Como muchas efemérides, la fecha puede ser un tanto arbitraria, sin embargo, el día del orgasmo femenino se toma como una oportunidad para poner foco en la sexualidad de la mujer y el derecho al placer.
Durante siglos los varones se creyeron responsables de la felicidad sexual femenina y al mismo tiempo, muchas mujeres fingieron tener orgasmos para "salvar el honor" de sus parejas o para no ser consideradas frígidas. Los tiempos cambiaron y ha llegado el momento de desmitificar estar tradiciones absurdas y subrayar la importancia del placer en las relaciones sexuales y de que cada uno pueda encontrar la satisfacción y lograr tener un orgasmo sin que la participación de un otro sea indispensable.
8 de agosto: día del orgasmo femenino
El Día Internacional del Orgasmo Femenino se celebró por primera vez el 8 de agosto de 2007 en Esperantina, Brasil, y desde ese día se conmemora en todo el mundo para generar conciencia sobre la sexualidad femenina y liberarla de los estigmas que la envuelven.
El orígen de la iniciativa tiene que ver con la propuesta de un concejal brasilero que en el año 2006 impulsó una ley para obligar a los habitantes de ese pueblo a que hicieran un esfuerzo para que sus parejas alcanzaran el punto máximo de placer. "Es una cuestión de salud pública", dijo el funcionario según un artículo publicado por Folha de Sao Paulo. El día fue creado para obligar al poder público a discutir cuestiones de sexualidad -desde la eyaculación precoz a la frigidez, pasando por el sexo y el placer en la adolescencia y en la tercera edad.
La mujer y el orgasmo
Beatriz Literat, sexóloga clínica de Halitus Instituto Médico, destaca el papel de la sexología clínica moderna, que descubrió los múltiples factores que componen y producen el clímax femenino: “desde las estructuras sensoriales del cerebro, el sistema nervioso y cardiovascular hasta los músculos pélvicos que constituyen la llamada plataforma orgásmica.
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Además, el hallazgo científico más relevante que logró la medicina sexual contemporánea fue la comprobación de la autonomía sexual femenina y de su capacidad para manejar su propia sexualidad. Esto, lejos de inducir al egocentrismo femenino, logró que millones de mujeres puedan compartir con sus parejas una sexualidad más equitativa, más empática y altruista, lejos del mito del orgasmo simultáneo como modelo de excelencia sexual y de tantos otros mitos que aún circulan en el imaginario social”.
La sexóloga clínica enfatiza que estos hallazgos beneficiaron también a los varones, ya que “ya no están obligados a sentirse los únicos responsables de la gratificación sexual de sus parejas, al mismo tiempo que los ubica en un nivel de paridad con las mujeres, al compartir con ellas la posibilidad de un comportamiento tanto amoroso como autónomo”.
La palabra orgasmo: diferentes idiomas y culturas
La palabra tiene sus raíces en el término griego orgasmos, que significa “excitación” e “hinchazón”. Lingüistas de la aplicación para el aprendizaje de idiomas Babbel llevaron a cabo una investigación para reflexionar sobre el concepto del orgasmo en diferentes idiomas y las múltiples formas de describir esta experiencia alrededor del planeta.
Más de la mitad de los idiomas existentes han adoptado formas de la palabra orgasmo, usada en español, portugués e italiano, como orgasmus (alemán), orgazm (turco) y oogasma (japonés).
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El orgasmo como sinónimo de excitación radical
Algunos idiomas tienen formas más concretas de expresar esta sensación de excitación, incluyendo el elemento del placer y señalando que se trata de una experiencia positiva. Entre estas expresiones se encuentran, por ejemplo, pracanda uttējanā (bengalí), que literalmente significa “excitación radical”; ezra shodan (persa –farsi–), que quiere decir “la satisfacción está ocurriendo”; y cực khoái (vietnamita), que traducido es “placer extremo”.
El orgasmo como un pico
Una de las ideas más difundidas se expresa en la metáfora de orgasmo como un pico, usada por el 24% de las lenguas. Entre ellas se encuentran el alemán (höhepunkt), el sueco (höjdpunkt) y el irlandés (súnás).
Puede tratarse de una forma de reflejar la cálida sensación experimentada después del clímax, o también puede ser una descripción del proceso sexual de respuesta y distensión. La sensación de ascenso al clímax forma parte de este proceso. La idea de “pico” implica asimismo la orientación hacia arriba, una imagen que tiende a ser positiva.
Además, en chino mandarín se usa la expresión gao chao para describir el pico del orgasmo, cuya traducción es “marea alta”. Tiene un encanto especial, porque incluye el aspecto físico de los fluidos en la metáfora del punto culminante.
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Orgasmo y la llegada a un destino
Una metáfora semejante a la del ascenso es la del orgasmo como “una llegada a un destino”. Un 48% de las lenguas usa expresiones que se refieren a las acciones de «llegar», «ir» o «venir». Se entiende que estos verbos se refieren a un movimiento dirigido al hablante o al oyente. De esta manera, la expresión “venirse”, común en el español de Latinoamérica (aunque no tanto en el argentino), implica la idea de llegar a un lugar que se alcanza al moverse en dirección a la persona con la que se está hablando.
La conocida “petite mort”
En materia de orgasmos no todo son trayectorias ascendentes y apresuradas. En francés ha trascendido su expresión de la petite mort, «la pequeña muerte», que expresa claramente cómo las sensaciones físicas incontenibles y de pérdida de control propias del orgasmo pueden llevar a una experiencia cercana a la muerte. Otros nueve idiomas utilizan expresiones relacionadas con el sentido de “me estoy yendo” o “estoy acabando”, que implican que el hablante se aleja del oyente y posiblemente se va de una manera que impide continuar el encuentro.
En japonés existe el verbo iku con el significado de “me voy”, empleado como eufemismo para nombrar la muerte. Otros idiomas que conceptualizan el orgasmo como el final de un viaje son, por ejemplo, el ruso (konchayu), que quiere decir “estoy terminando”; el seediq (kiyadi) “he terminado”; y el tagalo (nilabasan na ko), también “estoy terminando/saliendo”.
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El orgasmo más poético
La expresión más poética pertenece sin duda al checo: Už budu, que quiere decir “yo seré”. En esta interpretación, el orgasmo representa un estado de existencia y una afirmación para seguir existiendo. Las personas checas entrevistadas señalaron la similitud de esta expresión con la famosa declaración de Descartes: «Pienso, luego existo». Así, el orgasmo sería una confirmación de que se existe.
El orgasmo como fuego
Estas interpretaciones se pueden ver en idiomas como el mandarín yao she le, “estoy disparando”; también el finlandés con nyt mä tulen “ahora estoy en (el) fuego”; y por último el tagalo con nag-iinit, que quiere decir “calentar” o “acalorar”.
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