La mayoría escuchamos hablar de la importancia de sentirnos seguros con nosotros mismos y de tener un amor propio saludable. La autoconfianza es clave para superar obstáculos, crecer en diferentes áreas de la vida y tener buenas relaciones interpersonales. Te contamos cómo mejorar la autoestima y apuntar aquellas zonas donde te sentís vulnerable.
Qué vas a encontrar en esta nota:
Cómo mejorar la autoestima
La autoestima es la forma en que nos vemos a nosotros mismos. Es la confianza que tenemos en nuestras capacidades, la visión sobre nuestro cuerpo y la percepción que tenemos sobre cuánto y cómo nos valoran los demás.
Según la psicología, la autoestima está conformada por pensamientos, sentimientos y opiniones que tenemos sobre nosotros mismos. Esto significa que la autoestima no es fija. Si acumulamos pensamientos negativos sobre nosotros, el amor propio cae y andamos por el mundo con la autoconfianza herida. La ciencia tiene estudios sobre cómo mejorar el autoestima, en esta nota vas a encontrar 5 maneras de aumentar tu nivel de felicidad.
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¿Qué es la baja autoestima?
La baja autoestima es una visión negativa de uno mismo. ¿Qué señales me pueden avisar que tengo la autoestima baja? Algunos de los signos que podés advertir para identificar en qué zonas tu autoconfianza no anda muy bien son los siguientes:
- No me siento seguro de mí mismo.
- No expreso mis opiniones por miedo a ser rechazado.
- No comento mis gustos por pensar que no son iguales a los de los demás.
- No me esfuerzo por conseguir lo que quiero, decretando de antemano que no lo voy a lograr.
- Tengo miedo al fracaso porque exagero las consecuencias del fracaso. Creo que el fracaso habla de mí, y no de la acción en sí y punto.
- Generalmente necesito la aprobación de los demás antes de tomar cualquier decisión.
- Veo al resto de las personas como superiores a mí y me gustaría ser como ellos.
- Casi nunca estoy contento con lo que hago, ya que creo que podría estar mejor. Nunca o pocas veces me siento satisfecho y orgulloso de mí.
- Me siento observado y evaluado casi siempre en reuniones sociales.
- Me siento poco atractivo y prefiero evitar exponerme.
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Si te encontrás reflejado en varias de estas afirmaciones, podés suponer que tu autoestima necesita un empujón. Es importante saber que la autoconfianza se trabaja y puede mejorar. Podés revertir tu baja autoestima y aprender a quererte más tomando conciencia de los pensamientos negativos que tenés sobre vos mismo.
Una vez que tomes consciencia y sepas que la manera de pensar depende de vos, podés trabajar sobre ello y revertirlo.
Seguramente llevará un tiempo, pero es importante intentarlo y ser perseverante. Te vas a sentir mucho mejor y el mundo te percibirá de otra manera. Solo es cuestión de poner en práctica algunos cambios de hábitos.
Consejos para mejorar la autoestima
- No escuches a tu voz crítica interna. Mucha gente tiene una voz crítica negativa, aunque algunas personas son más conscientes que otras. Esta voz interna es la que nos hace pensar cosas negativas sobre nosotros mismos, como por ejemplo: "No puedo", "no le gusto a tales personas", "seguro digo algo tonto", "esa ropa no es para mí", etc. El primer paso es no aceptar estos pensamientos negativos y reemplazarlos por otros más positivos, que nos ayuden a sentirnos mejor. Por ejemplo: "voy a intentarlo", "voy a logarlo", "mis ideas ideas pueden ayudar a otras personas", "si me equivoco aprenderé hasta hacerlo mejor".
- No busques todo el tiempo la aprobación de los demás: si estás demasiado pendiente de la mirada ajena, será muy difícil tomar una decisión, desde algo muy simple hasta algo muy importante sin pensar en la opinión de los demás. Empezá a pensar, cada vez que decidas algo, si lo estás haciendo en función de tu deseo o el de los demás. Siempre habrá gente que le guste y gente que no; gente que te quiera y gente que no. Aprendé a convivir con ello.
- Una forma fácil de trabajar el peso de la mirada ajena es vestirnos con la ropa que nos guste esté de moda o no; escuchar la música que nos guste por el mismo motivo; expresar nuestra opinión aunque sea contraria a la de los demás y exigir respeto, siempre de forma amable y educada pero con voz firme y segura.
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- Oraciones, mantras o autoafirmaciones: convertir en afirmaciones los pensamientos positivos hacia nosotros mismos hace muy bien. Una buena forma es repetirlas varias veces durante el día. Por ejemplo: "Puedo lograr lo que me propongo si lo intento", "si me quiero a mí mismo, podré querrer mejor a los demás"; "puedo reírme de mis errores"; "me gusto y me respeto a mí mismo y trabajo para mejorar lo que no me gusta con paciencia y de a poco"; "soy una persona valiosa y tengo derecho a ser feliz". Hasta que logres crear el hábito de repetirlas, puedes anotar las frases en un papel, en el celular, o pegar carteles en la heladera. Comenzar a decirlas por la mañana nos ayudará a emprender de mejor ánimo nuestro día.
- Hacé ejercicios físicos y comé sano: todos sabemos que nuestra imagen y apariencia física influyen mucho en nuestra autoestima. Si logramos mantener un buen estado físico, además de favorecer nuestra buena salud nos hará vernos mejor y ayudará a subir la autoestima. No se trata de encajar en los rígidos mandatos de la moda, sino de sentirse bien frente al espero, de querer lo que ves. Si no te gusta practicar ningún deporte, podés comenzar con hacer caminatas de a poco. Arrancá con media hora y luego andá aumentando de a poco hasta caminar una hora diaria. Lo más recomendable es hacerlo al aire libre y en contacto con la naturaleza.
- Vida social: es importante hacerse tiempo para tener contacto social con familiares y amigos, o realizar alguna actividad grupal. Las personas que nos rodean, además de ser un apoyo emocional, nos ayudan a estar conectados, y aprendemos a divertirnos y a compartir.
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- Hacé una lista con tus logros: es una de las acciones que mejor funciona. En lugar de insistir con pensamientos negativos ("no voy a aprobar", "no podré adelgazar", etc), hacé una lista que te recuerde las cosas que vas logrando, así reforzarás la idea de que Sí somos capaces de lograr lo que nos proponemos. No es necesario que sean grandes cosas. Un ejemplo sería: aprendí a jugar un nuevo juego de mesa, hice un trabajo nuevo, caminé más que ayer, me compré algo que me gusta como me queda. Es muy importante poner la lista en un lugar visible y leerla con frecuencia.
- Foco en tus capacidades: hacé una lista de las cualidades positivas que tenés. Aprendé a verla. Es importante escribir en un papel más de 5 cualidades tuyas. Si ves que te cuesta mucho encontrarlas, podés preguntarle a un familiar o amigo que te ayude a visualizar esos rasgos positivos que no podés ver. Seguro tenés unas cuantas. Ejemplos: "soy trabajador", "soy responsable en mi trabajo y/o estudio", "sé escuchar", "soy educado", "soy amable", etc.
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- Mejorá la expresión corporal: tanto las expresiones faciales como las posturas corporales. Sonreír hará que nos sintamos más felices y, si lo acompañamos con posturas de expansión, que son movimientos con los brazos abiertos y no encogidos, esto hará que mejoremos mucho la autoestima.
- Aceptate: aceptarse tal y como sos se convierte en algo súper necesario para fortalecer la autoestima y ser feliz. Esto no significa tener una postura conformista y cómoda, sino se trata de aceptar y reconocer nuestros defectos, limitaciones, capacidades y/o aptitudes, para poder mejorar las negativas y reforzar las positivas.
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Frases para levantar la autoestima
Podemos tener a mano algunas frases famosas:
- "Si no te gusta algo, cámbialo. Si no puedes cambiarlo, cambia tu actitud".
- "Una vez que aceptamos nuestros límites, los atravesamos".
- “No esperes que todos entiendan tu viaje, especialmente si nunca han tenido que recorrer tu camino”.
- “Lo único imposible es aquello que no intentas”.
- “No se trata de dónde estés, sino a dónde quieres llegar”.
La gente que quiere más aprobación consigue menos y la gente que necesita menos aprobación consigue más (Wayne Dyer)
- "La peor soledad es no estar cómodo contigo mismo" (Mark Twain).
- "Si no eres bueno amándote a ti mismo, tendrás dificultades al amar a alguien, debido a que resentirás el tiempo y energía que das a otra persona, que ni siquiera te das a ti mismo" (Barbara De Angelisi).
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