La fiebre por ser originales en los restaurantes, pero sobre todo en Instagram, puede ser una potente motivación para recurrir a nuevos (o viejos pero olvidados) ingredientes y técnicas que generen elaboraciones llamativas.
Y hoy el color negro ha conseguido ser el protagonista de estas movidas. La pasta italiana de tinta de calamar o los huevos negros de Japón, son dos ejemplos de comestibles o bebidas de color negro que responden a una tendencia que hace furor en la gastronomía.
Sin embargo, en la mayoría de los casos el negro se consigue con un colorante alimentario que no aporta nada en lo nutricional, ni tampoco contribuye a descubrir nuevos sabores o potenciar los ya existentes. Las pizzas, hamburguesas, pancitos, magdalenas, jugos o hasta el pollo completamente negros tienen el mismo gusto que cuando son de su color habitual y exactamente igual de alimenticios.
Pero si hay algo que debemos tener en claro es que estas modificaciones, que aparentemente son solo estéticas, están hechas en base a un producto que puede volverse peligroso.
La tinta de calamar o el azufre con que se cuecen los huevos negros Kuro-Tamago, tradicionales de Owakudani, una zona montañosa de Hakone con vistas al monte Fuji, cuyos yacimientos la tiñen de amarillo y la cubren de una humareda de aroma acre, son ingredientes que naturalmente le dan un sabor distinto a la comida.
Pero más allá de estos casos, la mayoría de la comida negra que se está imponiendo como moda, está compuesta principalmente por el carbón activado, un sólido de polvos finos en color negro e insoluble en agua. El carbón activado es un elemento usado, sobre todo, para clarificar bebidas y para hacer lavados estomacales bajo supervisión médica. La comida negra se convierte así en la última moda en dieta para los que buscan una forma rápida de perder peso.
Calro que en dosis medidas, este compuesto tiene efectos benéficos. En los hospitales actuales, el carbón activado se utiliza para tratar algunas sobredosis e instancias de intoxicación aguda, ya que puede absorber ciertas toxinas en el intestino antes de que ingresen al torrente sanguíneo. Los veterinarios pueden recetarlo a perros que hayan ingerido sustancias tóxicas para ellos, como el chocolate.
No hay evidencia que sugiera que tomar un jugo, un pan, un helado o lo que sea, de carbón activado, pueda tener otros beneficios para la salud, incluido un el efecto de desintoxicación en el cuerpo. Según la Fundación Británica de Nutrición, se desconoce que el carbón activado tenga propiedades tradicionales importantes para actuar como un suplemento.
Sin embargo, algunas voces si se han alzado advirtiendo sobre los posibles peligros de esta moda:
- La comida negra no es de fácil digestión, por lo que en vez de proteger al sistema digestivo lo ralentiza causando estreñimiento y malestar general. A su vez, el carbono activado, no selecciona lo que filtra, por lo tanto arrastra cualquier nutriente, vitamina o pastilla que tomes.
- Consumir este tipo de comida causa enrojecimiento e hinchazón en la cara, el abdomen y las piernas, irritación de las vías respiratorias y molestias gastrointestinales tales como flatulencia y retención de líquidos.