El ejercicio físico no solo es una gran actividad para mantener el cuerpo activo, bajar de peso y fortalecer los músculos. También funciona como una especia de terapia para calmar la mente y mejorar la salud mental. Pero, además de eso, se ha probado que permite favorecer el desarrollo del cerebro y de la memoria en las personas de entre 68 y 78 años. Aquí, cómo prevenir del deterioro cognitivo y ejercicios para mejorar la función cerebral en pocos meses.
Te puede interesar: Cómo evitar que el cerebro envejezca demasiado rápido
El deterioro cognitivo es un término que se utiliza para describir la disminución o pérdida de algunas funciones mentales superiores, como la memoria, la capacidad de atención, el lenguaje, la percepción y el razonamiento. Es un proceso normal, asociado con el envejecimiento, pero también puede ser un síntoma de diversas enfermedades y trastornos neurológicos.
El deterioro cognitivo leve (DCL), por su parte, es una etapa intermedia entre el envejecimiento normal y la demencia. En esta etapa, las personas pueden experimentar dificultades cognitivas que son más notables que las esperadas para su edad, pero aún pueden mantener su independencia en la vida diaria. Sin embargo, el DCL puede ser un signo temprano de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer.
Ejercicios para combatir el deterioro cognitivo
Últimamente, se ha demostrado que pequeñas sesiones de ejercicios suaves y breves pueden llegar a ocasionar estimulaciones en el cerebro de las personas, generando así mejoras temporales en la función cognitiva de las personas de edad avanzada.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad de Tsukuba, en Japón, y de la Universidad de California en Irvine, en Estados Unidos, notaron que actividades como el yoga o simples caminatas al aire libre pueden favorecer al desarrollo del cerebro.
Leer más: Cómo proteger tu cerebro modificando tres factores de riesgo
La investigación que se llevó a cabo consistió en separar de forma aleatoria dos grupos de personas de mediana edad y mayores, de entre 55 y 78 años. Uno de los grupos tenía asignado hacer ejercicios de bicicleta con una intensidad baja, con una frecuencia de tres veces por semana durante tres meses. A diferencia de este grupo de ejercicio, el otro grupo se encargaba de realizar su rutina diaria normal de ejercicio; asignados como el grupo de control.
Luego de un análisis, se valoró la actividad del córtex prefrontal durante la tarea mediante espectroscopia funcional de infrarrojo cercano antes y después de la intervención. Como resultado, el primer grupo mostró una mejora significativa de la función ejecutiva en comparación con el grupo de control. Al ver los datos por edades, los beneficios del ejercicio suave fueron especialmente pronunciados en el grupo de adultos mayores, de entre 68 y 78 años.
El mecanismo cerebral subyacente a esta mejora implicaba un aumento de la activación eficiente del córtex prefrontal. Es así que la función ejecutiva era alta mientras que la activación cerebral correspondiente era relativamente baja. Por lo que resultados sugieren que incluso tres meses de ejercicio suave pueden reforzar las redes funcionales del cerebro, permitiendo que el córtex prefrontal se utilice de forma más eficiente durante la prueba Stroop. Esta última prueba es útil para evaluar la existencia o no de daños en el cerebro.
Puedes ver: 10 hábitos saludables para el cerebro
Gracias al estudio se puede destacar lo ventajoso que puede llegar a ser el ejercicio suave. Este tipo de actividades sin estrés durante un periodo de tres meses puede llegar a fortalecer la corteza prefrontal y mejorar la función cognitiva entre los adultos mayores.
Este avance permitirá desarrollar nuevos programas y estrategias de ejercicio para fortalecer la función ejecutiva y sean fácilmente accesibles para las personas mayores con un bajo nivel de forma física y una motivación limitada para hacer ejercicio.
Es fundamental entender que el deterioro cognitivo puede tener diversas causas, algunas de las cuales pueden ser tratadas o controladas, mientras que otras pueden ser irreversibles o progresivas. Si alguien experimenta problemas significativos de memoria o cognición, es importante buscar una evaluación médica adecuada para identificar la causa subyacente y determinar el mejor plan de tratamiento o manejo. Cuanto antes se realice el diagnóstico y se inicie el abordaje adecuado, mejor será la calidad de vida y las posibilidades de ralentizar la progresión de la condición en algunos casos.
Continuar leyendo:
- Las neurociencias explican por qué las manualidades hacen bien al cerebro
- Qué es el deterioro cognitivo leve: signos de alerta
- 7 hábitos que hay que desterrar para mejorar la salud
- Tango y neurociencias: por qué hace bien al cerebro y favorece la longevidad
- Caminar estimula al cerebro y alivia la depresión
- Beneficios de la caminata que seguro desconoces
- Vida Saludable: cómo vencer las excusas para no hacer actividad física