¿Cuántas veces hemos escuchado la frase "tomo para olvidar"? No importa que no haya sido una persona cercana, seguramente tuvimos la oportunidad de oírla en alguna película, serie o canción.
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Sin embargo, según un estudio tomar alcohol no ayuda a borrar las penas e incluso podría ayudar a fijar los malos recuerdos.Una investigación llevada a cabo por la Universidad John Hopkins descubrió que el alcohol, contrario a la creencia popular, perpetúa la sensación de miedo.
Esto se debe a que para borrar un recuerdo necesitamos receptores del neurotransmisor glutamato (una sustancia que está relacionada con la memoria), y cuando los compuestos del alcohol se unen a estos receptores, se interfiere el proceso de comunicación neuronal provocando que las personas que han bebido alcohol no se acostumbren al estímulo y no olviden su mala experiencia previa.
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A pesar de la evidencia científica, muchas personas creen que tomar alcohol es una buena manera de alejar los tormentos. El mismo estudio descubrió que entre el 60 y el 80 por ciento de las personas afectadas por diversos traumas ingieren alcohol de forma compulsiva.
“Muchos de los pacientes con estrés postraumático se emborrachan con el fin de evadirse de la situación, olvidar o dormir con más facilidad”, explicó uno de los investigadores a la revista Translational Psychiatry.
Este estudio podría permitir a los profesionales entender cómo enfocar mejor las terapias en personas que presentan estrés postraumático.
