Vilcabamba, con sus ríos de aguas nutridas de magnesio y hierro, es famosa por ser el refugio de “los longevos más longevos de la Tierra”. Clima privilegiado, noches despejadas y su vegetación exuberante, hacen de este pequeño valle un paraíso perdido y un punto de encuentro para turistas de todo el mundo.
Este poblado rural andino, con cerca de 2.000 habitantes, ha sido en las últimas tres décadas objeto de estudio por parte de investigadores de todo el mundo para determinar si es cierto que en estas tierras hay algo que permite vivir a la gente por muchos años o si sólo es una exageración.
Sin embargo, la ciencia sigue sin ofrecer alguna respuesta pero en el pueblo son muy pocos los que se cuestionan sobre las causas que podrían explicar su longevidad.
Además de ser una atracción turística, a Vilcabamba se le conoce como un pueblo lleno de paz, donde se vive en armonía con la naturaleza, donde se puede encontrar aire puro y alimentos sanos, y donde no existe el estrés de la vida moderna.
Recorrer la bucólica Vilcabamba, situada a 50 kilómetros al sur de Loja, la ciudad más austral de Ecuador, y a 1.700 metros sobre el nivel del mar, es impregnarse de un entorno armonioso y de una suerte de mimetismo de la gente con el terruño.
Los emblemáticos habitantes del “valle sagrado”, que tras haber sobrepasado un siglo de existencia conservan sus facultades vitales intactas, hacen alarde de fortaleza en faenas agrícolas o ganaderas como cualquiera agricultor de 40 o 50 años.
Vilcabamba, tierra cubierta de cañaverales y de diversos árboles frutales, posee un clima primaveral que fluctúa entre los 18 y 22 grados centígrados todo el año. Cobró fama en la década de los setenta, cuando científicos se interesaron en estudiar la razón de que muchos habitantes de esa comunidad vivan más de 100 años.
Estos estudios coinciden en señalar que el clima benigno, su apacible atmósfera, la sana alimentación con frutos de la tierra y, en especial, el agua de los ríos Chamba y Uchima y de los múltiples arroyos, son los secretos de la larga y saludable vida de sus moradores. El agua de sus vertientes contiene magnesio, hierro y otros minerales, por lo que consumirla propiciaría la quema de grasa y también ayudaría a prevenir el reumatismo.
César Paz-y-Miño, director del Centro de Investigación Genética y Genómica de la Universidad Tecnológica Equinoccial, en Quito, dice que la longevidad está relacionada con una relación armoniosa entre genes y ambiente, que está envuelta en el concepto de EPIGENÉTICA, es decir la influencia de factores externos al material genético.
Paz y Miño agrega que, los “actores principales de la longevidad son los genes. Hoy se conoce que muchos genes, unos 30, podrían estar involucrados en el período de vida. Enfermedades en las que se produce envejecimiento precoz, como la progeria, el mismo Síndrome de Down o la demencia, han mostrado que tienen genes involucrados en su desarrollo; esto fue el origen del estudio de los genes y su relación con el envejecimiento, es decir hay genes para envejecer.
Asimismo, agregó que "entre estos genes está uno llamado por la ciencia bcat-1, que regula el ritmo del metabolismo de las células y que determina mayor sobrevida. Otros genes que están en las zonas terminales de los cromosomas, llamadas zonas teloméricas, se ha demostrado que juegan papel importante en la longevidad. De hecho estas zonas mantienen su tamaño en los longevos, mientras que en los no longevos disminuyen”.
La gran cantidad de longevos que viven en Vilcabamba ha constituido un imán para la visita de cientos de turistas y peregrinos de distintas partes del mundo, que han llegado con diferentes afecciones, sobre todo cardíacas. No en vano, Vilcabamba ha sido calificada como “Isla de inmunidad para las enfermedades del corazón”, “El país de los Viejos más Viejos del Mundo”, “Isla de Longevidad”, o “Centro mundial de Curiosidad Médica y Periodística”.
Fuente: DW