Primero fue Rumania, luego Italia y ahora le toca a Francia. El país acaba de emitir una alerta de epidemia por sarampión, ya que la situación en el país se volvió más que preocupante. Desde noviembre de 2017 los casos de la enfermedad se han multiplicado sin pausa y, en lo que va de año y hasta fines de abril, se reportaron 1875 nuevos casos confirmados.
Los casos se han notificado en 78 departamentos, pero el 51 % de ellos han ocurrido en el de Nueva Aquitania, donde la situación alcanza niveles epidémicos.
El 21% de los casos han requerido hospitalización y una mujer de 32 años falleció por las complicaciones de la enfermedad. El 87 % ocurrieron en personas no vacunadas o con una sola dosis
Es que el impacto de los movimientos antivacunas en Francia está teniendo efectos muy dañinos para la salud pública en general. Allí, la cobertura de la segunda dosis de vacuna del sarampión (triple vírica) es inferior al 84% (datos de 2016).
Más de 40 muertos por sarampión en Europa por culpa de los antivacunas
Lo que ocurre en Francia es que empieza a pagar por su desconfianza a la vacunación y por las campañas que, desde la pseudociencia, propagan la inmunización natural. Hoy, cuatro de cada diez franceses no creen en la seguridad de uno de los instrumentos que más vidas ha contribuido a salvar en todo el mundo. ¿El resultado? El alarmante aumento en el número de infecciones que se ha registrado desde finales del pasado año y que ya arroja un crecimiento de más del 400% de casos en todo Europa en sólo un año.
Brote en Portugal
Un brote similar está afectando a Portugal, donde se confirmaron más de 100 casos. Un dato que genera preocupación es que la mayoría son profesionales de centros sanitarios.
Las infecciones por sarampión han repuntado. Después de alcanzar en Europa mínimos históricos en 2016, en 2017 se cuadriplicaron los casos con más de 20.000 personas afectadas y 35 muertes
Según los expertos, la pérdida del respeto a la enfermedad ha propagado teorías nada científicas que cuestionan la importancia de la vacunación. Pero el virus no descansa.
El sarampión es una enfermedad candidata a la eliminación ya que su reservorio es exclusivamente humano, se dispone de una vacuna eficaz y barata que aporta inmunidad duradera, el virus apenas sobrevive en el ambiente y existen técnicas diagnósticas suficientes para detectar la infección.
Según los datos de la OMS, en 1980 –antes de que se generalizara el uso de la vacuna– causaba cerca de 2,6 millones de muertes al año. De 1990 a 2008 se avanzó mucho en su erradicación; sin embargo, a partir de entonces se han declarado brotes en todo el mundo.
El sarampión se dispara en Europa: 21.000 casos y un aumento del 400% en un año
Mientras a principios del siglo XXI había casi un millón de muertos, en 2016 el número ha caído por debajo de 100.000. “En algo más de 15 años se han reducido los fallecimientos un 84%”, indica a Sinc José María Bayas, expresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV). “Esto ha supuesto salvar 20 millones de vidas gracias a las vacunas”.
Las complicaciones más importantes del sarampión son ceguera, encefalitis, diarrea e infecciones del oído y respiratorias graves
Alerta y reacción en Francia
Entre las medidas tomadas por las autoridades sanitarias francesas están:
- Reforzar la notificación de las sospechas de la enfermedad.
- Investigación mínima a partir de cada caso incluyendo la búsqueda de contactos de alto riesgo, especialmente los menores de 1 año de edad, gestantes y pacientes inmunocomprometidos, para valorar intervención adaptada a cada caso.
- Confirmación microbiológica (IgM sérica o en saliva) obligada en los casos de sospecha en: vacunados con cualquier número de dosis, residentes en las regiones del continente americano de influencia francesa, y en los llegados de viajes internacionales.
- En caso de brotes, priorizar la vigilancia y acciones en los grupos de mayor riesgo de infrainmunización: centros infantiles con menores de 1 año de edad (guarderías, etc.), hospitales y en los grupos de migrantes.
- Vacunar a los contactos susceptibles en los que no esté contraindicada la vacuna, sin esperar a la confirmación de los casos índice.
- Verificar el estatus vacunal de todos los nacidos desde 1980, actuando según corresponda.
- Emprender campañas de vacunación a nivel regional y local, incluyendo expresamente a las universidades.
- Autorización para usar la vacuna triple vírica en lactantes de 6-11 meses de edad en: profilaxis posexposición, viajeros a zonas endémicas, infectados por VIH y los que esperan un trasplante. En todo caso, será esta una dosis no contabilizable.
Sarampión: la vacunación es el único camino
Síntomas del sarampión
El primer signo del sarampión suele ser fiebre alta, que dura entre 4 y 7 días. En la fase inicial, el paciente puede presentar congestión nasal, tos, ojos llorosos y rojos y pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas. Al cabo de varios días aparece erupción cutánea, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que se extiende unos 3 días y acaba por afectar manos y pies. Conocé las señales de alerta.
Una dosis de la vacuna triple vírica a los 12 meses de edad induce inmunidad frente al sarampión en más del 95 % de los vacunados. Con la segunda dosis la protección asciende al 99%.
