Si bien las ventajas de llevar una rutina saludable, con ejercicios físicos y actividades al aire libre, son importantes para todos, cuando llega el embarazo aparecen algunas dudas sobre la conveniencia de realizarla, el tipo de actividad aconsejado, su frecuencia, intensidad y duración.
Para que no queden dudas sobre que se puede (y se debe) hacer durante esa etapa, el doctor Ignacio Pérez Tomasone, nos responde una serie de preguntas con las que nos proponemos aclarar algunas de las cuestiones que preocupan a las futuras mamás que quieren sostener sus rutinas de ejercitación.
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Actividad física y embarazo
La actividad física durante el embarazo es importante para mantener la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Sin embargo, es fundamental realizarla de manera segura y adaptada a las necesidades cambiantes del cuerpo durante el embarazo.
Aquí tienes algunas consideraciones médicas sobre el tema y los beneficios clave de la actividad física durante el embarazo.
¿Qué beneficio trae la actividad física en el embarazo?
Realizar actividad física durante la gestación es importante porque es un período en el que se producen muchas modificaciones anatómicas y físicas, que requieren una adaptación continua. Mover el cuerpo puede ayudar a mantenerse en forma, impedir aumentos bruscos de peso, evitar hipertensión arterial, y prepararse para el trabajo de parto.
Además, mejora síntomas típicos del embarazo como la pesadez de las piernas, el cansancio, el dolor de espalda o la hinchazón de los tobillos. Algunos ejercicios pueden mejorar esas molestias durante la gestación y brindar fuerza muscular que será de suma utilidad a la hora del trabajo de parto.
¿Cuáles son las mejores actividades para hacer en esta etapa?
Se sugieren siempre ejercicios de bajo impacto durante 30 minutos por día. Lo más recomendado: caminar, nadar y andar en bicicleta. Caminar es una buena opción porque es fácil realizarlo y se adapta a las diferentes etapas del embarazo. Si no tiene experiencia en la cinta, es mejor no comenzar a utilizarla ya que requiere cierto nivel de coordinación y puede causar mareos y caídas.
También hay que decirle sí a la bicicleta, pero sin ningún peso extra, es decir, no hacer spinning. Por último, la natación es la más adecuada porque ofrece múltiples ventajas: el agua genera una disminución del peso total, lo que facilita el movimiento, evitando así las sobrecargas en la columna y en las articulaciones.
Además, comprime las venas, lo que favorece a evitar la acumulación de líquido. Otras actividades, como Yoga o Pilates, deben realizarse con un instructor especializado en embarazo para evitar lesiones, sobre exigencias musculares o dolores y molestias por exceso de elongación.
¿Hasta cuándo puedo hacer actividad física?
No hay un límite establecido para suspender la actividad, qué hacer y hasta cuándo dependerá de la comodidad que sienta la mujer por el peso de su panza - siempre que no exista ninguna indicación de reposo o de cese de actividad física por parte del obstetra. Quizás algunas actividades comiencen a costar más, pero pueden reemplazarse por otras, por ejemplo, natación y bicicleta se puede hacer hasta el final.
¿Qué ventajas tiene al momento del parto una embarazada que hizo ejercicio físico?
El trabajo de parto no deja de ser una actividad física, un momento de ejercicio de muchos músculos del cuerpo, frente al cual, cuanto más preparada esté físicamente, mejor lo van a llevar a cabo, dado que nunca sabemos si va a durar 3 o 20 horas.
¿Cuándo no es aconsejable hacer actividad física?
Salvo expresa indicación del obstetra, no es conveniente hacerlo si se tiene alguna afección pulmonar o cardíaca, pérdidas o sangrado vaginal, problemas de cuello uterino, antecedente de parto prematuro o factores de riesgo de parto prematuro y embarazo de alto riesgo.
En resumen, la actividad física es beneficiosa para el embarazo, para el parto y para el postparto porque mejora la condición física de las mujeres, permite un peso más adecuado de la mujer y proporciona un mayor bienestar fetal.
Consideraciones para la actividad física durante el embarazo
- Consultar con un profesional de la salud: Antes de comenzar o continuar un programa de ejercicio durante el embarazo, es esencial hablar con un profesional de la salud, como un obstetra o ginecólogo, para asegurarse de que la actividad física sea segura en tu situación particular.
- Elegir actividades adecuadas: No todas las formas de ejercicio son adecuadas durante el embarazo. Actividades de bajo impacto, como caminar, nadar, andar en bicicleta estática, yoga prenatal y Pilates, suelen ser opciones seguras y efectivas.
- Escuchar al cuerpo: Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios significativos, por lo que es esencial escucharlo atentamente. Debes ajustar la intensidad y la duración del ejercicio según cómo te sientas y evitar el sobreentrenamiento.
- Evitar ciertos deportes y actividades: Algunas actividades de alto impacto, deportes de contacto y deportes que involucran riesgo de caídas deben evitarse durante el embarazo.
- Hidratación y nutrición: Mantenerse bien hidratada y llevar una dieta equilibrada es fundamental durante el embarazo, especialmente si estás haciendo ejercicio.
- Seguridad postural: Presta atención a tu postura durante el ejercicio para evitar tensiones innecesarias en la espalda y las articulaciones.
Recuerda que cada embarazo es único, por lo que es importante adaptar tu rutina de ejercicio a tus propias necesidades y limitaciones. Escuchar a tu cuerpo y recibir orientación de un profesional de la salud son pasos cruciales para garantizar un embarazo saludable y una actividad física segura.
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