La procrastinación es el hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyendolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. Muchos de nosotros lo hacemos y no sabemos como evitarlo.
Hay muchas técnicas científicas para aumentar la productividad y evitar posponer los compromisos. La regla de dos minutos parece ser diferente. Plantea que crear nuevos hábitos laborales es complicado y reestructurar el flujo de trabajo también. El cambio en general es difícil pero esta tecnica solo necesita dos minutos. No importa qué tan ocupado estés, siempre tenés ese tiempo.
Hacelo y listo
La regla de los dos minutos fue creada por el consultor David Allen, creador del método GTD (Get things done) de aumento de productividad. Su nuevo método es muy simple y podría ser una manera de atravesar el día de forma eficiente. Al mismo tiempo te vas a dar cuenta de que sos más productivo. La técnica consiste de dos partes y la primera no podría ser más fácil.
Paso 1: menos de dos minutos
Si podés completar una tarea en menos de dos minutos, hacela. Ya, ahora. ¿Por qué seguís leyendo esto?
Hay muchas tareas sencillas que posponemos y que podríamos hacer en menos de dos minutos
Hay muchas tareas sencillas que posponemos y que podríamos hacer en menos de dos minutos. Como por ejemplo, lavar tu plato después de comer, tirar la ropa en el canasto de la ropa sucia en lugar de dejarla en el sillón, sacar la basura o mandar un email. Nadie en el planeta está tan ocupado como para no tener dos minutos para realizar estas tareas antes de seguir con algo más interesante. Probá y te vas a dar cuenta.
Paso 2: comenzá por algo pequeño
Esta parte es un poquito más compleja y requiere involucrarse más. Pero solo un poquito. Mientras el primer paso nos permite eliminar pequeñas tareas que se acumulan a medida que pasan los días, la segunda parte es sobre construir nuevos hábitos.
Cuando intentes hacerte de nuevos hábitos, intentá que te lleven menos de dos minutos. Claro que si tu meta es escribir un libro, escribir dos minutos todos los días no va a llevarte a ningún lado. No todos los hábitos pueden tomar menos de dos minutos, de hecho, la mayoría no pueden.
El truco acá es crear hábitos de dos minutos que te lleven hacia tu meta
El truco acá es crear hábitos de dos minutos que te lleven hacia tu meta. Por ejemplo, si tu objetivo es ir más al gimnasio, tu hábito de dos minutos podría ser guardar tu equipo de gimnasia en la mochila. Una tarea de dos minutos es fácil de ejecutar, haciendo que la tarea que más tiempo consume sea más fácil de atacar.
Se trata de una simple técnica para ponernos en marcha.