Cómo aliviar las contracturas

Conoce cómo aliviar las contracturas usando calor en seco. Cómo aplicarlo y qué otros beneficios tiene para el cuerpo.

calor en seco

El calor en seco es una metodología que se aplica en muchas situaciones para aliviar dolores, como lo son las contracturas musculares. Estas son una condición común que afecta a personas de todas las edades y niveles de actividad física. Se producen cuando un músculo se contrae de manera involuntaria y se mantiene en esa posición durante un período prolongado. Cómo aliviar las contracturas aplicando calor seco y cómo aplicarlo.

Contracturarse puede deberse a una variedad de razones, como el estrés, la mala postura, el sobre uso o el ejercicio intenso. Cuando se experimenta una contractura muscular, es importante tratarla adecuadamente para aliviar el dolor y restaurar la función muscular normal.

Cómo aliviar las contracturas

El calor en seco es una forma de terapia que utiliza fuentes de calor sin la presencia de vapor o humedad. Esto puede incluir almohadillas térmicas eléctricas, bolsas de agua caliente o compresas calientes. La aplicación de calor en seco se realiza directamente sobre el área afectada y se mantiene durante un período de tiempo específico, generalmente entre 15 y 20 minutos.

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Al aumentar el flujo sanguíneo, relajar los músculos, aliviar el dolor, promover la flexibilidad y reducir la inflamación, el calor en seco ofrece una serie de beneficios que pueden mejorar la calidad de vida de aquellos que sufren de contracturas musculares.

Beneficios del calor en seco

La aplicación de calor en seco ofrece una serie de beneficios para aliviar las contracturas musculares y promover la recuperación. A continuación, mencionamos algunos aspectos positivos sobre la implementación del calor en seco.

  • Aumento del flujo sanguíneo: el calor ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, lo que aumenta el flujo sanguíneo hacia el área afectada. Esto ayuda a llevar nutrientes y oxígeno a los músculos, lo que promueve la curación y la recuperación.
  • Relajación muscular: el calor en seco ayuda a relajar los músculos tensos y contraídos, lo que reduce la rigidez y el dolor asociado con las contracturas musculares. Esto permite una mayor amplitud de movimiento y facilita la recuperación.
  • Alivio del dolor: la aplicación de calor en seco puede ayudar a aliviar el dolor asociado con las contracturas musculares al bloquear las señales de dolor transmitidas por los nervios. Esto proporciona un alivio temporal del malestar y mejora la calidad de vida del individuo afectado.
  • Promoción de la flexibilidad: el calor en seco ayuda a aumentar la flexibilidad muscular al reducir la rigidez y mejorar la elasticidad de los tejidos blandos. Esto facilita la realización de ejercicios de estiramiento y terapia física, lo que acelera el proceso de recuperación.
  • Reducción de la inflamación: el calor en seco puede ayudar a reducir la inflamación al aumentar la circulación sanguínea y promover la eliminación de productos de desecho y toxinas del área afectada. Esto ayuda a acelerar el proceso de curación y reduce el riesgo de complicaciones a largo plazo.

Cómo aplicarse calor en seco

Para aplicar calor en seco en una contractura muscular, primero es importante asegurarse de que la piel esté limpia y seca. Luego, se coloca la fuente de calor en el área afectada y se ajusta la temperatura según la comodidad del individuo. Es crucial no aplicar calor directamente sobre la piel desnuda para evitar quemaduras. En su lugar, se recomienda envolver la fuente de calor en una toalla o paño fino para proporcionar una barrera protectora.

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También se pueden aplicar almohadillas térmicas eléctricas, las cuales vienen con cubiertas de tela suave que son cómodas al tacto y protegen la piel. Y por lo general suelen tener diferentes niveles de temperatura para ajustar el calor según la comodidad personal.

Los cojines térmicos de gel son otras de las alternativas para aliviar las contracturas. Se los pueden calentar en el microondas y cuentan con una funda protectora que los hace seguros para su uso directo sobre la piel, sin tener una toalla adicional. O sino optar por las bolsas de semillas o granos para calentarlas también en el microondas, como por ejemplo las de arroz o trigo.

Otra opción es la de los parches térmicos desechables que se adhieren de forma directa a la piel, emitiendo un calor constante que dura horas. Además de que están diseñados para ser usados de forma segura sin necesidad de una barrera adicional.

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Las lámparas de infrarrojos también funcionan como una alternativa para aliviar los dolores de las contracturas musculares. Cuentan con un diseño que les permite ser usadas a una distancia segura de la piel y proporcionan una penetración de calor que puede ser muy beneficiosa para las contracturas musculares.

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