Las emociones están bajo la lupa. En última década, numerosos estudios han puesto de relieve la enorme importancia que tienen no sólo en nuestra vida personal y vincular sino, también, en las capacidades que habilitan -o no- al trabajar en equipo con la mente y el cuerpo. Nuria Javaloyes, psicóloga y psicooncóloga del Hospital Quirón de Torrevieja, habló con la agencia EFE sobre la sustancia de las 5 emociones principales, explicando cuáles son sus funciones y cómo se manifiestan en cada uno de nosotros.
1.AMOR: Gracias al amor creamos nuestros vínculos afectivos desde el nacimiento, necesarios para el crecimiento emocional sano, y elegimos a nuestra pareja para formar una familia. Este sentimiento -explica la especialista- no se localiza solamente en el corazón, sino que atraviesa todo el cuerpo. Cuando estamos enamorados el cuerpo lo expresa con claridad: mayor nivel de endorfinas, reducción en los niveles de cortisol, incremento de la producción de dopamina, ocitocina y norepirefina, aumento de los niveles de estrógenos y liberación de malatonina. Gracias a todos estos "cambios" internos, nos vamos a sentir mucho más felices y a gusto con nosotros mismo y vamos a valorar más las pequeñas cosas de la vida. A la vez, los beneficios para la salud son múltiples: se produce una mejora en nuestras defensas, disminuyen los niveles de estrés, desciende el riesgo de enfermedades cardiovasculares, rejuvenece nuestra piel, nos da vitalidad, nos hace estar más guapos y aumenta nuestra autoestima.
reconocer y exteriorizar estas cinco emociones, ya que gracias a estas dos premisas, aprenderemos a gestionarlas de manera adecuada
2. RABIA: Si no manifestamos rabia, tiende a acumularse. Este sentimiento nos ayuda a adaptarnos y a proteger lo que es nuestro. ¿Qué podemos decir de su localización en el cuerpo? Se suele acumular en la panza o en el pecho. En muchas ocasiones también en brazos y piernas, ya que “nos ayuda a ir contra quien nos genera esta emoción o quien nos hace daño”, explica Javaloyes a EFE. Es bueno encontrar maneras de sacar la rabia afuera a través de algún deporte, y esperar a que baje la intensidad emocional para hablar con quienes estamos enojados.
3. ALEGRÍA: Esta emoción nos ayuda a ser más creativos y a la vez tiene mucho que ver con la existencia de la especie humana. Se trata de una activación general en todo el cuerpo que provoca que no podamos estar quietos. Expresar la alegría hace bien y, en general, se nos nota. El cuerpo se enciende. Y contagia.
4. TRISTEZA: Es la emoción que nos ayuda a reparar las pérdidas. La tristeza está constantemente presente en nuestra vida, a medida que vamos creciendo atravesamos distintos duelos. Es un sentimiento necesario para vivir y para poder afrontar aquello que nos viene de frente. En el cuerpo, la ubicamos en el pecho o en el corazón y en ocasiones tenemos la sensación de respirar con dificultad. ¿Su canal de expresión? En general lo manifestamos a través del llanto. Cuando estamos en este estado tendemos a escribir o a realizar actividades que nos ayudan a desahogarnos.
5. MIEDO: La principal función del miedo es la de la protección. Gracias al miedo sentimos que una situación es amenazante y el cuerpo instintivamente se pone a nuestro servicio. Esta emoción por lo general tiende a paralizarnos. Los síntomas provocados por el miedo suelen ser taquicardias, sudoración, palpitación, boca seca, temblores… El cuerpo se pone a nuestro servicio cuando estamos expuestos al peligro expresando señales diversas. Es característica la ansiedad y el alerta. Si la intensidad de excesiva, sostenida e injustificada, conviene consultar para ver si necesitamos ayuda para superarlo y mejorar nuestra calidad de vida.
Fuente: EFE
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