Los científicos no comprenden totalmente como se relacionan exactamente las alteraciones del sueño con la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
Lo cierto es que quitarle horas al sueño, pueda darnos tiempo para hacer alguna cosa más pero a su vez puede acelerar el envejecimiento de tu cerebro. Esto es lo que indica un estudio realizado en China que observó durante dos años los cambios de tamaño de este órgano en adultos mayores de 54 años.
Lo mismo ocurre en el sentido inverso. Al igual que con los cambios en la memoria y el comportamiento, los cambios en el sueño de alguna se profundizan también como resultado del impacto de la enfermedad de Alzheimer en el cerebro.
Algunos estudios indican que hasta el 20 por ciento de las personas sufren un aumento de la confusión, la ansiedad y la agitación propia del Alzheimer hacia el final del día. Otros pueden experimentar cambios en sus horarios de dormir e inquietud durante la noche. Esta interrupción en el ciclo de sueño-vigilia del cuerpo puede dar lugar a más problemas de comportamiento.
Según enumera un documento de la Asociación para el Alzheimer, algunos de los factores que pueden contribuir a padecer trastornos del sueño son:
- El agotamiento de fin de día (tanto mental como físico)
- Una alteración en el "reloj interno del cuerpo," causando una confusión biológica entre el día y la noche
- Iluminación reducida en los momentos del día en los que se debería ver con claridad
- En personas que ya padecen este mal, la desorientación debido a la imposibilidad de separar los sueños de la realidad cuando duerme puede generar un círculo vicioso que genere mayor ansiedad lo cual a su vez redunda en peores condiciones de sueño.
- Menor necesidad de dormir, que es común entre los adultos mayores