investigación en el NeuroLeadership Institute, llevó adelante un estudio, que fue publicado en el Wall Street Journal en el que se concluye que las 4 de la mañana puede ser el momento más productivo del día.
Las razones detrás del aumento de la productividad en una hora tan impía incluyen:
- Mínimas distracciones (como demandas de los hijos o del trabajo).
- No hay nadie enviando mensajes de correo electrónico o mensajes de texto.
- Hay casi nada para ver en las redes sociales.
La productividad en este contexto puede no estar necesariamente relacionada con el trabajo. La tendencia parece estar apuntando hacia la reserva de este "tiempo sagrado" para las cosas que le energizarán y le prepararán para el éxito en el resto del día. Hacer cosas vinculadas al cuidado personal como hacer ejercicios, hacer lecturas para el crecimiento personal o de conexión espiritual.
Entre los ejecutivos más famosos que están empezando su día a las 4 de la madrugada podemos mencionar a:
- Tim Cook: El CEO de Apple realmente comienza su rutina matutina a las 3:45 de la mañana.
- Sallie Krawcheck: El director ejecutivo de Ellevest ha escrito: "Nunca soy más productivo que a las 4 de la mañana".
- Richard Branson: El empresario multimillonario se despierta un poco más tarde, a las 5 de la mañana, para hacer ejercicio y pasar tiempo con su familia. Él dice que "me pone en un gran marco mental antes de llegar a los negocios."
- Michelle Gass: La ex presidenta de Starbucks EMEA (Europa, Oriente Medio, Rusia, África) y ahora jefe de merchandising y encargada de clientes en los grandes almacenes de Kohl, establece su alarma para las 4:30 de la mañana.
- David Cush: El CEO de Virgin America se despierta a las 4:15 de la mañana para llamar a socios de negocios en la costa este, luego escucha radio deportiva, leeel periódico y va al gimnasio.
Levantarse antes de que amanezca significa también dormirse antes, mucho antes. Eso podría implicar menos tiempo para eventos sociales nocturnos con amigos.
Peter Shankman, un empresario y orador de 44 años de edad de la ciudad de Nueva York, dice en el artículo del Wall Street Journal: "Llego agotado, pero de buena manera, lo que significa que no tendré la energía para hacer algo estúpido como tomarme dos litros de cerveza las 10:30 pm".
Al parecer todo se trata de una cuestión de hábitos y de la flexibilidad de estos. "Tú eres tu hábito, no al revés. No existe tal cosa como la predisposición", dice Victor Martín, consultor de la agencia Young Media, quien se levanta a las cinco de la mañana pero no para ponerse a trabajar de inmediato sino para meditar.
Pero para dar más luz al asunto, Dan Ariely concluye diciendo que "No es que seamos más productivos a las 4 de la mañana, es que el entorno en sí mismo lo es".
En conclusión son los hábitos y el entorno los que nos ayudaran a ser más eficientes y vivir menos estresados. Pero como siempre, depende de nosotros.